Un grupo de ecologistas ha quedado impresionado con un descubrimiento reciente dentro de una laguna. Los científicos observaron durante una excursión en Vancouver, Canadá, a unas criaturas viscosas con forma de cerebro jamás vistas por estos expertos.
Todavía no hay explicación concreta de por qué ni cómo esta especie acuática de aspecto alienígena está proliferando a ritmo apresurado en el lago, sin embargo la información que te daremos a continuación es parte de lo que se conoce sobre el curioso hallazgo. ¿Qué son?
¿Qué son estas criaturas gelatinosas con forma de cerebro?
Ir de paseo al lago y encontrar decenas de criaturas con forma de cerebro esparcidas en el agua, está lejos de ser una experiencia formidable. Pero según lo observado por un equipo de científicos en una laguna de la ciudad de Vancouver, en el suroeste de Canadá, toparse con estas criaturas acuáticas podría convertirse en una situación recurrente en algunos lugares del mundo, pues se están reproduciendo precipitadamente sin que todavía se maneje una causa plausible.
Estos animales gelatinosos -hasta ahora desconocidos por nosotros-, habitan los ríos y lagos. Anteriormente habían sido detectados exclusivamente al este del río Misisipi, en Estados Unidos, en menor cantidad que en este último avistamiento. Es por esta razón que los científicos descartan que sea un fenómeno único del río Misisipi como se creía antes de que este hallazgo tuviera lugar.
Las criaturas en forma de cerebro encontradas en el Parque Stanley reciben el nombre científico de Pectinatella magnífica, una especie de briozoos o animales musgo, compuesta por miles de diminutos organismos enlazados entre sí.
Los briozoos han existido por cientos de millones de años, se dice que habitan la Tierra incluso desde tiempo antes de la llegada de los dinosaurios. Existen alrededor de 5.700 especies registradas, de las cuales sólo 50 viven en agua dulce, preferiblemente poco contaminadas y sin corriente como lo es el lago de Vancouver.
¿Son inofensivas? Para quien no esté acostumbrado a observar a estas criaturas con forma de cerebro que pueden alcanzar un diámetro de dos metros, su reacción primaria es quizá de miedo. No obstante, los científicos afirman que no hay nada de qué preocuparse, ya que su función es contribuir en la limpieza del agua ¡nada mal!
Lo que sí despierta inquietud en los ecologistas son los motivos de su repentina proliferación. Unos teorizan que tal vez el calentamiento global ha obligado a estos organismos a cambiarse de hábitat para sobrevivir en otro entorno, pero todavía no están completamente seguros de ello.
Por otra parte, contemplan la posibilidad de que siempre hayan estado allí, en las profundidades, sólo que anteriormente -por alguna razón todavía desconocida- estas curiosas criaturas no eran tan fáciles de detectar.
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