Alejandro Magno nació el 21 de julio de 356 a.C. y murió el 10 o el 13 de junio de 323 a.C. La causa de su fallecimiento nunca se ha sabido con certeza; malaria, pancreatitis, envenenamiento… Lo cierto es que su agonía duró 12 días. Sus últimas palabras desencadenaron una guerra que duró 50 años, como ya te explicamos en Supercurioso y los 3 últimos deseos de Alejandro Magno crearon una magnífica leyenda. ¡Acompáñanos a conocerlos!

Los 3 últimos deseos de Alejandro Magno

Estos tres deseos o peticiones que se dice expresó Alejandro III de Macedonia poco antes de morir, pertenecen al reino de la leyenda ya que los historiadores creen que no cuadran con la manera de ser del personaje. Sin embargo, encierran una lección de vida que es interesante estudiar. Los tres deseos fueron:

1. Que su ataúd fuera portado hasta la tumba, en procesión, por los mejores médicos del momento.

2. Que sus riquezas y tesoros, acumulados durante los 13 años de reinado, se esparcieran por el camino que conducía a su tumba.

3. Que sus manos debían quedar fuera del ataúd, colgado vacías, a la vista de todo el mundo.

La leyenda de los 3 últimos deseos de Alejandro Magno

Cuando sus consejeros y amigos le preguntaron por los motivos de estas 3 extrañas peticiones, les contestó que el primer deseo, que los mejores médicos portaran el ataúd, era para demostrar que nadie tiene poder sobre la muerte. La segunda petición obedecía al deseo de demostrar que todas las riquezas, tesoros y bienes materiales que se consiguen durante la vida, se quedan en este mundo. El tercer deseo, que sus manos quedaran vacías y a la vista, era para que todos pudieran observar que nacemos con las manos vacías y nos vamos con ellas igualmente vacías.

Estos fueron los tres últimos deseos de Alejandro Magno según la leyenda. ¿Qué te han parecido?

La leyenda de los 3 últimos deseos de Alejandro Magno

Alejandro Magno sí dictó un testamento antes de morir, pero en él hacía referencia a disposiciones sobre el gobierno de su imperio y la construcción de un monumento funerario para su padre y otro para Hefestión. El cadáver y la tumba de Alejandro pasaron por muchas vicisitudes a lo largo de varios siglos. Tal como describió Diodoro, el cuerpo fue colocado en el interior de un sarcófago antropomorfo hecho de oro, éste a su vez iba dentro de un ataúd de oro cubierto con un capa púrpura. El ataúd y su armadura se transportaron en un carruaje dorado, profusamente decorado, con techo en forma de bóveda.

Al parecer, cuando el sarcófago era conducido a Macedonia, fue robado por Ptolomeo que se lo llevó a Alejandría, en Egipto, donde estuvo expuesto durante siglos. Al parecer el cuerpo había sido embalsamado con una mezcla que contenía miel y cubierto con arcilla. Ptolomeo IX cambió el sarcófago de oro por otro de cristal y fundió el primero para fabricar monedas y cubrir sus numerosas deudas. Se cree que Ptolomeo IX fue asesinado por los indignados habitantes de Alejandría, ante lo que consideraron un sacrilegio.

La leyenda de los 3 últimos deseos de Alejandro Magno

Durante la etapa de la dominación romana de Egipto, la tumba y el cuerpo de Alejandro sufrieron saqueos y vejaciones. Octavio Augusto, por ejemplo, le rompió la nariz, otros emperadores lo mandaron flagelar y Pompeyo el Grande le robó la capa que lo cubría. Septimio Severo, en el 200 d. C. mandó cerrar al público la tumba de Alejandro. En la Antigüedad Tardía (el período de transición entre la Edad Antigua y la Edad Media), se pierde la pista de la tumba, hasta el hallazgo en Sidón de un sarcófago que podría ser el de Alejandro, pero que levanta serias dudas a los historiadores. Se conserva en el Museo Arqueológico de Estambul.

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Imagen: Gürkan Sengün

10 Comentarios

  1. Chicos, sean coherentes en la info que publican, pierden seriedad.
    En este artículo mencion que Alejandro Magno falleció el 21 de julio del año 356 a.c.
    A posterior dejan un link para conocer las últimas palabras de Alejandro antes de mori, en cuya nota mencionan, textualmente: «El 13 de junio del 323 a. C., estando Alejandro en el palacio de Nabucodonosor II de Babilonia, falleció».
    Evidentemente no se trata denun error de tipéo.
    Me encanta la página y los sigo desde hae mucho tiempo, pero con estos errores pierden credibilidad.
    Saludos.

  2. Solo para fines informativos, en el periodo A.C. los años se contaban inversamente, por eso la fecha (presunta) de nacimiento es mayor a la de su muerte.

  3. ECG es correcto se contaba de mayor a menor. Hasta lo había olvidado. Otra pequeña dosis de ilustración en esta página , ahora de su parte

  4. Actualmente es imposible conocer con certeza la fecha de su nacimiento. Las hipótesis más factibles son las del 1 de abril de 747, el 15 de abril de ese mismo año o el 1 de abril de 748. La mayoría de hipótesis sostienen que Carlomagno nació en Herstal, ciudad natal de su padre, de donde eran oriundas las dinastías carolingia y merovingia, y ubicada en las inmediaciones de la actual ciudad belga de Lieja. Cuando tenía siete años, fue a vivir con su padre a Jupille, por lo que en casi todos los libros de historia dicha ciudad aparece como uno de sus posibles lugares de nacimiento. También se han barajado como tal otras ciudades, entre ellas Ingelheim, Prüm, Düren, Gauting y Aquisgrán.
    En 813, Carlomagno convocó a su corte a Ludovico Pío, rey de Aquitania y su único hijo sobreviviente. Una vez allí, lo coronó con sus propias manos como coemperador para luego enviarlo de regreso a Aquitania. A continuación, pasó el otoño de cacería antes de volver a Aquisgrán el 1 de noviembre. En enero de 814, enfermó de pleuritis (Eginardo 59) y el 21 cayó en coma. Eginardo cuenta que:
    «Murió el veintiocho de enero, el séptimo día desde que cayó en cama, a las nueve de la mañana, tras participar de la eucaristía, en su septuagésimo segundo año de vida y el cuadragésimo séptimo de su reinado.»
    Carlos fue sepultado el mismo día de su muerte en la catedral de Aquisgrán, pese a que el clima frío y la naturaleza de su enfermedad no imponían apuro alguno a su entierro. Un relato posterior, narrado por Oto de Lomello, conde del palacio de Aquisgrán en época de Otón III, indicaría que él y el emperador Otón habían descubierto la tumba de Carlomagno; estos dos hombres sentaron al emperador en un trono, le vistieron con una corona y un cetro de celebración y cubrieron con ostentosas ropas su cuerpo incorrupto. En 1165, el emperador Federico I abrió de nuevo la tumba y trasladó el cuerpo a un sarcófago que emplazó debajo del suelo de la catedral. En 1215, Federico II volvería a introducirle en un ataúd de oro y plata.
    Fue sucedido por su hijo superviviente, Ludovico, quien había sido coronado el año anterior. Su imperio permaneció intacto una sola generación más; la historiografía afirma que la división efectiva entre los hijos de Ludovico dio pie a la formación de los modernos estados de Francia y Alemania.

    • No consideréis, por favor, este comentario, referido a Carlomagno y no, como sería apropiado, a Alejandro Magno.
      Lamento el error.

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