Durante siglos, las brujas fueron para la mayoría de la población seres malignos que adoraban al diablo en aquelarres y que causaban desgracias a sus vecinos. Las imágenes de brujas que tenemos en mente muchos de nosotros provienen de la pintura holandesa del siglo XVI y especialmente de las obras del maestro Brueghel. Desde la antigüedad encontramos referencias escritas sobre las brujas. Éstas eran temidas por sus contemporáneos, reprobadas e incluso, en diferentes épocas y lugares, se prohibió la brujería, pero no fue hasta la Edad Media cuando se inició una verdadera caza, especialmente de mujeres, consideradas brujas. Acompáñanos a conocer varias imágenes de brujas que han calado en el imaginario colectivo durante siglos.
Imágenes de brujas que han influido en la historia
Una bruja es una mujer que practica la brujería. La brujería es el conjunto de creencias, conocimientos y actividades que llevan a cabo un grupo de personas, especialmente mujeres, que se cree que tienen habilidades mágicas y que las utilizan para causar daño. En la Edad Media se desarrolló la idea de que en general las brujas eran del sexo femenino debido a que, al no poder las mujeres ser sacerdotes de la iglesia, buscaban otro amo y así entraban al servicio de satán.
Entre las primeras imágenes de brujas que encontramos en la historia de la pintura está este grabado de Alberto Durero, nacido en Nuremberg en 1471 y fallecido en 1528. No se sabe exactamente de dónde sacó algunos de los elementos que más tarde veremos reproducidos una y otra vez en las imágenes de brujas a lo largo de los siglos, aunque se cree que pueden venir de una obra de Andrea Mantegna llamada «La batalla de los dioses marinos» en la que hay una personificación de «Invidia» (la envidia), el vicio que más se asocia con las brujas desde la antigüedad.
En esta imagen ya podemos apreciar algunos de los elementos clásicos de las supuestas brujas: monta un macho cabrío, símbolo del diablo, va desnuda y sus pechos parecen ubres, lleva una escoba en la mano y su cabello toma una extraña dirección como manifestación de su poder. Además, en su rostro feo, arrugado y rabioso, la boca parece gritar al mundo y maldecirlo.
Tras Durero, fue Brueghel (1525-1569) quien proporcionó las más influyentes imágenes de brujas. Veamos este ejemplo:
Si os fijáis en la chimenea, podéis ver la que se cree que es la primera imagen de una bruja montando en escoba.
Siguiendo la inspiración de Brueghel encontramos impactantes imágenes de brujas, obra de artistas posteriores como estas de David Teniers (1610-1690):
Sin embargo, si un pintor ha recreado en sus obras lo que se creía que era el mundo de las brujas a pesar de ser completamente escéptico, este ha sido Francisco de Goya. En Supercurioso os hablamos de su pintura titulada «El aquelarre» y de la relación que tenía con el proceso a las brujas de Zugarramurdi y ahora vamos a ver esa y algunas imágenes de brujas más, creadas por el genial artista.
Además de las pinturas, Goya dejó muchísimos dibujos con la temática de la brujería, todos ellos terroríficos. Sin embargo, en el siglo XIX, los pintores prerrafaelitas, lejos ya de las supersticiones y la visión religiosa de siglos precedentes, crearon imágenes de brujas muy diferentes. No eran buenas, pero eran bellas:
Cómo son las Brujas
A la pregunta de cómo son las brujas es difícil responder ya que en cada momento histórico se les han atribuido cualidades diferentes tanto físicas como morales. En general y hasta el siglo XIX, se pensaba que tenían en su cuerpo algunas señales producidas por el contacto que mantenían con el diablo y que tomaban la forma de verrugas o marcas en la piel. Sin embargo, no debía ser fácil saber cómo son las brujas y distinguir quién era bruja y quién no, ya que existían numerosas y terroríficas pruebas para demostrar que una mujer era una bruja.
Brujas reales
Si las brujas son «mujeres que utilizan sus habilidades mágicas para causar daño» y esta definición es correcta, posiblemente las brujas reales no existen. Sin embargo, han sido muchas las mujeres que a lo largo de la historia han sido juzgadas y condenadas como brujas reales, en Supercurioso os hemos hablado de algunas de ellas como Alice Kyteler, Lilias Adie, Agnes Waterhouse, Anna Göldin o la más reciente Helen Duncan.
Por qué la mayoría son imágenes de brujas feas
La razón por qué las imágenes de brujas feas son un hecho muy común, especialmente en tiempos pasados, puede tener dos explicaciones. La primera es la creencia de que esas mujeres que se relacionaban con el diablo y la maldad no podían ser bellas ,ya que su cara tenía que traducir necesariamente el embrutecimiento espiritual, la locura y el delirio que todo ello suponía. Por ese motivo dibujar imágenes de brujas feas, viejas, arrugadas, con los ojos desorbitados y las bocas torcidas era lo habitual.
La maldad se reflejaba en la cara, en este «Aquelarre» de Goya vemos a la joven de la silla a la derecha, que acude por primera vez a la cita con el «gran cabrón» y aún conserva su belleza. A medida que la supuesta perversión se apodere de ella, su rostro será feo como el de las demás.
La segunda explicación es que las féminas que eran acusadas de brujería eran principalmente personas mayores, viudas sin recursos, mujeres con algún tipo de problema mental, etc. que posiblemente reflejaran en sus rostros el padecimiento que sufrían en sus vidas y esto fue lo que llevó a los artistas a plasmar en sus obras imágenes de brujas feas o poco agraciadas.
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