En Supercurioso te contamos una vez la deliciosa historia de la pizza, esta vez queremos presentarte algunas comidas típicas europeas que, sin embargo, cuentan con ingredientes americanos. ¿Qué habría sido de la comida europea sin el descubrimiento de America?

Ingredientes americanos, comidas europeas

¿Os imagináis una tortilla a la española sin patatas? ¿O la salsa napolitana sin tomates?

Los incas no comían patatas a la francesa

Así es, la patata es originaria del Perú, en la zona sur, y el noroeste de Bolivia, de hecho es uno de los principales cultivos, y se conocen más de 25 especies. Es la base de la alimentación andina.
Los pueblos nativos de los Andes cultivaron este tubérculo por siglos. El nombre antiguo quechua (el idioma hablado por los incas) es “papa”, y así se conoce en América.

Cuando la patata pisa suelo europeo

A Europa llegó la patata por dos vías: una, España, claro, porque las tierras conquistadas estaban bajo el dominio de la corona española. Y la otra vía fueron las Islas Británicas, desde donde efectivamente se expandió a toda Europa.

Al principio era considerada una planta ornamental, demasiado bella para ser comida; de hecho consumían los frutos de la planta en lugar de su raíz, lo cual provocaba frecuentes dolores de estómago y envenenamientos, y que generó severos prejuicios en su contra. Hasta que descubrieron cómo se comía y se preparaba.

patatas

Ya en Irlanda se cultivaba la patata en el siglo XVII, donde parecía ser un cultivo perfecto para una isla pobre, pues tenía un rendimiento bastante superior al de los cereales y podía sembrarse en terrenos pedregosos y empinados. Además, no había que trillarla ni molerla, como los cereales.
Alemania, bajo mandato de Federico II el Grande, empezó a cultivar la patata en 1756 como alimento. Y Holanda es hoy el principal productor de patata del mundo.

Suiza, Francia, España, Italia, Holanda, Rusia… y la lista sigue. Podríamos mencionar algunos platos típicos europeos donde la patata es la protagonista: los gnocchi italianos, la tortilla española, las patatas fritas a la francesa, y hasta el vodka ruso. En distintas épocas, la patata ha calmado la hambruna europea.¿No os parece curioso?

La “manzana de oro”

El tomate, en lengua náhuatl, quiere decir “fruta con ombligo”. Llegó a Europa gracias a los conquistadores, en el siglo XVI.

México y Perú son considerados como orígenes de esta fruta de los dioses, incluso se piensa que en ambos lugares las culturas precolombinas domesticaron independientemente el cultivo, consumiéndolo antes de la llegada de los españoles.

tomate

Cuando éstos conquistaron las tierras americanas, distribuyeron los tomates en todas sus colonias caribeñas, incluso Filipinas, y fue por allí como el tomate entró a Asia.

En 1540 llega a Europa, y el clima mediterráneo fue propicio.

Según algunos registros, los primeros tomates que fueron cultivados en Italia eran de color amarillo y los describió Piero Andrea Mattioli, un botánico, como pomo d’oro (manzana dorada), nombre con el cual hasta hoy se designa en italiano al tomate.

Salsa napolitana de origen español, con ingrediente americano

El descubrimiento de un libro de cocina publicado en Nápoles en 1692 aportó datos bien curiosos: si bien indicaba cómo hacer la tradicional salsa napolitana, hay registros de que el autor tomó sus recetas de fuentes españolas.

Espaguetis napolitana

El intercambio entre el viejo y el nuevo mundo ha hecho posibles innumerables combinaciones, enriqueciendo las gastronomías aquende y allende los mares.

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