Esta es una de esas historias curiosas que sin lugar a dudas, solo pueden suceder en los países asiáticos. Seguro que recuerdas nuestro artículo sobre la obsesión de muchas personas chinas o taiwanesas por tener los ojos más ovalados, y menos rasgados. Algo tan desconcertante para nosotros, y que les confiere su atractivo, es para ellos un verdadero suplicio.
Muestra de ello es lo sucedido con Heidi Yeh, una modelo de Taiwan que se ha quedado sin ofertas de trabajo y que, durante bastante tiempo, ha sido objeto de burlas en las redes sociales de su país. Pero… ¿de qué manera? Te preguntarás.
Fíjate bien en la foto que encabeza este artículo. Mírala a ella, a su pareja y los tres niños. Hay algo extraño ¿verdad? Analicémoslo con detalle.
La única cosa que de la que debe preocuparse es en cómo decírselo a los niños
La imagen tan singular que puedes ver es la que promocionaba una conocida clínica taiwanesa de cirugía estética. ¿Su especialidad? Occidentalizar rostros. Son «artesanos» de los ojos redondos, de suavizar narices, pómulos y reducir todo rasgo oriental para darle ese aire que muchos asiáticos sueñan con tener.
Heidi Yeh firmó con su agencia este trabajo en el cual, solo debía ser la imagen publicitaria de esta clínica y en concreto, ser «la madre de familia» ficticia de la foto, con su correspondiente «falso» marido, y sus tres «falsos» hijos.
La imagen impacta, no hay más que verlo. En ella vemos a unos padres con unos ojos muy ovalados, rostros suaves y muy atractivos. Los pequeños, por su parte, cuentan con una mirada tan rasgada que no sabemos si están despiertos o están durmiendo. Es algo exagerado, tanto que, como ya puedes intuir, la foto pasó antes por los apropiados retoques del siempre recurrido programa: te dejamos aquí el enlace para descargar Photoshop gratis.
Cuando Heidi Yeh firmó el contrato en la cláusula también aparecía el detalle de que daba permiso para que las imágenes publicitarias en la que ella estuviera, podían ser editadas sin su permiso. Y así fue, en este caso, los ojos de los niños fueron claramente modificados para acentuar la diferencia. Y de ahí la frase publicitaria de la clínica «La única cosa que debe preocuparse es en cómo decírselo a los niños».
¿Y dónde surgió el problema para nuestra protagonista? La imagen fue promocionada como si fuera real, como si ese hombre se hubiera casado con ella pensando que sus ojos, que su bello rostro era «natural». El marido, supuestamente habría descubierto que su esposa se había sometido a cirugía estética cuando sus niños, mostraron claramente unos ojos rasgados taiwaneses. Ella le había mentido.
Puede parecerte algo ingenuo, pero esta campaña tuvo un éxito aplastante, sobre todo por ese detalle «sexista» del hombre que busca una esposa de ojos redondos queriendo tener hijos con ese mismo rasgo. De ahí, «el problema será cómo explicarle a los niños que mamá se operó antes de casarse con papá y no le dijo la verdad».
La imagen fue viral, y su persona, fue objeto de burlas y críticas constantes. Obviamente toda agencia de publicidad sabía en qué se había basado la campaña, y que la imagen no solo era falsa, sino que había sido retocada. Pero Heidi no podía salir a la calle sin que alguien le dijera algo, sin que alguien se riera de ella o le culpara de no haber dicho a su marido que se había operado el rostro.
¿Y qué hizo nuestra protagonista? Demandar a la agencia de publicidad. Hacer comparecencias públicas para criticar el uso del photoshop… Y eso, ha sido el final de su carrera. Nadie la quiere contratar ya porque la «edición» de las fotos es algo que toda empresa de publicidad lleva a cabo. El que una modelo denuncie algo tan normal, no es lógico. Una historia increíble, y a la vez, incomprensible.
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