La elaboración de la cerveza era más que un oficio en la Edad Media. Se trataba de una forma de vida para las brujas de la cerveza, quiénes eran mujeres hacedoras de cerveza medievales. Antes de que la industria se profesionalizará, las mujeres eran las encargadas de la producción de esta bebida y lograban satisfacer las necesidades domésticas y las demandas del mercado.
En efecto, con el crecimiento de este comercio, las mujeres obtuvieron una oportunidad de independencia económica que les permitía tener el poder y la autonomía de sus vidas. No obstante, para la sociedad esto generó un impacto negativo, dejándose llevar de la misoginia y las supersticiones religiosas.
A continuación, te contamos cómo las mujeres medievales se encargaban del arte de la cervecería y cómo la cultura las asoció con las brujas para desplazarlas de su posición en el comercio.
¿La producción de cerveza era una ocupación de mujeres?
Durante la Edad Media, la elaboración de la cerveza fue considerada como una extensión de las tareas domésticas, similar a preparar alimentos u hornear pan. Teniendo en cuenta esto, este oficio era responsabilidad de las brujas de la cerveza o las mujeres hacedoras medievales. De esta manera, las mujeres se encargaban de producir cerveza para la venta en mercados locales y para el consumo de sus familias.
Hoy en día, la industria cervecera es dominada en su mayoría por el género masculino, pero desde su creación la cerveza era fabricada y vendida por las brujas de la cerveza. Según los historiadores, se cree que la cerveza surgió a partir del cultivo de los cereales entre los milenios VI y VII a. C. en Mesopotamia.
Por esta razón, es probable que el pan y la cerveza hayan sido descubiertos al mismo tiempo. De hecho, la única diferencia que existía entre la cerveza y el pan era la proporción de agua que utilizaban. Ahora bien, las mujeres cerveceras, tenían conocimiento de las técnicas y los ingredientes: por ejemplo, debían entender cómo maltear la cebada, controlar la fermentación y agregar hierbas para mejorar el sabor y la conservación.
Asimismo, para conservar el origen de la cerveza y estas prácticas rudimentarias, las hacedoras de cerveza medievales debían transmitir sus habilidades de generación en generación, puesto que esto era una fuente de reconocimiento y prestigio para muchas mujeres. Gracias a esto, muchas mujeres en países europeos se convirtieron en dueñas de tabernas y cervecerías.
Independencia económica para las mujeres cerveceras
Las hacedoras de cerveza medievales lograron una independencia económica, la cual era poco común en la Edad Media. Sin embargo, con la elaboración y venta de cervezas las mujeres podían contribuir al sustento de sus familias. Además, con las ganancias generadas por la venta de la cerveza acumulaban sus propias riquezas para adquirir tierras, obtener mejores condiciones de vida o expandir sus negocios propios.
Ahora bien, conforme el mercado de las cervezas fue creciendo, la envidia de los hombres incrementó, ya que para el género masculino esta autonomía no era agradable a la vista. A causa de esto, a medida que evolucionó el comercio de la cerveza y las cervecerías comerciales comenzaron a surgir, los hombres desplazaron a las mujeres de este oficio.
Sin duda, este cambio generó un rechazo a la fuerza de las mujeres cerveceras en la industria. Por esta razón, a principios del siglo XVI las mujeres hacedoras de cerveza medievales eran mal vistas, ya que la sociedad pensaba que una mujer «decente» tenía que estar lejos del alcohol.
¿De dónde viene la teoría de que eran brujas?
Independencia económica, contribución al sustento familiar y creación de sus propias riquezas, fue lo que generó que las mujeres hacedoras de cerveza medievales fueran llamadas las brujas de la cerveza. Gracias a la creciente popularidad de la cerveza y el dominio que alcanzaron las mujeres con su elaboración, la misoginia hizo de las suyas.
Según la historia, durante el siglo XVI algunos hombres cerveceros se dedicaron a acusar de brujería a las mujeres para sacarlas del negocio. Por ello, la referencia «las brujas de la cerveza» tienen sus raíces en la competencia económica y el temor religioso de la sociedad machista de la época.
De hecho, esta situación es la responsable de la iconografía de las brujas con grandes ollas, escobas, sombreros puntiagudos y gatos, siendo estos los elementos que las mujeres utilizaban para preparar y vender cerveza. Los elementos de la cultura cervecera medieval se asocian con la brujería de la siguiente manera:
- Sombrero puntiagudo: Las mujeres hacedoras de cerveza medievales utilizaban sombreros altos para destacar en el mercado y que fueran fácilmente identificables para los compradores. Poco tiempo después, el sombrero se asoció con la imagen clásica de las brujas para identificar a las brujas de la cerveza.
- Escoba: En la edad media, las brujas de la cerveza colocaban escobas frente a sus casas o negocios para indicar que tenían disponible cerveza fresca.
- Caldero: La elaboración de la cerveza se realizaba en caldos grandes para mezclar e incorporar todos los ingredientes.
- Competencia y acusaciones: Los hombres tomaron el control de la industria cervecera y utilizaron a las mujeres hacedoras de cerveza medievales como objeto de acusaciones de brujería para sacarlas del comercio. De esta manera se utilizaban las leyes para perseguir a estas mujeres, en donde algunas perdieron su libertad, sus negocios y hasta sus vidas.
El papel de los gatos
En la historia de las mujeres cerveceras y las brujas, los gatos negros juegan un papel fundamental. Las hacedoras de cerveza medievales mantenían a sus gatos en la taberna y hogares para controlar las plagas como ratas y ratones. Teniendo en cuenta esto, las mujeres protegían los ingredientes de estos roedores que podrían contaminar los granos.
Por esta razón, los gatos eran animales indispensables para asegurar la calidad de la cerveza. No obstante, con la superstición y el estigma de la sociedad medieval vincularon a los gatos, especialmente los negros, con la brujería que practicaban las brujas de la cerveza. De ahí que, la presencia de un gato en una casa de una mujer independiente se interpretaba como evidencia de actividades sospechosas y malignas.
Palabras finales
Hoy en día, a pesar de la historia detrás de las brujas de la cerveza, las mujeres cerveceras están siendo revalorizadas por el auge del feminismo. Cada vez más la cervecería artesanal permite que las mujeres recuperen su lugar como maestras cerveceras. Sin duda, la cerveza tiene un trasfondo lleno de diversidad y de riqueza cultural. Asimismo, las mujeres hacedoras de cerveza medievales inspiraron un legado para innovar en el mercado actual.
A causa de esto, la popularidad de la cerveza artesanal es el punto de partida para que las mujeres recuperen el protagonismo que perdieron durante la Edad Media. Pero, siempre es importante recordar que las mujeres medievales no solamente produjeron una bebida esencial para la sociedad de la Edad Media, sino que desafiaron las normas sociales y lucharon por su independencia.