«Mini-cerebros». El término nos llamó poderosamente la atención desde que a principios de este mes de febrero, la escuela de Salud Pública del hospital John Hopkins de Baltimore (Estados Unidos) publicara una noticia asombrosa:
Se han desarrollado pequeños ‘mini-cerebros’ con multitud de neuronas y células que pueden reproducir infinidad de procesos humanos a pequeña escala.
Lo primero que nos viene a la mente es la clásica imagen de un cerebro humano con sus dos hemisferios, ahora bien, en realidad, son pequeñas «bolas» de células de 350 micras que pueden reproducir a la perfección, muchos de nuestros procesos más esenciales.
Resulta fascinante, sin duda, y por ello, queremos compartir esta apasionante información contigo.¡El tamaño no importa para la ciencia!
Desarrollan «mini-cerebros» para estudiar enfermedades neurológicas
La finalidad por la que este equipo de médicos y neurólogos del John Hopkins desarrollaron estos símiles de cerebros, es tan evidente como necesaria: cuando se crea un fármaco para tratar el Alzheimer, Parkinson o el Autismo, nunca se obtienen los resultados esperados. A nivel experimental (con ratones) parecen mucho más efectivos de lo que más tarde son en realidad con los pacientes.
Los modelos animales siempre fracasan, así que la única forma de dar un paso más allá era crear a nivel de laboratorio pequeños mini-cerebros para analizar cómo reacciona un fármaco de acuerdo a una patología especial.
Llegados a este punto, te estarás preguntando cómo lo hacen. Estas serían las estrategias básicas:
- En primer lugar, se cogen células de la piel de adultos sanos para aislar y «programarlas» en células madre. Más tarde, se estimularon para que se diferenciaran en células cerebrales.
- En otros casos, también se cogieron células cerebrales de personas que padecían una enfermedad determinada, como por ejemplo Parkinson, Ictus o Esclerosis Múltiple. A continuación, se crearon «bolas» de unas 350 micras, que a su vez, pueden ser reproducidas de manera exacta en muchas más, en cientos de millares. Los supuestos «cerebros», eso sí, no son más que pequeñas bolitas en una placa de laboratorio.
- Este paso es fascinante: después de ocho semanas, estos mini-cerebros desarrollan cuatro tipos de neuronas y dos tipos de células estructurales: astrocitos y oligodendrocitos. Poco a poco, acabarán generando mielina que recubren los axones para que la comunicación entre las células sea más efectiva.
- Puede que este dato te suene a algo casi paranormal, pero es ciencia, auténtica ciencia: los mini-cerebros también presentan una actividad electrofisiológica que puede medirse mediante electrodos.
- ¿Siguiente paso? El más importante, una vez esta bola de células ya simula una actividad cerebral casi completa se le inyecta el fármaco a estudiar. Es fantástico.
Otro dato que a todo amante de los animales nos interesa, es que con estos mini-cerebros se abandonaría el uso de monos y ratones para la experimentación médica y farmacéutica. El John Hopkins ya ha sacado la patente para que en poco tiempo, muchos otros laboratorios puedan llevar a cabo sus propios estudios.
De ese modo, se experimenta con algo real, porque el cerebro humano no es igual al de un ratón y a la ciencia le interesa tener de primera mano estos pequeños organismos de auténticas células humanas, con las cuales, poder dar respuesta a todas esas personas que a día de hoy, esperan mejorar su calidad de vida.
Son noticias esperanzadoras -y fascinantes- que nos encanta compartir contigo. Puedes encontrar información sobre este tema en otros medios como «Engadget» o «The Guardian«. No olvides darnos tu opinión y recordar nuestro artículo «Alzheimer, ¿puede ser contagioso?»