¿Cómo son las mariposas que beben lágrimas de tortuga?
Para ver este espectáculo único tendrás que viajar a Perú, concretamente a Tambopata. A las orillas del río Amazonas suelen convivir unas pequeñas tortugas de río, acostumbradas desde siempre a tener a su alrededor a unas pequeñas y muy insistentes criaturas, empeñadas en formar parte de su séquito cotidiano. Desconocemos si se sentirán molestas, o si, por lo contrario, les resultará relajante esas caricias continuas de las mariposas alrededor de sus ojos.
Estas bandadas de mariposas, de vivos colores anaranjados, rojos y amarillos, pertenecen a varias especies: «las Dryas iulia y las Anteos maerula». Pero qué hacen asediando durante todo el día a las pacientes tortugas, te preguntarás. Pues, simplemente, beber sus lágrimas. Las mariposas necesitan beber sus lágrimas por su alto contenido en sodio, un mineral que no suele abundar en sus ecosistemas y que necesitan para subsistir.
Las tortugas suelen obtener sodio gracias a su dieta, ya que, aunque no lo creas, son carnívoras. Mientras que los herbívoros suelen tener déficits de esta sustancia, y deben obtenerla con un poco de ingenio de lo que puedan encontrar a su alrededor. De ahí que estas sabias mariposas que beben lágrimas de tortuga, lo hagan netamente por un asunto de supervivencia. De hecho, según los biólogos, es posible que obtengan otros preciados nutrientes beneficiosos para ellas.
Lo que no queda del todo claro es si las tortugas consiguen algún tipo de beneficio con esto, ¿limpieza de los lagrimales tal vez? No queda claro. Pensemos, por ejemplo, en esas relaciones simbióticas entre los pájaros y los elefantes, donde unos obtienen alimento y otros quedar libres de los molestos insectos y parásitos. Además de las mariposas, también es habitual que las tortugas reciban la visita de las abejas, necesitadas como todo insecto de esa pequeña dosis de sodio.
Sea como sea, esta particular amistad, representa una verdadera atracción turística para biólogos y curiosos, ansiosos siempre por encontrarse esas simpáticas filas donde unas tortugas avanzan unas detrás de otras por la ribera de los ríos, mientras a su alrededor, aletean nerviosas un grupo de vivas mariposas abriendo sus llamativas alas y alargando sus trompas para beber esas preciadas lágrimas. Alimento esencial para el día a día. Los que han podido ver ese bello espectáculo en directo, afirman que pocas cosas pueden ser tan sencillas y a la vez tan hermosas.
Otros detalles sobre su comportamiento
Este encantador proceso de la naturaleza en el que las mariposas, que beben lágrimas de tortuga, se nutren de ellas, tiene unos cuantos detalles que vale la pena conocer. En primer lugar, nuestras amigas de caparazón no lloran por melancolía ni por tristeza, sino por un proceso biológico. Ellas, al igual que los cocodrilos y otros animales, lloran para mantener los ojos húmedos en los momentos en los que se encuentran lejos del agua.
Por su parte, las mariposas persiguen en su aleteo casi cualquier cosa que sea salada. Se les ha visto embeber las manijas de los timones de los botes, las superficies de las embarcaciones, las mochilas de los excursionistas… incluso ropa colgada y hasta el cuello de las personas que han sudado. En definitiva, van compulsivamente detrás de todo aquello que tenga un poco de sal.
Tan es así, que las mariposas que beben lágrimas de tortuga también se exponen a sustancias menos agradables. Los científicos y biólogos que las estudian han referido que las pueden encontrar con asiduidad cerca de mezclas de peces fermentados y orina, una combinación desagradable, pero rica en aminoácidos y sales. El sodio que obtienen a través de las lágrimas de las tortugas y de cualquier otra fuente, es fundamental para su organismo. Les ayuda, por ejemplo, a volar más rápido o a aumentar y mejorar la producción de huevos.
En definitiva, se trata de un espectáculo encantador que nos regala la naturaleza, y que nos demuestra que la biodiversidad del planeta se mueve en una energía perfecta entre el dar y el recibir de las especies. Bien vale la pena que la especie humana asuma un rol de protección, más que el de destrucción que ha tenido históricamente.
Y tú, ¿Conocías la curiosa historia de las mariposas que beben lágrimas de tortuga en el exótico Amazonas? ¿También te parece una escena de cuento de hadas? Anímate a dejarnos tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos encantados de leerte! Si te llama la atención conocer un poco más sobre esta especie milenaria, no te pierdas el artículo en el que te contamos los mejores datos curiosos de las tortugas. Y si, en cambio, buscas un poco de inspiración para apreciar el medio ambiente que nos rodea, disfruta de esta selección de las mejores frases sobre la naturaleza. Y es que, tal como decía el naturalista y explorador norteamericano John Muir, «En todo paseo con la naturaleza uno recibe mucho más de lo que busca.». ¡Nos encontramos en un próximo artículo supercurioso!