Mentes brillantes como las de Leonardo Da Vinci, Galileo, Isaac Newton, Nikola Tesla o Thomas Alva Edison se cuentan entre los inventores famosos más destacados de la historia. Y es que, más allá de haber tenido aciertos y desaciertos, el resultado de su obra fue, cuando menos, brillante y trascendente. Un inventor es una persona que se adelanta a su tiempo, que construye una visión diferente del mundo que le rodea, y que con sus acciones pretende el logro de grandes transformaciones. Pero la realidad es que no todos tienen éxito en el camino. Muchos de ellos han visto cómo sus ideas se volvían contra ellos, llegando a morir a manos de sus propios inventos. Afortunadamente, en la mayoría de los casos su muerte no ha sido en vano, ya que son otros los que han tomado el relevo de la antorcha y han logrado terminar el trabajo ya iniciado. Hoy en Supercurioso queremos presentarte los casos más curiosos de los inventos que mataron a sus creadores. ¿Nos acompañas? Pues, ¡Empecemos!

Los 10 inventos que mataron a sus creadores ¡Conócelos!

1. El avión de Otto Lilienthal

Inventos que mataron a sus creadores

Iniciamos este recorrido por los inventos que mataron a sus creadores con el avión de Otto Lilienthal. Este ingeniero industrial y aeronáutico alemán fue el verdadero precursor de la aviación. En su haber se cuenta el diseño de hasta 18 modelos diferentes de aviones, y fue uno de ellos el predecesor de la que hoy se conoce como el ala delta. Realizó varios estudios en los que analizaba el vuelo de los pájaros, sobre todo el de las cigüeñas, utilizando los resultados en la experimentación del vuelo humano. Sin embargo, en el año 1896 y en medio de un vuelo de prueba, Otto caería desde una altura de 17 metros, falleciendo al día siguiente en una clínica de Berlín, a consecuencia del impacto.

2. La prensa rotativa de William Bullok

El siguiente de los inventos que mataron a sus creadores es la prensa rotativa, cuya creación se le atribuye al inventor norteamericano William Bullok. Aunque en 1843 ya Richard March Hoe había dado con un modelo de imprenta rotativa, Bullok lo optimizó notablemente, convirtiéndolo en funcional. Gracias a su máquina, grandes rollos de papel entraban en rodillos de forma automática y eran impresos por ambas caras y cortados con una navaja. Hasta doce mil hojas por hora podían ser impresas, batiendo todos los récords del momento. Pero la historia tendría un final trágico: en 1867, mientras realizaba un arreglo en la máquina, la afilada cuchilla capturó la pierna del inventor, causándole graves heridas, que le llevarían a la muerte unos días después.

3. El vagón del tren de Valerian Abakovsky

Inventos que mataron a sus creadores

Este joven ruso es uno de los casos más interesantes de nuestra lista y su nombre pasó a la posteridad por ser el inventor del Aerovagón. La realidad es que tuvo una vida humilde, en la que se dedicó a ser chófer en su Rusia natal. Pero su ingenio daba para más. Se dispuso a diseñar un vagón de tren al que equipó con un motor de avión, en el año 1917. Su objetivo era transportar a autoridades soviéticas a altas velocidades viajando de ciudad en ciudad. Durante un trayecto de prueba de Moscú a Tula, en 1921, el vagón acabaría descarrilado durante el viaje de vuelta, matando a todas las personas a las que transportaba, incluido su creador.

4. Las transfusiones de sangre de Alexander Bogdanov

transfusiones de sangre de Alexander Bogdanov

Entre todos los inventos que mataron a sus creadores, pocos han tenido tanto impacto en la salud y la vida humana como las transfusiones de sangre de Alexander Bogdanov. Médico, filósofo y político revolucionario, ideó un método con el que pretendía lograr la eterna juventud. Él mismo se hacía transfusiones de sangre, pensando que todas las personas estaban perfectamente sanas, lo cual le llevó a contraer la malaria y la tuberculosis, que terminarían con su vida.

5. La silla eléctrica de Charles Justice

Inventos que mataron a sus creadores

Y paradójicamente, así como el invento anterior facilitó la vida, este condujo a la muerte a miles de personas, incluido su propio creador. Charles Justice cumplía prisión en la cárcel de Ohio a principios de 1900. Sus carceleros le ordenaron limpiar la zona de ejecuciones y fue tal la curiosidad que estos sistemas despertaron en él, que fue ideando elementos con los que luego armaría la silla eléctrica. Los directivos de la prisión apreciaron su iniciativa, y le otorgaron la libertad condicional por buen comportamiento. Pero poco más de una década después, en 1911, Justice volvería a prisión. Fue condenado a muerte por el delito de robo con asesinato y la sentencia fue cumplida en la misma silla eléctrica que creó.

6. La cama articulada de Thomas Midgley

cama articulada de Thomas Midgley

El siguiente de los inventos que mataron a sus creadores es la cama articulada de Thomas Midgley. Este ingeniero mecánico contrajo la polio y al no poder levantarse de la cama, ideó un complejo sistema de cuerdas y poleas para hacerlo. Desafortunadamente, las cuerdas acabaron enrolladas en su cuello y murió estrangulado a la edad de 55 años.

7. El Submarino de Horace Hunley

Submarino de Horace Hunley

Horace Hunley fue un ingeniero naval que participó en la guerra civil americana. Es a él a quien se atribuye la creación del primer submarino para derribar los buques enemigos durante la batalla. Pero su invento terminaría por costarle la vida. Durante un ejercicio de entrenamiento, en 1863, acabaría derribando un barco que lo acabó arrastrando consigo hasta el fondo del mar.

8. El paracaídas portátil de Franz Reichelt

Inventos que mataron a sus creadores

El siguiente de los inventos que mataron a sus creadores fue el paracaídas portátil de Franz Reichelt. Austríaco de nacimiento, se mudó a París, donde desarrolló una destacada carrera como sastre. Pero no se conformó con aquello, sino que, siguiendo algunos modelos de Leonardo Da Vinci, se dispuso a crear un paracaídas portátil. A pesar de que en las pruebas había dado numerosos fallos, decidió aventurarse a saltar desde la Torre Eiffel en 1912. Como es de esperar, su invento no llegó a funcionar a tiempo y murió tras la caída.

9.  El coche volador de Henry Smolinski

coche volador de Henry Smolinski

Y el coche volador o Flying Pinto se suma a los inventos que mataron a sus creadores. Fue Henry Smolinski quien, en 1973, creó una especie de automóvil ensamblado a una cola de avión. A pesar de que en las pruebas todo había salido bien, no ocurrió así después, cuando se separó de su fuselaje y acabó estrellándose, dos minutos después de haber despegado. Un análisis posterior reveló que la causa había sido la gran cantidad de fallos encontrados en el propio diseño y las soldaduras del aparato.

10. El taxi volador de Michael Dacre

inventos que mataron a sus creadores

Michael Dacre también fue uno de los grandes pioneros de la aviación. Diseñó un pequeño avión que funcionaba como taxi, preparado para despegar y aterrizar en distancias cortas. Sin embargo, en el año 2009 y durante uno de los viajes de prueba, el avión se desplomó a una altura de 200 metros, llevándose la vida de su creador.

Y tú, ¿Conocías estos inventos que mataron a sus creadores? Aunque los finales fueron trágicos, contribuyeron a dar con aparatos, métodos y dispositivos que hoy por hoy tienen gran influencia en nuestra calidad de vida y actividades diarias. Si eres, como nosotros, un amante de las ciencias, no te pierdas nuestro artículo sobre los inventos que transformaron al mundo. ¡Son verdaderamente alucinantes!