El Oráculo de Delfos fue un lugar sagrado en Grecia, que data, por lo menos, del siglo VIII antes de Cristo, y estaba dedicado al dios Apolo. Los oráculos, para los griegos, eran fundamentales, y más que servir para prever el futuro representaba para los griegos un medio por el cual resolver dilemas éticos, conflictos políticos y morales, lo que era fundamental para el buen funcionamiento de la primera sociedad demócrata que está registrada en la historia del mundo.

Los griegos debatían. Era su manera de llevar la vida, a través de los argumentos, de lo cual dejaron para años posteriores toda una tradición cultural que, pese a haber pasado por años de oscurantismo y cientos de guerras, sobrevive hasta hoy. Ahora, ¿esto quiere decir que los griegos eran puramente racionales? La respuesta es no. Como todas las culturas antiguas y originarias, dependían profundamente de la religión para las cosas a las que no le encontraban explicación, y se regían bajo sus designios, los cuales buscaban muchas veces en las más simples señas del mundo, como un águila cargando en sus garras una serpiente (como vimos en una escena de Troya), pero también a través de los oráculos y las pitonisas.

Es en este escenario es que debemos colocar la cuestión de por qué el conocido Oráculo de Delfos era tan importante en la Antigua Grecia. Y hoy, en Supercurioso, nos proponemos dar con la respuesta. ¿Nos acompañas a descubrirla?

Por qué el Oráculo de Delfos era tan importante en la Antigua Grecia

En primer lugar, hay que entender que si bien la mitología griega contaba con toda una gama de dioses (aquí puedes descubrir los Dioses Griegos y del Olimpo), Apolo ocupaba un lugar muy especial entre ellos. El oráculo de Delfos había sido erigido originalmente a Apolo, por lo cual era, para los griegos, de gran importancia, ya que se consideraba un lugar protegido por el dios y, además, contaba con sus buenos designios. Pero vamos por partes:

1. Apolo y el Oráculo de Delfos

Es, como dijimos arriba, uno de los dioses más importantes de la cultura griega, puesto que era hijo de Zeus y Leto, y era considerado el dios de las artes, pero también un gran defensor, de arco y flecha, que desde los cielos cuidaba a los suyos. Fue representado muchas veces como el sol, por ser identificado como una gran luz, y el filósofo alemán Nietzsche lo consideró, en su libro El Nacimiento de la Tragedia, como uno de los dos dioses fundamentales (junto con Dionisio) de la tragedia y la cultura griega.

Apolo era temido por casi todo los dioses, y solo su padre, Zeus, el líder del Olimpo, y su madre podían contenerlo. A él, al dios de las múltiples plagas, pero también el de la curación y el perdón, uno de los mandamases del Olimpo, a él, decíamos, estaba dirigido el templo que coronaba el Oráculo de Delfos.

2. ¿Cómo funcionaba en Oráculo de Delfos?

Lo que se sabe en la actualidad del oráculo de Delfos no es demasiado exacto, aunque lo que sucedía en su interior está relatado en varios textos antiguos. En todo caso, sabemos que su funcionamiento básico estaba constituido y era responsabilidad de los sacerdotes y las pitonisas. Los sacerdotes eran los encargados, principalmente, de resguardar el templo y de mantenerlo todo adecuado para que despertar las iras de Apolo, mientras que las pitonisas funcionaban como medio de comunicación directo con el dios, pues eran estas las que proporcionaban las respuesta directas a las consultas realizadas, interpretando los designios de Apolo a través de sí mismas.

Siglos después, a finales de los años 90, varios científicos descubrieron que justo debajo del templo varias fallas subterráneas en el pavimento de piedra caliza que, según los expertos, podían crear fricción que, sumada al calor, podía terminar por producir productos petroquímicos en la piedra caliza que eran expulsados en forma de vapor, lo que podía explicar el extraño trance en el que se solían encontrar las pitonisas.

3. La importancia del Oráculo de Delfos

En la actualidad, siguen en pie algunos de los muros y bases que alguna vez conformaron el Oráculo de Delfos, y se ha convertido en un lugar muy popular que se incluye en todo itinerario sobre qué ver en Atenas. Ahora bien, ¿es su importancia solo turística? No. El Oráculo de Delfos es un lugar histórico, el recuerdo de una época en la que Aquiles se disputaba con Héctor (según cuenta el mito homérico) y en la que se empezaban a fundar las sociedades.

Cerca de allí el famoso Sócrates soltó su arenga, aclarando: «Solo sé que no sé nada« y cerca del cual también fue obligado a beber la cicuta. El Oráculo de Delfos fue, por varios siglos, el centro de la civilización occidental, y el norte de esa herencia cultural que llega hasta nosotros.

Si, de casualidad, por curiosidad histórica o por alguna búsqueda de tus propias raíces, vas hasta Grecia, no dejes de pasar por el Oráculo de Delfos y trata de rememorar, entre sus muros, aquellos pedazos de historia de la humanidad que allí se vivieron, y que hasta aquí nos han traído.