La Bóveda del Fin del Mundo es un espacio diseñado para soportar cualquier cataclismo y preservar el suministro de alimentos de la humanidad, sin embargo, el cambio climático, provocando que cantidades inesperadas de agua penetraran la bóveda, está amenazando la integridad de este refugio. Descubre que ha pasado.

La inundación de la bóveda del Fin del Mundo debido a las bajas temperaturas en el invierno

Durante el otoño pasado, las cálidas temperaturas hicieron que una considerable cantidad de agua irrumpiera en la entrada de la llamada bóveda del Fin del Mundo («Doomsday»), que fue construida en el Ártico y es considerada una de las últimas esperanzas de la humanidad en caso de una catástrofe global.

Así lo informó la compañía que gestiona la Bóveda Global de Semillas ubicada bajo el helado permafrost de Svalbard, a medio camino entre Noruega y el Polo Norte. Tallada en la ladera de una montaña, la bóveda contiene más de 500 millones de semillas provenientes de todo el planeta, que podrían ser utilizadas para recuperar los suministros de alimentos del mundo.

Afortunadamente, a pesar de la inundación de la Bóveda del Fin del Mundo, el agua flitrada no supuso daño alguno para las semillas. Hege Njaa Aschim, portavoz de la compañía Statsbygg, explicó que el líquido penetró sólo unos 15 metros de un túnel de acceso.
¡La inundación de la Bóveda del Fin del Mundo! ¿Qué ha ocurrido?
La portavoz de la empresa señaló que se han visto cambios y detalló que el terreno está más suelto y el permafrost no se ha asentado como estaba previsto. Asimismo, explicó que el equipo directivo, junto con los científicos del clima del Centro Universitario en Svalbard, aun desconocen si el suceso fue parte de un ciclo de largo plazo, algo que empeorará rápidamente o, simplemente, algo puntual.

No obstante remarcan que no asumirán riesgos, por lo que han planeado mejorar la construcción, un proyecto que incluye quitar los transformadores de la entrada del túnel, permitir que menos gente entre al mismo y la construcción de paredes impermeables precisamente en la entrada del túnel.

Situado en la isla de Spitsbergen, la bóveda es el almacenamiento de semillas más grande del mundo, creado por el gobierno noruego en 2008. Provenientes de todo el mundo, las cajas de semillas se envían allí para garantizar su seguridad y su almacenamiento a largo plazo en bóvedas de roca fría y seca.

La construcción fue diseñada para tener una vida funcional prácticamente infinita y al ser construida a 130 metros dentro de la roca y 130 metros sobre el nivel del mar, la instalación de la bóveda está sólidamente protegida contra los peligros externos y los efectos del cambio climático, en teoría.

Sin embargo, los cambios climáticos extremos que experimenta el planeta han resultado ser un reto para el proyecto. El Ártico ha sufrido un calentamiento extraordinario, sin precedentes en las últimas décadas.

En este caso, las semillas se mantuvieron a salvo y la bóveda continúa siendo el lugar más seguro para su resguardo.

¿Te ha sorprendido la inundación de la bóveda del Fin del Mundo? Incluso en el lugar más seguro del mundo, ocurren los contratiempos.

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