La naturaleza no deja de asombrarnos con su increíble fastuosidad. Desde la imponente majestuosidad de un cielo estrellado a las sobrecogedoras cataratas de sangre de la Antártida, el mundo nos proporciona espacios de una belleza increíble. En Supercurioso hemos visto senderos mágicos o rayos volcánicos y, en esta ocasión, queremos acercarnos a un fenómeno espectacular: la cascada de fuego de Yosemite.
La espectacular cascada de fuego de Yosemite
A unos 300 km., aproximadamente, de San Francisco está el Parque Natural de Yosemite. Este parque, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es famoso entre otras cosas por sus secuoyas gigantes y su enorme diversidad biológica. Cada año, y durante muy pocos días, se puede observar en el parque un fenómeno único en el mundo: la cascada de fuego.
La gente espera durante días a que se den las condiciones climáticas adecuadas para verlo y fotografiarlo, pero algunos vuelven a su casa frustrados porque el fenómeno no se ha producido. La cascada, que parece a simple vista un río de lava cayendo por un acantilado, es un salto de agua, llamado «Cola de Caballo», que cae más de 600m. desde una roca granítica llamada «El Capitán». Este curso de agua, formado en realidad por dos pequeños riachuelos que se unen hacia la mitad del salto, es temporal. Únicamente se forma durante el invierno y el inicio de la primavera, y es durante unos días de febrero que podemos gozar del espectáculo.
En este mes los últimos rayos de sol caen sobre la cascada iluminando el agua de tal manera que parece que lo que cae no es otra cosa que fuego. Se ha de producir una alineación perfecta entre los últimos rayos de sol y el agua de la «Cola de Caballo». El ángulo en que la luz incide sobre la cascada es la pieza clave del fenómeno. Por supuesto el día no puede ser lluvioso, ni siquiera nuboso ya que el sol no incidiría sobre el agua y además se ha de estar muy atento, pues el espectáculo sólo dura unos minutos.
Todo este conjunto de coincidencias supone que ver la maravillosa cascada de fuego sea bastante difícil y, por tanto, la satisfacción del que consigue contemplarla y fotografiarla es inenarrable. Todos dicen que es una maravilla que no olvidarán mientras vivan.
Si viajas a California y tienes ocasión, una visita al Parque Nacional Yosemite es algo que no debes dejar de hacer. Mientras, puede interesarte leer: