La muerte es casi siempre un hecho trágico. Sin embargo, si echamos un vistazo a la Historia, encontramos algunos casos en que ésta sobreviene a los personajes más encumbrados de una forma que roza lo absurdo. Acompáñanos a conocer las 10 muertes históricas más absurdas.
Las 10 muertes históricas más absurdas
1. Esquilo
El dramaturgo griego murió el año 456 a. C. Poco antes de morir un oráculo le hizo una predicción: moriría aplastado por una casa. Temeroso, decidió residir en el campo. Murió por el golpe en la cabeza producido por una tortuga que cayó del cielo. Era la presa de un quebrantahuesos que la soltó en pleno vuelo. De alguna manera, el oráculo acertó. Al fin y al cabo, ¿no es el caparazón de estas criaturas su hogar?
2. Arquímedes
Arquímedes de Siracusa, matemático, astrónomo e inventor, entre otras cosas, murió en el 212 a.C. a manos de uno de los soldados romanos que participaron en el sitio de Siracusa. Dice la leyenda que se encontraba dibujando diagramas matemáticos en el suelo, cuando un soldado los pisó, él enfadado lo increpó, a lo que el soldado respondió atravesándolo con su espada.
3. Atila
El rey de los hunos murió el 453 d.C. Murió asfixiado por su propia sangre, al sufrir una imparable hemorragia nasal el día de su boda con una goda llamada Ildico.
4. Federico I Barbarroja
El Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, murió en el año 1190. Se encontraba en Anatolia volviendo de una de sus batallas (la de Iconium) cuando, acalorado, se acercó al río Saleph a refrescarse. Al agacharse le venció el peso de la armadura y, antes de que nadie pudiese socorrerlo, se ahogó en el río.
5. Hans Steininger
Este personaje murió el año 1567. Es famoso por haber tenido una de las barbas más largas del mundo. Medía 1’5 metros. Cuenta la historia que se inició un incendio en la ciudad de Braunau y él, que era guardián de la puerta de la villa, corrió a sofocarlo. La fortuna quiso que con las prisas olvidara recoger la barba en el bolsillo, como hacía habitualmente, tropezándose con ella al bajar las escaleras y se rompiéndose el cuello.
La barba fue cortada y ahora se guarda en un museo en Austria.
6. Jean-Baptiste Lully
El compositor francés de origen italiano, murió en 1687 de una gangrena en un pie. En aquella época los directores llevaban unas varas de hierro para dirigir a la orquesta y se hirió con ella.
La herida se infectó pero no dejó que le cortaran la pierna ya que quería, además de músico, ser bailarín.
7. Clement Vallandigham
Este eminente político y abogado norteamericano, murió en 1871 en un juicio. Defendía a un acusado de asesinato y para demostrar que el fallecido se había disparado a si mismo durante una disputa, escenificó los hechos ante otros abogados, con tan mala fortuna que el arma, que el creía descargada, se le disparó.
El tiro lo hirió de muerte en el abdomen, ya que le provocó una peritonitis. Con su escenificación consiguió demostrar la tesis que defendía y en el juicio, que se hizo posteriormente, el acusado quedó absuelto.
8. Allan Pinkerton
Pinkerton, el célebre fundador de la primera agencia de detectives del mundo, murió en Chicago en 1884 de gangrena. El detective caminaba por una acera cuando resbaló y al caer se mordió la lengua. La herida se infectó y a consecuencia de esta infección falleció.
9. Alejandro I de Grecia
El monarca griego murió en 1893 de la infección producida por el mordisco de un mono. El rey intentó separar a su perro de un mono propiedad del administrador de los viñedos del palacio. Cuando lo intentaba fue atacado por un segundo mico que lo mordió en el abdomen y en la pierna. Murió a los pocos días de este suceso.
10. Isadora Duncan
La gran Isadora, bailarina y coreógrafa, murió en 1927. Subió a su coche con un echarpe enrollado alrededor de su cuello. Uno de los extremos, debido al viento, salió por la ventanilla enrollándose en la rueda del coche y estrangulando a la bailarina.
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