La naturaleza es muy sabía y en la mayoría de la ocasiones muy curiosa, sorprendiéndonos cada día más con seres que la hacen muy especial. En Supercurioso somos expertos en este categoría, por ello, esta entrada es una más y está dedicada a los árboles que “sangran”. ¿Quieres saber más?

La savia curativa

El nombre de la especie natural es Pterocarpus angolensis y se localiza en el sur de áfrica, conocido por nombres como Muninga, Mukwa o Kiaat. También es denominado el árbol que llora sangre, llamado de esta manera por la savia de color rojo oscuro. Cuando una rama o parte del tronco del árbol tiene un corte, el árbol comienza a soltar gotas de color rojo oscuro,  como cuando a un animal se le amputa alguno de sus miembros. La savia de color rojo tiene una textura pegajosa y ayuda a comenzar a curar la herida.

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Pterocarpus angolensis

Esta savia, aparte de ser curativa, tiene otros usos en los humanos: usualmente, es utilizada como tinte y en algunos asentamientos se mezcla con la grasa animal para transformarla en un cosmético con altas propiedades.

También se piensa que este líquido natural tiene propiedades curativas muy eficaces para resolver problemas de sangre, quizás porque se parece a esta. El árbol es usado para el tratamiento de dolores intensos, problemas con la vista, fiebres varias y acrecentar el aporte de leche materna.

Posee atributos y cualidades notables

La madera de estos árboles se suele utilizar para producir muebles de gran calidad, ya que su tallo y pegado es muy flexible. Debido a sus condiciones, de calidad y durabilidad, la hacen especialmente ideal para construir medios de transporte acuáticos, como canoas o barcos.

Generalmente, esta especie puede alcanzar altura de 12 a 18 metros de altura, dispone de una corteza de color marrón y con rugosidades, una copa muy amplia y flores de color amarillo.

árbol que llora sangre

Los árboles que lloran sangre son muy valorados por los pueblos indígenas de África, pero el ritmo con el que son talados es insostenible para la naturaleza, que no da abasto a que se reproduzcan adecuadamente.

Muy interesante, ¿no crees? Si te ha gustado esta entrada, no dudes en pasarte por «Los asombrosos árboles tela de araña«.