En años recientes, la ciudad de la Santa Sede se ha visto inmiscuida en asuntos que han generado estupor en la comunidad mundial, siendo éste un lugar tradicionalmente supuestamente ajeno a cualquier ruptura de lo moral, posiblemente por la atmósfera sacra que le enviste.

Escándalos sobre corrupción, pederastia, desvío de capitales y casos criminales que todavía permanecen sin resolver, sugieren que el país más pequeño del mundo alberga más secretos que habitantes. Lo cual nos traslada a la década de los 80’, con el caso de unas adolescentes desaparecidas en el Vaticano, que dirigieron la atención hacia el estado independiente porque nunca fueron encontradas. ¿Qué ocurrió con ellas? Estas son algunas teorías.

El misterio de las adolescentes desaparecidas en el Vaticano ¿qué ocurrió con ellas?

El 22 de junio de 1983, Emanuela Orlandi se marchó de su casa para dirigirse a una cita con un presunto representante de Avon, que le ofreció una posición como vendedora de cosméticos.

La jovencita de 15 años, estudiante de la escuela secundaria e hija de un empleado del banco del Vaticano, le comentó a su hermana que se encontraría con este sujeto minutos antes de acudir al encuentro. Ésta sería la última vez que Emanuela Orlandi sería vista por su familia.

El misterio de las adolescentes desaparecidas en el Vaticano
Emanuela Orlandi

Transcurrieron los días sin recibir noticias sobre la chica. Con una mezcla de preocupación y esperanza, los familiares contemplaban la posibilidad de que la adolescente quizá se habría escapado en un acto de rebeldía, pero que pasados algunos días volvería a su hogar.

Esta sospecha desapareció radicalmente cuando a la casa de los Orlandi comenzaron a llegar llamadas de advertencia de personas que exhibían diferentes acentos, italiano, americano y del Medio Oriente. Todo apuntaba que la quinceañera había sido secuestrada.

Desde entonces, las preguntas sobre quién o quiénes estuvieron implicados en su desaparición, o cuáles fueron los motivos de su secuestro, han sido objeto de varias teorías. Una de ellas expone la posibilidad de un rapto de parte de grupos extremistas musulmanes quienes pudieron tomar a la joven para negociar la liberación de Mehmet Ali Agca, el asesino de origen turco que atentó contra la vida del Papa Juan Pablo II, en 1981.

El misterio de las adolescentes desaparecidas en el Vaticano

Otra versión más nueva sobre los hechos fue compartida por el padre Gabriel Amorth, nombrado como presidente honorario de la Asociación Internacional de Exorcistas por el Papa Juan Pablo II. Amorth dijo con firmeza que la colegiala fue secuestrada por la policía de la ciudad, en una de las calles del centro de Roma para ser esclavizada sexualmente.

Curiosamente, 40 días después del secuestro de Emanuela, Mirella Gregori, también de 15 años, desapareció en circunstancias similares, lo que sugiere Amorth es que, “un gendarme del Vaticano actuaba como “reclutador” de las muchachas para organizar las fiestas sexuales”. Informó que “en la red participan personal diplomático de una embajada extranjera ante la Santa Sede», círculo del que Emanuela y Mirella terminaron siendo víctimas, de acuerdo con su teoría.

Sobre el desenlace de la joven Emanuela, el padre Amorth cree que fue asesinada y su cuerpo ocultado, esto explicaría por qué nunca fue encontrada.

El misterio de las adolescentes desaparecidas en el Vaticano

En paralelo se manejó otro enfoque del caso, que desde los 80’ ha permanecido en la penumbra, involucra al líder de la famosa mafia La Magliana, Enrico “Ranatino” De Pedis,  vinculado a altos cargos de la iglesia, que intentado presionar a funcionarios del Vaticano para saldar una deuda, mandó secuestrar a las jovencitas.

Esta teoría tomó tanta fuerza, que las autoridades exhumaron el cadáver del mafioso en la basílica de San Apolinar, en Roma, asesinado en 1990, para comprobar si era cierto que Emanuela, una de las adolescentes desaparecidas en el Vaticano, se encontraba sepultada en una cripta cercana a la de él, como lo atestiguó una llamada anónima en 2005.

Efectivamente fueron encontrados otros restos fósiles en la ubicación que precisaron, pero los forenses determinaron que no pertenecían a la chica, pues fueron enterrados a principios del siglo XIX, años antes de ocurrir la misteriosa desaparición.

Más de 30 años han pasado y los familiares de las adolescentes desaparecidas en el Vaticano siguen esperando respuestas. Casi todas las teorías conducen a un final fatal, desolador, pero los hermanos de Emanuela guardan la esperanza de que todavía se encuentre con vida. Con la misma fuerza esperan que algún día la policía de la Ciudad del Vaticano revele la verdad.

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