Una de las frases de piratas reza: «Bajo el liderazgo de un hombre, todos han elegido huir. Veremos cómo se comportan bajo la mano de una mujer». Inspirados por estas palabras, hemos decidido contarte un poco sobre Grace O’Malley, jefa del clan O’Malley. Veamos que nos depara esta aventura en alta mar.
Las leyendas de piratas han capturado la intriga, el interés y la curiosidad de miles de personas a lo largo de los siglos. Historias de piratas reales como el Negro Bart Roberts, Henry Morgan, Francis Drake o Edward Teach (El célebre Barba Negra) se han convertido en verdaderos íconos. Pero en lo que respecta a las féminas, son pocos los casos que la historia nos señala con relación a piratas mujeres.
Aunque pocas, las corsarias se las arreglaron para grabar sus nombres en la historia, con hechos que marcaron huella en la tierra y en el mar. Y uno de los casos más célebres es el de Grace O’Malley, jefa del clan O’Malley y reina de Umaill. Esta increíble mujer fue conocida como la reina pirata en el siglo XVI, y supo hacer honor al lema de su familia: Poderosos por tierra y por mar. Acompáñanos en Supercurioso, a conocer su historia.
¿Quién fue Grace O’Malley, «la reina pirata»?
Grace O’Malley nació en Irlanda, en el condado de Mayo en 1530 y falleció en 1603. Era hija de Eoghan Dubhdara O’Malley, jefe del clan O’Malley, que tenía su base en Clew Bay. La zona bajo su gobierno se denominaba «Umall» y estaba protegida por varios castillos costeros.
Tenía además una extensa flota de barcos y cobraba impuestos a los pescadores que trabajaban por allí. El contexto histórico en el que nació marcó de alguna forma su vida. En aquella época gobernaba Enrique VIII de Inglaterra. Su Irlanda natal era semi-gobernada por los ingleses, pero se olvidaban en ellos a la hora de tomar decisiones. Esto permitía que el clan O’Malley y otras familias notables mantuvieran cierto grado de autonomía.
Desde muy pequeña, Grace O’Malley hizo sentir el carácter que la diferenciaba. Era conocida con el apodo de «Gráinne Mhaol», que recibió cuando era niña. El padre de Grace iba a partir hacia España en una expedición comercial y la pequeña quería ir con él. La madre para disuadirla le dijo que no podía embarcarse, ya que sus largos cabellos se enredarían en las cuerdas de la nave. Grace, para convencer a su padre, se cortó prácticamente todo el cabello. «Gráinne Mhaol» significa «calva» o «de cabello muy corto». Recibió una buena educación e incluso hablaba latín.
A los 16 años se casó y tuvo 3 hijos. El tercero de los cuales la defraudó, traicionando a la familia al unirse a su enemigo. A la muerte de su medio hermano, Grace quedó como heredera de las propiedades de su padre y se instaló en el castillo familiar, pasando a dirigir el clan O’Malley. Enviudó y volvió a casarse con un hombre al que despidió al cabo del primer año, siguiendo las leyes de la época, y se quedó con su castillo. De su segundo matrimonio tuvo otro hijo.
Una mujer de liderazgo
El clan O’Malley era una familia poderosa, que históricamente se había dedicado a la navegación, al comercio marítimo internacional, al cobro de impuestos a los buques pesqueros y también a las actividades de piratería. Eran, además, propietarios de una serie de castillos en la costa oeste del país, y de una flota mercante. Grace O’Malley fue una hábil heredera. Aprendió junto a su padre a llevar los negocios de comercio internacional y navegación.
Según relata su biógrafa, Anne Chambers, desde muy joven la pequeña Grace aprendió a ser una destacada representante del clan O’Malley. Se cuenta que «aprendió sobre mareas, corrientes y los estados de ánimo del mar, para convertirse en una profeta del clima, para saber cuándo zarpar y cuándo quedarse en tierra; conocer la capacidad de los barcos que navegó, sobre lienzo y guindaleza, lastre y ancla, navegar por estrella y brújula; para aprender sobre los peligros de la traicionera costa irlandesa”.
Gracias a estas habilidades que entrenó con determinación, Grace O’Malley cosechó el protagonismo de montones de historias. Asaltó castillos, defendió sus propiedades, persiguió enemigos al frente de sus hombres y se convirtió en una temida pirata.
Sus barcos controlaban el acceso de otras naves a los puertos cercanos y exigían el pago de un impuesto o la entrega de una parte de la mercancía. Cuando eran abordados, si se resistían, eran combatidos con violencia, acabando en muchas ocasiones la refriega con la muerte de algunos hombres. Una vez finalizado el ataque, las naves de Grace O’Malley desaparecían con su botín ocultándose en alguna ensenada o bahía de la zona.
El encuentro entre Grace O’Malley y la Reina Isabel I
Y sin duda que uno de los episodios más destacados en la vida de Grace O’Malley fue su increíble encuentro con la Reina Isabel I de Inglaterra. Eran muchas las razones por las que la jefa del clan O’Malley quería reunirse con la reina. Pero aquel encuentro no admitió más postergaciones en el momento en que dos de sus hijos y su medio hermano fueron capturados por las fuerzas inglesas.
Concretamente a su hijo Tibbott se le acusó de traición en un enfrentamiento con su enemigo, el militar inglés Bingham. Aquello era considerado un delito grave, que se pagaba con la muerte.
La leyenda cuenta que al saber a su hijo al borde de una condena fatal, Grace O’Malley capitaneó uno de sus barcos, dejando a un lado su historial pirata y los miedos que ellos pudieran alimentar para un encuentro con la monarquía. Los piratas capturados como rebeldes eran ahorcados, pero Grace O’Malley de igual forma emprendió la travesía. Fue descalza, vestida con un traje típico irlandés y se presentó ante la reina como una fiel súbdita de su alteza real. Declaró que durante cuarenta años se vio obligada a tomar las armas por la fuerza, pero que ahora, entrada en años, pedía a su majestad un acuerdo razonable que le permitiese retirarse en paz. Anunció además su disposición de enfrentar a espada y fuego a todos los enemigos de la corona, donde sea que estuviesen.
Grace O’Malley y la Reina Isabel I mantuvieron un diálogo en latín, puesto que Grace no hablaba inglés y la monarca no hablaba gaélico. Además de limar asperezas y de lograr un reconocimiento mutuo, la jefa del O’Malley logró el perdón para su hijo Tibbott, quien fue liberado de la presión en Athlone a fines de septiembre de 1593.
Y tú, ¿Habías escuchado hablar de la historia de Grace O’Malley y su legendario clan? Esta mujer no solo desafió los convencionalismos para adueñarse del mar y las actividades económicas que gracias a él se generaban. También tuvo la valentía de presentarse en frente a la reina de Inglaterra, sin importar las advertencias sobre una captura y muerte que quizás eran inminentes.
Sin duda uno de esos personajes realmente fascinantes. Y si te interesa conocer más sobre las pocas, pero fieras mujeres piratas de la historia, no te pierdas nuestro artículo sobre la pirata Anne Bonny, la valiente pirata del Caribe. Igualmente, acompaña estos artículos con frases de valentía, para recordar a esas mujeres que han hecho historia.