No conocemos su nombre, solo el historial de este curioso caso que se describió en un trabajo de la Universidad de Chicago, dirigido por la neuróloga Stephanie Cacioppo. Se trata de un hombre de nacionalidad argentina que roza los 50 años y que, tras un infarto cerebral, se sorprendió a sí mismo por no padecer apenas ninguna secuela tras este sobresalto para su salud. Todo parecía ir bien.

Eso es lo que creyó en un principio, hasta que poco a poco, fue percibiendo algo inusual y desalentador… No podía amar, era incapaz de enamorarse y de mantener el romanticismo en su vida. Seguía manteniendo el deseo sexual, las mujeres le seguían gustando y las deseaba, sin embargo, no podía amar.

¿Quieres saber a qué se debía todo ello?

La diferencia entre amar y el deseo sexual

Lo sabemos. Uno puede desear físicamente a alguien y no amarlo. Se puede mantener sexo sin amor, sin embargo, a la hora de mantener una pareja a largo plazo, no hay pilar más reconfortante, esencial y satisfactorio que el amar y sentirse amado. De todo ello era muy consciente el protagonista de esta historia, quien después de haber padecido un infarto cerebral, descubrió con incomprensión que había perdido esa capacidad.

5139029273_25c891fa2d_o (Copy)

No sentía cariño, cercanía o complicidad por sus parejas. En el pasado nunca había sido así y se sentía casi desesperado, de ahí que acudiera una vez más a sus doctores para exponer su caso creyendo que no iban a entenderle. Fue entonces cuando lo remitieron a una especialista, nada más y nada menos, que en neurología del amor, la doctora Stephanie Cacioppo.

Después de unas pruebas y una resonancia magnética, se descubrió dónde estaba el problema. El infarto cerebral padecido por nuestro paciente, había afectado a una zona muy específica, la ínsula inferior. Se trata de una estructura muy pequeña, localizada en una zona bastante profunda de las cortezas temporal y parietal. ¿Y cuál es su función? Las emociones, regir nuestros sentimientos, construir una relación afectiva, tomar decisiones relacionadas con los afectos, con el amor, con valorar las cosas desde un punto de vista más subjetivo.

kiss-520054_1920 (Copy)

Según la doctora Cacioppo, el paciente era capaz de sentirse atraído sexualmente por «posibles parejas», pero había perdido por completo la capacidad no solo de enamorarse, sino de ofrecer afecto, de seducir, de ser romántico, de enamorar a alguien. La atracción física se centra solo en los cuerpos, pero el amor, busca personas, ahí donde hemos de valorar muchos más aspectos que van más allá de la simple apariencia o lo que ven nuestros ojos. El amor, es eso «que no podemos explicar» y que a la vez, lo es todo. Aspectos conscientes e inconscientes, activaciones neuronales profundas que nos trascienden y que requieren de un procesamiento mucho más abstracto.

love_lost-1438439 (Copy)

De momento, este hombre no tiene solución a su problema. Deberá vivir una vida un poco más gris y más vacía, donde el amor, ya no respirará en su corazón, debido a esa lesión en una parte muy profunda de su cerebro.

Una lástima, no hay duda. Y recuerda, si te ha gustado este artículo, descubre también 6 síntomas de que estás enamorado.