Quién no ha imaginado que se encuentra sélo en una emergencia y no hay forma de que acuda nadie en nuestro auxilio; que necesita ayuda médica urgente y no puede moverse ni llamar a nadie. Este es el caso que os presentamos: ¿Es posible hacerse una auto-cesárea? ¡Una mexicana lo hizo! Y, lo más importante, sobrevivieron ella y el bebé.

¿Es posible hacerse una auto-cesárea? ¡Una mexicana lo hizo!

El caso que os presentamos requiere, a mi parecer, de un valor inigualable. Las ganas de que su hijo sobreviviera  condujeron a esta mujer a realizar acciones que van más allá de lo normal. Es el único caso que se conoce de mujer que se practicó una auto-cesárea y sobrevivió.

El nombre de la madre es Inés Ramírez y los hechos ocurrieron el 5 de marzo del año 2000. Inés rondaba los 40 años y este iba a ser su séptimo hijo. Hacía 3 años había dado a luz a un bebé muerto y no quería que esta vez ocurriera lo mismo. Su casa estaba en una zona rural de México cercana a Río Talea. El hospital más cercano distaba 80km. de su hogar. Cuando los dolores de parto empezaron no había ningún adulto cerca que pudiera ayudarla. En los otros partos fue su marido el que hizo de comadrona, pero esa noche no se encontraba en la casa. Es importante saber que Inés, una campesina que prácticamente no habla español, no tenía ningún tipo de instrucción médica.

auto-cesárea

Después de 12 horas de dolores, y viendo que el parto no avanzaba decidió que si su hijo moría moriría ella también y si sobrevivía también lo haría ella para verlo crecer. Pidió auxilio a Dios y, confiando en que la ayudaría, se sentó en un banco y después de beber varios tragos de alcohol para desinfectar, se abrió el abdomen. Con un cuchillo de cocina hizo un corte en diagonal que iba por encima de su estómago hasta el ombligo. Tras una hora de trabajo llegó hasta el útero y extrajo al bebé. Después de cortar el cordón umbilical que la unía al niño se desmayó.

México

Cuando recobró el conocimiento ató su abdomen con un jersey y mandó a su hijo de 6 años a pedir ayuda. Volvió con el asistente médico de la aldea y un compañero de éste, que la encontraron consciente y con el bebé a su lado. Cosieron la incisión de 17 cm. y organizaron el traslado hasta el hospital más cercano que quedaba a más de 8 horas de camino.

Los ginecólogos que la trataron en la clínica, que son los que dieron a conocer el caso, dijeron que sobrevivió a la auto-cesárea gracias a la posición en que se encontraba cuando se practicó la incisión. El útero quedó por encima de los intestinos. También creen que fue una suerte que la cantidad de alcohol para friegas que tomó no fuera letal. La mujer se hizo famosa al salir publicada su odisea en la revista «International Journal of Gynecology and Obstetrics».

Si te ha interesado esta historia de valor, quizá quieras leer la historia de Ella Harper, la «niña camello».