La falta de vitamina E puede deteriorar notable la salud neuronal, así lo demostró un grupo de científicos de la Universidad Estatal de Oregón, Estados Unidos. Los resultados de este estudio demuestran la importancia de consumir alimentos ricos en esta vitamina. Continúa leyendo y descubre más sobre este interesante descubrimiento.

Las consecuencias que puede tener la falta de vitamina E en nuestro cerebro

La revista The Journal of Lipid Research, recoge los hallazgos hechos por un grupo de científicos de la Universidad de Oregón, en el que señalan la importancia de la vitamina E para el buen funcionamiento del cerebro. Alimentos como el brócoli, espárragos, tomates, cacahuates, calabazas o kiwi, son ricos en esta vitamina, cuya deficiencia pueden acarrear graves problemas de salud neuronal.

vitamina E

Para poder llegar a estas conclusiones, el equipo de científicos utilizó para el experimento a un grupo de peces cebra. La escogencia de este pez se debe, principalmente a dos factores. El primero es que posee una asombrosa similitud genética con el ser humano. La segunda es que durante los primeros días del desarrollo embrionario el animalito es transparente, lo cual permite observar la formación de las células en tiempo real.

El grupo de peces cebra que fue alimentado con fuertes deficiencias de vitamina E, tuvo graves problemas en el desarrollo del cerebro. De esta forma, los peces alimentados sin vitamina E presentaron hasta un 30% de niveles más bajos de DHA-PC. El DHA-PC es un componente presente en la membrana celular de las neuronas.

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Los peces que fueron alimentados con una dieta equilibrada, en la cual existía una fuerte presencia de vitamina E, desarrollaron mucho más su capacidad neuronal y sus cerebros no sufrieron prácticamente ningún daño. Los peces con deficiencia de vitamina E también mostraron unos alarmantes niveles bajos (60%) en varios compuestos que son necesarios para desarrollar el DHA-PC. Esto último se traduce en problemas de memoria y aprendizaje.

El líder del estudio, Maret Traber, explica:

“No se puede construir una casa sin los materiales necesarios. En cierto sentido, si la vitamina E es inadecuada, estamos recortando en más de la mitad de la cantidad de materiales con los que podemos construir y mantener el cerebro”

Las conclusiones son muy claras. Debemos incorporar más alimentos ricos en vitamina E desde la infancia, ya que los mismos serán fundamentales para el buen desarrollo del cerebro y todo lo que ello conlleva: memoria y aprendizaje. Además, esta vitamina también resulta primordial para oxigenar y mantener activas nuestras neuronas, y así poder prevenir enfermedades más graves a futuro.

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