Así es. Muchas de nuestras amistades tienen fecha de caducidad. Puede que a día de hoy tengas ese grupo de amigos con los que vives mil aventuras, con los que compartes mil secretos y cientos de vivencias cotidianas. Sin embargo, a pesar de que os hayáis prometido amistad eterna, es muy posible que muchos de esos amigos vayan alejándose con el tiempo.
A todos nos ha pasado, pero lejos de verlo como algo triste, se trata en realidad de un proceso madurativo que forma parte de nuestra experiencia vital. Todos avanzamos en conocimientos, en sabiduría, en plenitud emocional, de ahí que haya que ver estos procesos como algo «natural».
Ahora bien, ¿cuáles suelen ser las causas más comunes de esas distancias? ¿De que vayamos separándonos de unos amigos y de otros no? Hoy en Supercurioso te invitamos a ahondar en este tema, pidiéndote como siempre, que nos hables de tus experiencias.
1. Todos maduramos, unos mejor y otros peor
Puede que también tu tuvieras ese amigo fantástico con el que te criaste, con el que viviste esos primeros años en la escuela, esas aventuras y esas travesuras que guardas como tesoros muy preciados. Sin embargo, a medida que pasan los años vas notando que ya no hay magia, que ya no se enciende la chispa como antaño…
Él o ella se ríe de cosas que a ti no te hacen sonreír, se interesa por cosas que a ti te aburren o no te estimulan. Salir con él o ella te incomoda más que otra cosa… Hasta que al final, te das cuenta que los años os han hecho madurar de otra manera. Al final, acabáis eligiendo amigos distintos y vuestra relación se limita a esos saludos escuetos, o a ver cómo va su vida en tu muro de Facebook, sin que ninguno de los dos os regaléis nunca ni un «like».
2. Las confidencias han dejado de ser privadas
Era tu amigo/a íntima/o, le confiabas tu pensamientos, tus opiniones, tus vacíos y tus confidencias. Hasta que un día, y de modo casual, descubres que segundas personas también disponen de esa información del arcón de tus secretos. Y siempre ocurre de la forma más inoportuna posible.
Te sientes herido, y la decepción es tan grande que o bien optas por encararte, o simplemente, te alejas para olvidar a esa amistad para siempre.
3. Una traición
Lo primero que habrás pensado sin duda es en el típico o la típica amiga que acaba enamorándose de nuestra pareja y que en algunos casos, hasta llegan a iniciar una relación paralela. Suele ocurrir. No obstante, hay muchos tipos de traiciones que seguro sabrás identificar.
La traición a la lealtad, a no apoyarnos cuando lo necesitamos. A despreciar nuestras ideas o elecciones tomadas, a empezar a juzgarnos por cada cosa que hagamos. En ocasiones, ocurre de la noche a la mañana. De pronto, nos damos cuenta de que somos sancionados y de que en esa amistad hay ya más tirantez que calidez.
4. ¡Al fin me he liberado de esa amistad tóxica!
Siempre lo has sabido. Siempre has tenido claro que esa amistad te hacía más daño que bien, pero nunca te habías atrevido a apartarte de él o ella porque lo compadecías, y porque a pesar de todo, lo estimabas.
Ahora bien, llega un momento en nuestras vidas en que hacemos balance y nos damos cuenta que para tener salud, que para estar bien con nosotros mismos, es necesario evitar a las personas tóxicas. Hemos hecho todo lo posible por hacerles ver que determinadas cosas de su relación nos causa daños, hasta que al final, cogemos aire y arrancamos para siempre es cordón umbilical.
Y ahora dinos, ¿te identificas con alguna de estas dimensiones? ¿Cuales han sido normalmente las causas por las que te has distanciado de alguno de tus amigos?