¿Has escuchado sobre las leyendas de Venecia?
La Perla del Adriático… La madre del Carnaval y de personajes como el aventurero Marco Polo o el seductor Casanova. La azotada por la peste y la devota de los gatos. La reina del comercio en otros tiempos. La de los palacios señoriales, algunos cerrados para siempre. La que se hunde un milímetro por año, pero que aún nos regala la sorpresa infinita de su contemplación. Esta es la mágica Venecia, la inolvidable.
Cruzar sus centenares de puentes, navegar en sus canales y ser testigo del encanto de la vida local, la convierten en uno de los destinos turísticos más populares del mundo entero. Comparte con París el honor de ser una de las ciudades más románticas del mundo y miles de enamorados la disfrutan mientras caminan de la mano o pasean en góndolas.
Pero, hoy en Supercurioso, queremos revelarte una faceta distinta de la ciudad. Un rostro oscuro, siniestro y misterioso. Acompáñanos a conocer las más increíbles leyendas de Venecia.
Las leyendas de Venecia que te helarán la sangre
1. Ca’Dario, el palacio maldito
¿Te imaginas poder comprar un palacio señorial y lujoso en Venecia, por unos pocos euros? Pues llamarse el dueño y señor del palacio Ca’Dario, es un lujo al que nadie quiere acceder.
Situado en el número 353 del sestiere del Dorsoduro, engalana con su fachada imponente el Gran Canal, y protagoniza una de las más populares leyendas de Venecia.
Su historia inicia en el lejano año de 1479, cuando Giovanni Dario encargó su construcción al arquitecto Pietro Lombardo. Sería aquella la dote nupcial con la que su hija Marietta llegaría al matrimonio con Vincenzo Barbaro, un rico comerciante de especias.
Dario, que además de comerciante había sido también secretario ducal y notario de la cancillería local, era un personaje relevante de la época. Pero, a pesar de sus buenas intenciones, pronto empezaron a suscitarse los trágicos hechos que harían del palacio Ca’Dario el protagonista de una de las leyendas de Venecia.
Vincenzo Barbaro, marido de Marietta, cayó en banca rota y murió acuchillado. Luego, ella misma se suicidó. El hijo de ambos, Giacomo, murió en una emboscada en Heraclión, en la isla de Creta.
Los descendientes de la familia Barbaro heredaron el palacio, hasta que a principios del siglo XIX Alessandro Barbaro lo vendió a un próspero comerciante de piedras preciosas de origen armenio, llamado Arbit Abdoll.
Al poco tiempo de la compra cayó en banca rota. Tuvo que vender la propiedad, a un precio bajísimo, a un inglés llamado Rawdon Brown. Éste, cuatro años después y también en la quiebra, la revendió.
En definitiva, la maldición del palacio Ca’Dario parece condenar a todos sus propietarios a una bancarrota inevitable o a una muerte violenta. Por ello, resulta tan poco apetecible ser su dueño…
2. El Puente de los Suspiros
Otra de las populares leyendas de Venecia, es la del Puente de los Suspiros. Inaugurado en el año 1600 y atribuido al arquitecto Antonio Contin, es una de las más emblemáticas postales de Venecia.
Quienes van a la ciudad por primera vez (y no investigan), se dejan llevar por las historias románticas que vinculan al puente con los suspiros de los enamorados. Pero nada más lejano a la realidad…
Una de las curiosidades de Venecia que bien vale la pena conocer, es que esta construcción, de apenas once metros de largo, tuvo la función de unir al Palacio Ducal de Venecia con la antigua prisión de la Inquisición. Era justamente el puente que daba acceso a los calabozos del palacio.
Entonces, ¿Por qué se habla de romance cuando aparece la visión del Puente de los Suspiros? Pues apenas por un error histórico. En realidad, el puente debe su nombre a los suspiros de los prisioneros que eran trasladados al calabozo, la mayoría de ellos para no salir nunca más con vida. Los suspiros eran debido a la tristeza por su suerte y a la contemplación, por última vez, de la hermosa Venecia.
3. El Puente del Rialto
La siguiente de las leyendas de Venecia está protagonizada por uno de sus lugares más emblemáticos, el imponente Puente del Rialto. Si bien su estructura ha cambiado para adecuarse a los tiempos, su funcionalidad y esencia sigue siendo la misma.
Es el más antiguo y el más importante de los cuatro puentes que cruzan el canal. Su primera construcción fue hecha en el año 1181 por Nicoló Barattieri. Se le llamó Puente della Moneta. Pero lo que pocos saben del Puente del Rialto, es que esconde una trágica historia para su creador.
Se cuenta que el arquitecto que lo diseñó, fue visitado por el diablo. Éste enviaba lluvias y otros problemas, para que la construcción se detuviese una y otra vez.
En aquel encuentro, el diablo le ofreció un trato: dejar que el puente terminase de construirse sin contratiempos, a cambio del alma del primer ser vivo que lo atravesara.
Barattieri, creyéndose astuto, aceptó. Al terminar el puente, hizo que fuese un gallo quien lo cruzara por primera vez, para pagar la deuda al diablo. Éste, sintiéndose estafado, se enfureció y arremetió en venganza. Se valió de engaños para convencer a la esposa del arquitecto para que cruzara el puente. Las consecuencias fueron nefastas, muriendo la madre y el hijo. Cuenta la leyenda que el fantasma del hijo no nacido, aún vaga en las noches lluviosas por el Puente del Rialto.
4. El Campo dei Mori
El Campo dei Mori o el Campo de los Moros, protagoniza otra de las leyendas de Venecia que pocos conocen.
En el sestiere de Cannaregio, a pocos metros de la pintoresca iglesia de la Madonna del Orto, se encuentra esta plazoleta, que hace honor a tres hermanos que habían hecho fortuna como comerciantes de seda. Oriundos de Morea, Sandi, Afani y Rioba Mastelli llegaron a Venecia en 1182, y alzaron el Palacio Castelli, para hacerlo centro de sus actividades comerciales.
Si atraviesas esta plazoleta sin conocerla, es probable que ni siquiera te fijes en los simbolismos que resguarda. Pero como ya has leído este artículo, seguro estarás atento a las estatuas delatoras.
En un lateral de la plaza encontrarás tres estatuas, separadas por pocos metros. Éstas representan a los tres hermanos. Pero lo que cuenta la leyenda es que no se trata precisamente de estatuas. Una buena tarde veneciana, llegó a la puerta de su palacio una anciana, queriendo comprar seda.
Los hombres entonces le ofrecieron la más barata que tenían, la de peor calidad. Pero le dijeron que se trataba de una finísima tela traída recientemente en barco, queriendo cobrarle un valor mucho mayor al que tenía el producto en realidad.
Lo que no sabían los moros era que se entendían con una hechicera, que se enfureció por su avaricia, convirtiéndolos en estatuas de piedra y condenándolos a permanecer en aquella plaza por toda la eternidad.
Venecia es una de esas ciudades a las que se puede volver mil veces, pues siempre nos sorprende con sus encantos, con cada postal y cada historia. Es el destino ideal para los románticos, pero, como verás, también para los amantes de las historias cargadas de misterio.
Y tú, ¿Conocías estas leyendas de Venecia? ¿Qué te han parecido? Anímate a dejarnos todas tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos encantados de leerte! Y si eres, como nosotros, un declarado amante de la bella Italia, no te pierdas esta selección de las más encantadoras ciudades italianas. ¡Nos encontramos en un próximo artículo supercurioso!