Japón es un país con una cultura muy interesante. Si bien gran parte de ella proviene de China y de las olas migratorias de Asia y de las islas del Pacífico, al mezclarse produjeron una cultura diferente a otras culturas asiáticas.

Y como de mezclas se trata, surge una figura llamativa dentro del panteón japonés, una especie de deidad menor que se ha convertido luego en el protector y padre de las artes marciales. Hablamos, claro, del demonio Tengu.

El espeluznante demonio Tengu, el hombre-pájaro japonés

Es tan antiguo que no se conoce exactamente su origen, aunque muchos opinan que proviene de algunas creencias chinas. La palabra tengu viene del chino tian-gou, y lo curioso es que se escriben con los mismos caracteres. Este tian-gou era un espíritu maligno que habitaba en las montañas, y se traduciría como “perro celestial”.

Pero, ¿cómo es el tengu? Es una gran criatura rojiza (el color usual para los demonios), de nariz extremadamente larga y ojos amarillentos, una extraña combinación de humano y ave; ostenta unas grandes alas a su espalda y vive, como ya dijimos, en lo profundo de los bosques.

Tengu_Nariz_Roja

Siendo espíritus, tienen una enorme facilidad de transportación, pudiendo ir de un lugar a otro apenas en segundos, y se los suele describir como aves rapaces o como hombres con cara de pájaro. En el arte tradicional japonés son representados como criaturas humanas con pico, o con una nariz muy larga en forma de pico, alas y plumas en la espalda, cola, garras en manos y pies; a veces también se ven cubiertos de escamas, dientes muy afilados, orejas puntiagudas y, de nuevo, patas de ave.

Tengu_Estatua

Lo que se tiene en claro es que son deidades que descienden de los pájaros, y algunas otras fuentes dicen que es un hijo del dios de la tormenta, Susanowo-no-mikoto.

Solían devorar niños y secuestrar a los monjes budistas y enviarlos al infierno, pero algunas historias nos relatan que los tengu se convirtieron al budismo.

Esto podría señalar el sincretismo entre el budismo, proveniente de China, y el sintoísmo, la religión nativa de Japón, en donde se adoraban los espíritus de la naturaleza, y lo que resultó fue la apropiación y aceptación de dioses de las dos religiones. Aquí es cuando el carácter del tengu cambia y se torna de cruel y malvado a travieso, que incluso ayudaba a los niños perdidos a llegar a sus casas. Sin embargo, continuaron siendo arrogantes y orgullosos.

También se les da el papel de fundadores de escuelas de esgrima y de jujitsu y se dice que reivindican las artes marciales como manifestaciones divinas. En Japón existe el templo de Takao, al oeste de Tokio, que es el que tiene más tengus en todo el país.

Tengu_Templo

Incluso hay algunas tradiciones que afirman que los tengus son reencarnaciones de samuráis muy valientes, y se les atribuye el ser el padre de los ninjas.

Actualmente existe la expresión japonesa tengu ni naru (convertirse en tengu) que alude a personas muy orgullosas o vanidosas.

Pero ten cuidado si paseas a solas por caminos boscosos japoneses, pues el demonio tengu puede estar acechándote, aunque sea tan sólo para asustarte. Para que tengas más información, lee sobre criaturas de la mitología japonesa.