A lo largo de la historia son muchos los fenómenos que nos han marcado como civilización, y que han dejado un saldo de tragedia. Desde la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto Judío, hasta el actual conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. En Supercurioso nos apasiona navegar en la historia, pues creemos que, si aprendemos de ella, serán menos los errores repetidos. En esta oportunidad queremos viajar hasta mediados del siglo XX para hablarte de un fenómeno misterioso y de resultados catastróficos. Se trata de la Gran Niebla de Londres o gran smog. En pocos días murieron más de mil personas, y en los siguientes, hasta ocho mil. Acompáñanos a conocer qué ocurrió en este episodio oscuro de la historia.
Conoce qué fue la Gran Niebla de Londres
¿Alguna vez te has imaginado la posibilidad de toparte con niebla asesina? Aunque parezca de cuento de terror, la realidad es que esto efectivamente ocurrió. Viajamos hasta la mitad del siglo XX y nos situamos en la ciudad de Londres. Fue entre el 4 y el 9 de diciembre de 1952 cuando ocurrió la tenebrosa Gran Niebla de Londres, que acabó con la vida de aproximadamente mil doscientas personas.
El gran smog tuvo un contexto postguerra. Inglaterra, al igual que el resto de Europa, intentaba reponerse y avanzar tras la devastación de la Segunda Guerra Mundial. Londres invertía nuevamente en el engranaje de sus industrias, en su combustible, en que sus chimeneas lanzaran nuevamente continuas bocanadas a la atmósfera acelerando su producción.
Bien es cierto que la niebla es algo bastante habitual en la capital británica. Es fácil asociar sus calles, sus puentes y las cercanías del Támesis a ese velo blanco tiñendo y desdibujando la ciudad en los días de invierno. Pero lo que ocurrió aquella semana de diciembre, fue algo muy poco común. La llamada Gran Niebla de Londres tuvo connotaciones nunca antes vistas, que incluso marcaron un antes y un después en la historia de la ciudad.
1. El contexto y las causas de la niebla asesina
A final de año, en medio de un duro invierno, un gran anticiclón se posó sobre Londres, atrapando las capas de aire frío en la zona inferior con otras de aire más cálido en las zonas más altas.
Las causas principales del Gran Smog de Londres pueden atribuirse a una combinación de factores meteorológicos y contaminación atmosférica proveniente de la quema de carbón y otros combustibles fósiles. Todo ello originó un espeso manto de niebla.
Los niveles de contaminación de esta ciudad eran muy elevados: las chimeneas de las fábricas vomitaban carbón, al igual que las de los miles de hogares de los ciudadanos, intentando defenderse de la crudeza de aquel invierno.
Fue la combinación de humo, dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y otras partículas contaminantes en la atmósfera la que creó una niebla espesa y altamente contaminada. Y a esta contaminación ambiental había que sumarle la de los vehículos, miles de coches circulaban por las calles londinenses con sus motores diesel.
El gran smog fue creciendo y la mezcla se hizo simplemente letal. La atmósfera se convirtió en veneno puro. En un manto espeso y oscuro donde no podía verse nada más allá de los dos metros de distancia. Londres, quedó cercada y ahogada por una niebla tan densa donde no solo era imposible circular en coche o autobús, los transeúntes tampoco podían moverse o dar un paso con normalidad… y lo que era peor, tampoco podían respirar.
2. Las consecuencias del gran smog
En una sociedad ya golpeada por la guerra y el hambre, la Gran Niebla de Londres tuvo graves consecuencias en la salud de la población. Los hospitales empezaron a llenarse de gente con problemas graves de cianosis, bronquitis, hipoxia, bronconeumonías… efectos originados por esa niebla asesina y venenosa henchida de contaminantes, de elementos nocivos concentrados por ese fenómeno donde se hallaban además altísimos niveles de azufre, hollín y dióxido de carbono.
Los primeros en fallecer como consecuencia del gran smog fueron aquellas personas aquejadas por problemas respiratorios. Más tarde fueron los niños, los ancianos… y cómo no, personas que perdían la vida a causa de los innumerables accidentes.
Pero aún hay más, si no era suficiente con aquel manto nocivo de niebla, hubo que sumarle la mala fe de aquellos que quisieron aprovecharse de ese escenario para robar y asaltar casas, tiendas y bancos. Los policías no podían llegar a todas partes, de hecho, ni siquiera podían circular por una ciudad caótica donde apenas se veía más que las luces de las farolas suspendidas en una oscuridad eterna.
La niebla asesina hizo mella en la ciudad. No solo se llevó la vida de 1200 personas durante esos días, sino que meses después, y a causa de aquella concentración de tóxicos, fallecieron 8000 personas más.
El “Gran Smog” del 1952 y el desastre acaecido bajo su influjo, indujo posteriormente a la firma del Acta de aire limpio. Con el fin de eliminar las combustiones de carbón en industrias y hogares, e impedir así semejantes fatalidades, un hecho que aunque no muy conocido, que bien merece ser recordado para comprender los efectos que la contaminación puede tener en nuestras vidas.
Y tú, ¿Conocías la interesante historia de la Gran Niebla de Londres? ¿Qué opinas de cómo podemos aportar para tener un medio ambiente menos contaminado? Si este tema ees de tu interés, deja que te inspiren estas frases de medio ambiente. Anímate a dejarnos todas tus opiniones en un comentario.
Y si este tema ha llamado tu atención y te gustaría conocer otra interesante leyenda de la ciudad de Londres, no te pierdas esta misteriosa historia que habla sobre los fantasmas en el metro de Londres. ¡Hasta la próxima!