¡Oh, el Renacimiento Italiano! Una época llena de grandes talentos que marcaron un antes y un después en la Historia del Arte convirtiéndose en referentes, en verdaderos modelos, tanto de su tiempo como de los venideros, que aún siguen estando vigentes en nuestros días. Qué maravilloso sería poder tener obras nuevas de genios como Miguel Ángel, autor de obras tan relevantes como el David, la Piedad o los frescos de la Capilla Sixtina, entre otros. ¿Te imaginas? Pues quizás esto no sea tan imposible, ya que ahora es posible ver los trabajos secretos de Miguel Ángel que muy pocos han tenido el privilegio de contemplar.
Los dibujos SECRETOS de Miguel Ángel en un lugar inesperado
La noticia nos sorprende gratamente a todos los amantes del arte, pues aunque se tenía constancia de la existencia de estos trabajos secretos desde el año 1976, cuando el director del Museo de la Capilla de los Médici los encontró durante unos trabajos de mantenimiento, no habían sido expuestos de manera permanente al público. ¿El motivo? Se encontraban muy deteriorados debido a las condiciones ambientales del lugar que los aloja, una especie de cripta o bóveda subterránea situada bajo la Iglesia de San Lorenzo en Florencia.
Es justamente bajo el imponente Mausoleo de los Medici donde el artista nos dejó esta última sorpresa, pero ¿por qué la escondió? Lo cierto es que Miguel Ángel no pretendía esconder su obra sino su persona, a pesar de que los Medici fueran sus mecenas, durante su etapa en florentina no gozaban de su apoyo en temas políticos ya que el artista tomó parte activa en la resistencia durante el Asedio de Florencia de 1529. Lo que le llevó a tener que «huir» de un modo totalmente inverosímil, ya que no salió de la ciudad, sino que se recluyó en los sótanos de la Sacristía de la Basílica de San Lorenzo. El artista escribió:
«Me escondo en una pequeña celda, enterrada como los Medici muertos sobre mí, aunque me escondo de uno vivo. Para olvidar mis miedos, lleno las paredes de dibujos.»
La sala secreta, que dio cobijo al genio durante tres meses, es una especie de túnel subterráneo de dos metros por siete donde el artista plasmó de algún modo sus inquietudes y recuerdos del momento, tomando por lienzo las paredes de su «prisión». En ellas podemos contemplar una serie de dibujos en carboncillo donde podemos apreciar una Cabeza de Laoconte, otra de un caballo, estudios sobre las estatuas de la sacristía e incluso revisiones sobre su emblemática obra El David.
Aunque la galería secreta de Miguel Ángel sólo está abierta al público en contadas ocasiones, ahora gracias a las nuevas tecnologías es posible acceder a esta sala a través de unas pantallas virtuales situadas en tres puntos estratégicos del recorrido de las obras del artista en la ciudad, uno lo tienes en la misma Sacristía de San Lorenzo.
Una especie de ventana por la que poder contemplar el trabajo secreto de Miguel Ángel. Así que ya tienes un motivo más por el que visitar la capital de la Toscana o por el volver.
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