Son pequeñas y muy habilidosas. Tanto, que pueden dejarnos con la boca abierta al descubrir asombrosas estructuras en suelo africano como la que encabeza este artículo.

El artífice de tal maravilla es el pájaro tejedor, o los pequeños pinzones tejedores, aves paseriformes que habitan sobre todo en la África subsahariana, en Asia y en Australia. Su cara simpática y su color amarillo no dan demasiadas pistas del asombroso cerebro de arquitecto que esconde este pájaro excepcional, y del que hoy queremos hablarte en Supercurioso.

¿Nos acompañas?

Tejiendo nidos, tejiendo casas, tejiendo vidas…

Se dice que el intenso plumaje amarillo de los machos de esta especie, son quizá los más llamativos del mundo de las aves. Ahora bien, no es solo su color lo que nos llama la atención, lo que asombra a biólogos y a todo amante de los animales, es su excepcional habilidad para hacer…¡Nudos! En efecto, y los lleva a cabo con el pico y con sus patas, formando en principio una especie de cómodo cubículo en forma de trompeta, que dispone de una primera entrada completamente esférica.

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La disposición de este nido y de su forma única, les permite protegerse de forma casi perfecta de las serpientes y de otros depredadores. Te preguntarás también qué tipo de materiales usa nuestro hábil protagonista: coge hojas, ramas, plantas resistentes de los pastos o del territorio donde se desenvuelva. Materiales resistentes que el macho busca de forma constante, pudiendo hacer al día hasta 300 viajes de ida y vuelta para construir el hogar.
Los nidos del pájaro tejedor son los más elaborados entre el mundo de las aves. Y lo que nos gusta de ellos es que forman fantásticas colonias, es decir, les agrada mucho tener vecindario. Les gusta elaborar sus nidos en las estructuras más altas, ya sean árboles o postes de la luz: a más altura, mejor y más protegidos de las temperaturas.

pajaros-tejedores (Copy)Sus casas son tan resistentes que pueden permanecer generaciones enteras, heredarse de padres a hijos y de hijos a nietos. Y más aún, es habitual también que esos nidos acojan también a otras especies de pájaros, de forma que al final se crea una especie de súperestructura similar a cualquiera de nuestros rascacielos.

Algo curioso a tener en cuenta, es que muchos machos prefieren construir nidos nuevos para cortejar a las hembras. En ocasiones los nidos viejos adquieren un color apagado, y ello, no es un buen reclamo para encontrar pareja. Así pues, el joven y valiente pájaro tejedor buscará otro árbol de gran altura, o el poste eléctrico más llamativo para hacer un nuevo nido en él. Se pondrá a la puerta y llamará a las hembras de los alrededores.

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La hembra entonces, entrará al nido, examinará los materiales con que se ha construido, picoteándolos y tirando de ellos durante unos largos minutos…¡Es muy exigente! O al menos así nos lo han demostrado los vídeos que muchos biólogos han tomado sobre este momento. Si le agrada, se quedará y el macho cantará para ella. Si se va, es que el nido no es lo bastante bueno… ¿Sabes entonces lo que hará el joven pájaro tejedor?  ¡Destruirlo y empezar de nuevo! Y lo hará con todas sus ansias, mejorando la técnica hasta conseguir un nido perfecto.

Es una aventura que no termina nunca y que siempre nos asombra. ¿No te parece? Y recuerda, si te ha gustado este artículo descubre también al ave del paraíso, capaz de vivir solo del rocío del cielo.