Cuando hablamos del fascinante mundo de los cuentos infantiles, llegan a nuestra imaginación princesas inocentes, malvadas y vengativas madrastras, animales mágicos y príncipes salvadores. Si algo define a los cuentos infantiles que nos acompañaron generación tras generación, es que seimpre terminan en un final feliz para los buenos de la partida. Pero estos finales, no siempre corresponden a los intereses y deseos de los autores originales de las historias. De hecho, muchas de las versiones originales cuentos infantiles son bastante menos inocentes y dulces de lo que recordamos. La verdadera historia de Ricitos de Oro. Hoy en Supercurioso nos animamos a investigar, y te contamos sobre la Ricitos de Oro real.
Ya en otras oportunidades te hablamos sobre la terrible historia de La Bella Durmiente, o la verdad detrás de la romántica historia de La Bella y la Bestia. Pues, al parecer, la Ricitos de Oro real esconde también un relato bastante menos dulce y más turbio, del que nos contaron de niños. Se trata de las primeras versiones del cuento Ricitos de Oro y los tres osos, de las que te hablaremos a continuación.
Todos conocemos el cuento de Ricitos de Oro y los tres osos, pero lo que quizá no todos sepamos es que sus primeras versiones no eran tan dulces ni tenían un final tan feliz como el que recordamos. Te mostramos la terrible versión original de Ricitos de Oro y los tres osos.
Algunas versiones de la verdadera historia de Ricitos de Oro
Sobre la verdadera historia de Ricitos de Oro, hay muchas teorías y versiones. Si bien la de los hermanos Grimm es una de las que más se conservó en el tiempo, hay otras que la anteceden y que son quizá, un poco más traumáticas. Una de estas versiones iniciales lleva por título La historia de los tres osos.
En él, la protagonista es una anciana malvada que ingresa en el bosque donde viven tres osos mientras están fuera. Se sienta en sus sillas, come algunas de sus gachas y duerme en una de sus camas. Cuando los osos regresan y la descubren, la arrojan al fuego y luego intentan ahogarla, pero al no morir en ninguno de los dos intentos, deciden empalarla en la aguja de un campanario.
El escritor inglés Robert Southey fue el primero que plasmó la historia de Ricitos de Oro real, cuya protagonista no era una nena. Lo hizo en un libro de cuentos de origen popular que fue publicado en 1837 y su versión fue menos trágica que la conocida hasta ese momento, ya que la anciana puede escapar por la ventana y huir de los osos.
Doce años después de la publicación de la historia de Southey, Joseph Cundall plantearía su propia versión de la verdadera historia de Ricitos de Oro, transformando a la protagonista de una fea anciana en una niña bonita. Explicó sus razones para hacerlo en una carta dedicatoria a sus hijos, fechada en noviembre de 1849, y en la que decía que había hecho este cambio porque había muchas historias protagonizadas por ancianas y brujas y pocas por bellas e inocentes muchachas.
Así y todo la historia no quedó fijada por completo, y existen diversas versiones de Ricitos de Oro y los tres osos. En unas, la historia es tal como la conocemos, es decir, la niña se despierta asustada por la presencia de los tres osos y huye sin decir nada. En otras, los tres osos, tras despertar a la chiquilla, la acompañan a la salida del bosque para que no le pase nada. Y en las más macabras, los osos matan a Ricitos de Oro igual que ocurre en la versión original con la anciana.
La Ricitos de Oro real, de los hermanos Grimm
Los cuentos de los hermanos Grimm han marcado a muchas generaciones. Sus personajes e historias emblemáticas han sobrevivido a los siglos. Hansel y Gretel, Rapunzel o La Bella Durmiente son algunos de los más populares. Es también a ellos a quienes se atribuye una de las versiones más importantes de la verdadera historia de Ricitos de Oro.
En la versión original de los Grimm, la Ricitos de Oro real era una niña malcriada y desobediente que irrumpía en la casa de tres osos, donde se adentraba en la vida y pertenencias de los dueños. La historia no solo se centraba en la intrusión, sino también en las consecuencias de las acciones impulsivas.
A través de esta narrativa, los hermanos Grimm intentaron transmitir a los niños la importancia de la prudencia y el respeto por los demás, advirtiendo sobre las repercusiones de la falta de consideración.
La moraleja de la historia
A medida que el tiempo pasó, la verdadera historia de Ricitos de Oro sufrió transformaciones significativas en manos de diferentes autores y adaptadores. La versión más suavizada que conocemos en la actualidad se aleja de la moralina cruda de los Grimm y se enfoca en valores más reconfortantes y universales.
A pesar de estos cambios, la historia sigue siendo un recordatorio atemporal de la necesidad de la empatía y el entendimiento en nuestras interacciones con los demás. En definitiva, la obra es un fascinante ejemplo de cómo los cuentos de hadas pueden evolucionar a lo largo del tiempo, adaptándose a las sensibilidades cambiantes de las distintas generaciones.
Aunque ha sufrido modificaciones para ajustarse a los valores contemporáneos, su esencia moral sigue siendo relevante, recordándonos que las lecciones de respeto y consideración son atemporales y esenciales en la vida cotidiana.
Y a ti, ¿Qué te ha parecido la verdadera historia de Ricitos de Oro? ¿La conocías? ¿Eres de los que ve en los cuentos de hadas e infantiles, lecciones más profundas? Anímate a dejarnos todas tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos encantados de leerte! Y si este tema ha llamado tu atención, no te pierdas esta selección de cuentos infantiles clásicos, que te presentarán nuevos análisis y lecturas. ¡Hasta la próxima!