Seguro  que en alguna ocasión has sentido un dolor de intensidad baja-media en tus músculos después de haber hecho ejercicio. O puede que incluso hayas tenido uno de esos dolores horribles que casi no te dejan mover después de una sesión entusiasta de entrenamiento. Te sonará más si te hablo de agujetas, ¿cierto? Y más aún te sonarán las decenas de teorías y remedios caseros populares para tratarlas. ¿Qué nos dirías si te dijésemos que la gran mayoría son inciertas?  En este artículo te vamos a contar la verdadera realidad de las agujetas, sin medias tintas.

Su nombre científico…

Las agujetas son conocidas científicamente como mialgia diferida y se trata, como la mayoría ya sabíamos, de un dolor muscular de aparición tardía (DMAT).  Otros la conocen como dolor muscular postesfuerzo de aparición tardía (DOMPAT).

Sólo teorías

Así es. Respecto a las agujetas sólo hay teorías. Pese a todos los avances científicos que hay actualmente nadie sabe a ciencia cierta qué es lo que provoca las agujetas. Lo que sí hay son teorías, algunas más aceptadas que otras pero ninguna probada científicamente. Estas son:

Microrroturas de fibras musculares

Esta es la teoría que más es aceptada por la comunidad científica aunque, como decíamos en el párrafo anterior, no hay evidencias que demuestren su veracidad.

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Esta teoría apunta a que el dolor muscular y la inflamación se producen debido al número de microfibras musculares que se han roto durante el ejercicio.

Aumento de la temperatura

Esta teoría señala que durante la sesión de ejercicio los músculos se calientan y en algunas zonas se producen microlesiones. Se parece un poco a la teoría anterior y actualmente se realizan investigaciones para comprobar su veracidad.

Acumulación de ácido láctico

Esta es, de las tres teorías, la única que se ha podido desmentir totalmente. La teoría mantenía que el ácido láctico que resultaba de la actividad metabólica durante el ejercicio se cristalizaba provocando el dolor muscular.

DEPORTE

Sin embargo, se probó su falta de consistencia cuando se descubrió que las personas que padecían la enfermedad de McArdle, una enfermedad rara en la que el organismo es incapaz de descomponer el glucógeno Tipo V, también experimentaban ese dolor muscular.

¿Y qué es lo que sí funciona con las agujetas?

Después de varias investigaciones exhaustivas  se ha demostrado que los estiramientos musculares antes y después de realizar ejercicio disminuyen la intensidad del dolor muscular. También sacudirse los músculos durante el entrenamiento tiene efectos positivos al mejorar la circulación de la sangre y tomarse una ducha fría al terminar el ejercicio. Otras costumbres que han resultado ser muy útiles para prevenir las agujetas son un buen calentamiento previo al ejercicio e ir aumentando la intensidad de los ejercicios poco a poco para dar tiempo a que los músculos se preparen para el sobresfuerzo.