¿Cuántas horas dormían nuestros antepasados? Un grupo de investigadores de Estados Unidos y Sudáfrica pareen haber hallado la respuesta. ¿Han ocurrido cambios importantes en nuestra evolución del sueño?

La evolución del sueño

Un grupo de investigadores de Estados Unidos y Sudáfrica se propusieron estudiar cómo ha sido la evolución del sueño. Para ello se dedicaron a observar y analizar el comportamiento de tres comunidades, cuyo estilo de vida es considerado como primitivo.

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El estilo de vida de estas comunidades está basado en la recolección y caza de alimentos. Las mismas son: los chimanes de Bolivia, los hadza de Tanzania y los san de Namibia. Los resultados del estudio revelaron, entre otras cosas, que los hábitos de sueño de nuestros antepasados no eran muy diferentes a los nuestros.

Los responsables del estudio, que fue publicado en Current Biology, seleccionaron a estas tres comunidades, ya que presentan patrones y conductas del Homo sapiens en la era premoderna. El resultado es que las personas de estos tres grupos duermen un promedio de 5,7 a 7,1 horas al día, es decir, que se puede concluir que la conducta de sueño de nuestros antepasados es muy similar a la nuestra en la actualidad.

El sueño y la temperatura

Los autores del estudio explican que la temperatura es uno de los factores que más influye en las conductas de sueño. El estudio reveló que las personas que conforman las tres comunidades no comenzaban a dormir inmediatamente después de la puesta del sol, sino unas 3 horas después. Por otra parte, las horas de sueño aumentaban en el invierno.

En este sentido se puede concluir que la temperatura tiene un rol más importante que la propia luz, ya que los sujetos en cuestión dormían por lo menos una hora más en la época de frío. También relataban dormir más plácidamente en una noche fresca que en el verano.

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Pese a que las horas de sueño diario parece ser un factor que tienen en común tantos las sociedades pasadas como las modernas, en lo que sí no coincidimos es en los problemas para poder dormir. En este sentido, los autores explican que hay un mayor porcentaje de insomnio en la sociedad moderna que en la primitiva. Solo un 5% de las personas sometidas al estudio declararon tener problemas para conciliar el sueño.

La solución parece bastante evidente, los investigadores proponen imitar un medio ambiental más natural. Quizás de esta manera se logre combatir uno de los males de la sociedad moderna: el insomnio.

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