Qasr Al Farid es uno de esos lugares mágicos en los que el tiempo se ha detenido para evocar en todo aquel que lo contempla el recuerdo de las tribus nómadas, de los hombres del desierto, de la majestuosidad y el silencio de las míticas ciudades de piedra. Y es que al igual que la fascinante ciudad de piedra de Petra, el conjunto de tumbas excavadas en la roca fue construido por el misterioso pueblo de los nabateos y está considerada su ciudad hermana.
Los nabateos, un pueblo de origen incierto
Qasr Al Farid es una tumba de piedra situada en una árida llanura en la zona septentrional de Arabia Saudita y cercana al centro de la antigua ciudad preislámica nabatea de Hegra, actual Madain Saleh, a unos 1.400 kilómetros de Riyadh. Los nabateos fue un pueblo nómada que consiguió cierta prosperidad en el período comprendido entre los siglos I a de C y I d.C. Un pueblo sobre el que aún se desconocen muchos detalles y, especialmente, cuales fueron sus orígenes. Los investigadores apuntan que los nabateos era un pueblo de comerciantes nómadas que podrían proceder de una zona más meridional, el Yemen, o de la misma área de la actual Arabia Saudita.
Sea como fuere, lo cierto es que durante varios siglos consiguieron extender sus ciudades, costumbres y cultura desde Petra hasta el Sinaí. Los nabateos se establecerían en este área sobre el siglo V a de C. desplazando a los edomitas del control de rutas comerciales como la del incienso.
Hegra, una de las ciudades más antiguas del mundo
A comienzos del siglo XX, los padres dominicos Jaussen y Savignac llegaron a Madain Saleh para investigar las ruinas arqueológicas de Hegra y recogieron todas las peculiares características de la arquitectura funeraria de los nabateos en este asentamiento. Poco se sabía sobre la antigua ciudad preislámica de Hegra y a través de la Arqueología se pudieron conocer las impresionantes ruinas de este lugar. La ciudad se ubica en una localización estratégica dentro de una de las más destacadas rutas comerciales de la Antigüedad. Esta ruta unía el sur y el norte de la península arábiga y los grandes núcleos comerciales y culturales de Mesopotomía, Egipto y Siria. Hegra se convirtió en la segunda ciudad más importante de los nabateos tras Petra, aunque situada en una de las zonas más alejadas del reino. Concretamente a unos 300 kilómetros de Petra. La ciudad habría sido fundada durante el siglo II a de C. y se extendía a lo largo de 6 kilómetros cuadrados. Hegra tenía un núcleo residencial de edificios construidos con adobe y cuatro necrópolis excavadas en las rocas al estilo de Petra, aunque en terreno abierto frente a los cerrados cañones de Petra.
Qsar Al Farid
El lugar donde se localizan las tumbas es también un lugar único, especial. Un lugar sagrado al que se llega atravesando una pequeña garganta para llevarnos hasta un circo rocoso abierto y despejado. Qsar Al Farid se levanta en ese escenario como un mudo testigo de una de las culturas más desconocidas de la Antigüedad, la cultura nabatea. Un gran tumba excavada en un macizo de arenisca en algún momento de la primer siglo a de C., en una zona del asentamiento no muy lejana del centro de Hegra, al suroeste del lugar, y cuya fachada aparece sin terminar de esculpir. Qsar Al Farid significa en árabe castillo solitario, pues se ubica completamente separado del resto de las 93 tumbas que componen el conjunto funerario. Además de por su tamaño, es de mayores dimensiones que el resto, Qsar Al Farid se distingue por su decoración arquitectónica. La mayoría de las fachadas de Madain Saleh se decoran con dos pilastras a cada lado de la fachada, mientras ésta presenta dos columnas nabateas en la parte baja. La tumba tiene también una inscripción en la que se puede leer “Para Hyyan bin Kuza y sus descendientes”.
Hegra quedó abandonada y su época de auge y florecimiento quedó olvidada. Otros pueblos ocuparon las ruinas de la ciudad, pero la majestuosidad y belleza de Qsar Al Farid sigue hablándonos de una cultura capaz de dejarnos unas ciudades mágicas y asombrosas. Así, las investigaciones del Instituto de Astrofísica de Canarias y el CSIC demuestran cómo los nabateos tuvieron presente en sus construcciones arquitectónicas la interactuación del paisaje y los movimientos del sol, la luna y los astros logrando impresionantes efectos de luz, algo que también se constata en Qsar Al Farid.
Desde 2008 está protegido y considerado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. A la vista de los últimos acontecimientos, ¿Crees que la pérdida de este tipo de patrimonio arqueológico es una grave daño para la toda la Humanidad?