No es para atemorizarse, pero las lesiones en el miembro viril debido a ciertas posiciones en las relaciones íntimas son más comunes de lo que se cree. Lo curioso es que estos accidentes no se producen debido a posturas complicadas o extravagantes, extraídas del Kamasutra o de la imaginación ardiente de algunas parejas, sino a algunas de las más frecuentes en los encuentros románticos.

La postura sexual más peligrosa es… ¡MUY COMÚN!

Un estudio realizado en Brasil y publicado por la revista Advances of Urology determinó que más del 50% de los accidentes en relaciones íntimas que desembocan en una fractura de pene ocurren cuando la mujer está arriba, sentada a horcajadas sobre el hombre (la “vaquera”) y es ella la que controla el ritmo de la penetración.

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En estos casos, el instrumento masculino puede tropezar con el hueso púbico y doblarse violentamente. La posibilidad de un incidente de esta clase puede incrementarse si la mujer es muy pesada y cuando además hay poca lubricación.

«Nuestro estudio apoya el hecho de que la relación sexual con ‘la mujer arriba’ es la posición potencialmente más riesgosa relacionada con fractura de pene. Cuando el hombre está controlando el movimiento tiene mejores posibilidades de detener la penetración en respuesta al dolor relacionado con el daño al miembro, minimizarlo».

Este riesgo está presente tanto en la posición “vaquera” como en la de “vaquera invertida” (la mujer mirando hacia los pies del hombre), pero hay otras posturas que pueden conducir al mismo funesto resultado, como es la del “perrito” (la mujer apoyando todas sus extremidades y el hombre atrás), responsable también, según este estudio brasileño, de un 29% de fracturas. A esto habría que agregar una observación hecha por la doctora Kristi Latham, especialista en salud pélvica, y es que una penetración demasiado brusca en esta posición podría producir desgarro vaginal.

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Habría que señalar también que hablar de fractura de pene no es totalmente correcto, pues el miembro viril no tiene hueso, lo que ocurre es una torcedura o un desgarramiento de las paredes del cuerpo cavernoso.

Otra postura que puede llevar a una “fractura” es la del “collar de perlas” (el miembro viril entre los pechos), y tendría que ver con movimientos demasiados bruscos por parte del amante contra el esternón de la amada.

Para concluir, ninguna de estas posiciones conlleva peligro alguno si se hace con mínimas precauciones, con mucha suavidad y una estrecha e íntima comunicación entre los amantes, es decir, si se hace con amor.

Pero, para que no te asustes, lee si es posible morir por exceso de sexo.