En Supercurioso nos interesamos por los personajes que han trascendido y posibilitado cambios importantes en el devenir de nuestra historia. Alan Turing, por ejemplo, fue un matemático británico que se adelantó a muchas cosas, como la computación.
Primeros pasos
Nació en Londres en 1912, hijo de un administrador colonial de la India; al año que nació sus padres regresaron a este país, dejando a Alan y a su hermano en Inglaterra a cargo de una pareja amiga. Este primer desarraigo y abandono lo marcaría por el resto de sus días.
Fue un chico brillante e ingenioso, aunque introvertido. Era aficionado a largas caminatas y a correr en bicicleta grandes distancias, lo que acentuaba su intensa soledad. Era tímido y, según palabras de su madre: “[Alan] creía que la reclusión en un monasterio medieval le habría sentado muy bien”.
En el internado Sherborne, donde ingresó a los 13 años, conoció a otro chico, un poco mayor, que causaría una indeleble impresión en él, y que le revelaría su tendencia homosexual. Se trata de Christopher Morcom, muerto prematuramente en 1930 de tuberculosis. Morcom fue el primer amor de Turing, y su muerte significó romper con las creencias religiosas, volviéndose ateo y aún más introvertido.
Todo este amor y este entusiasmo por el conocimiento fueron propiciados, en buena parte, por su relación estrecha con Morcom; por ello su muerte le afectaría tanto.
Aportes importantes
Entre las cosas más notables que hizo Turing está el concepto de máquina calculadora de capacidad infinita (que Alonzo Church llamó “de Turing”), en un trabajo de 1936; nuestro matemático ideó un modelo formal de ordenador donde demostró que un sistema automático de reglas muy simples podía ejecutar cualquier clase de operaciones matemáticas expresadas en un lenguaje formal establecido, sentando las bases del concepto moderno de algoritmo.
Durante 1936 resolvió el “problema de decisión” con su máquina; este problema de lógica simbólica propugnaba que no existía nada parecido a un problema insoluble; pero fue resuelto, de forma independiente, por él y Church, y se conoce como Tesis Church-Turing.
A día de hoy, su máquina sigue siendo el punto central de estudio en las teorías de la computación.
Descifrar códigos es fácil, si eres Alan Turing
Obtuvo su doctorado en Princeton, en 1938, y al estallar la Segunda Guerra Mundial se convirtió en un valioso elemento de los aliados al aplicar sus teorías en el desciframiento de los códigos secretos nazis, en el Bletchley Park, el cual llegaría a dirigir.
Sus agudas observaciones matemáticas sirvieron para romper los códigos de la máquina Enigma y de los codificadores de teletipos FISH. Sus estudios de este sistema sentaron las bases para el desarrollo del primer ordenador programable electrónico digital, que llamarían Colossus, diseñado por Max Newmann y construido en la Estación de Investigaciones Postales de Dollis Hill, en 1943, que sirvió para descifrar los códigos FISH.
Turing diseñó también la “bombe”, una máquina electromecánica usada para detectar y eliminar contradicciones en cadenas de deducciones lógicas. Ésta era la herramienta principal que los criptógrafos utilizaban para leer las transmisiones Enigma. Hasta los años 70 del siglo pasado esta información era completamente secreta.
Inteligencia artificial
Este talentoso hombre también produjo el concepto de Inteligencia Artificial, que nunca fue publicado mientras vivió. De hecho, cuando fue nombrado director delegado del laboratorio de computación de la Universidad de Manchester, trabajó en el software de uno de los primeros ordenadores reales, el Manchester Mark I. Aquí pudo hacer investigaciones más abstractas y tocar el tema de la inteligencia artificial en su artículo “Máquinas de computación e inteligencia”, de 1950, proponiendo un método teórico que a día de hoy se conoce como Test de Turing. Este test consistía en una prueba estándar para decidir si una máquina era capaz de pensar como un humano.
Actualmente hay una forma invertida de este test de Turing, que es el test CAPTCHA, de internet, para determinar si el usuario es humano u ordenador. Supercurioso, ¿no?
Otros aportes
En verdad son innumerables e importantísimos los aportes que este matemático dio al mundo, y este espacio muy pequeño para contarlos.
Resumiendo: el primer programa de ajedrez para ordenadores, estudios sobre cibernética y sobre la formación de patrones y biología matemática, en los cuales trabajó hasta su muerte.
En este sentido es notable su trabajo Fundamentos químicos de la morfogénesis, de 1952, donde trataba de demostrar la filotaxis de Fibonacci, es decir, la existencia de los números de Fibonacci en estructuras vegetales. Sus aportes asestaron duros golpes al universo mecánico, determinista y predecible.
Prejuicios y muerte
Turing era homosexual, cosa que en Gran Bretaña era delito. Ello le acarreó grandes conflictos, tanto en su familia como en el ámbito social.
Debido a un robo cometido en su casa, se vio precisado a llamar a la policía. En el proceso policial reconoció su condición de homosexual, y de allí en adelante la vida se le convirtió en un infierno, si cabe, más grande. Esto sucedió en 1952.
Fue procesado por homosexual y murió en 1954, según muchos, suicidándose. No se sabe con certeza si ésta fue su verdadera intención, lo cierto fue que comió una manzana envenenada con cianuro.
El 24 de diciembre de 2013, la reina Isabel II decretó la exoneración oficial de los cargos al matemático como necesaria, aunque tardía, compensación a todos los logros de este talentoso hombre.
Si te interesa ahondar más el tema de la historia de la computación, puedes leer también sobre Ada Lovelace.