Aunque no seamos conscientes, somos víctimas y lugar de paso de una gran variedad de rayos cósmicos, que van desde emisiones producidas por púlsares y por supernovas de otras galaxias hasta rayos producidos por el sol o por los campos magnéticos de otros planetas, o por las dinámicas que se establecen cuando partículas del exterior chocan con la de nuestra atmósfera, como es el caso de los muones, para los que el ser humano ha encontrado un uso práctico.
Los MISTERIOS de una de las pirámides más antiguas de Egipto ven la luz gracias a los rayos cósmicos
Los muones son unas partículas elementales, descubiertas en la década de los años 30 del siglo pasado, que se forman cuando los rayos cósmicos chocan contra las partículas de las capas altas de la atmósfera y que pueden durar en promedio 0,000002 segundos. Lo increíble es que a pesar de tan cortísima vida estas partículas alcanzan a penetrar la Tierra, gracias a que viajan a una velocidad cercana a la de la luz y se calcula que pueden llegar a ser unos 10.000 muones por minuto y por metro cuadrado.
No debemos preocuparnos, no hacen daño a los seres humanos, quienes en cambio han conseguido un uso práctico para su brevísimo paso por el universo, similar al de los rayos X, pero con aplicaciones a espacios sólidos como el subsuelo, o construcciones enigmáticas, como las pirámides.
En diciembre de 2015 el gobierno de Egipto, con apoyo de un equipo de investigadores japoneses, utilizó un equipo que es sensible al paso de los rayos cósmicos, especialmente al de los muones, para tratar de detectar la existencia de cámaras ocultas en la pirámide sur de Dashur (conocida también como la pirámide romboidal).
La pirámide de Dashur se encuentra a 40 kilómetros al sur de El Cairo, tiene 105 metros de altura y es una de las más antiguas (tercer milenio antes de Cristo). Fue construida por orden del faraón Seneferu, padre de Jufu, mejor conocido como Keops.
Los científicos de la universidad de Nagoya dejaron durante cuarenta días placas hechas de aluminio y otros materiales sensibles al paso de los rayos cósmicos, y trazaron el paso de 10.000.000 de partículas a través de la pirámide. Las placas posteriormente fueron llevadas a Japón para evaluar los resultados.
En el caso de esta pirámide se pudo comprobar que no existían más cámaras secretas, y ahora se está considerando utilizar esta tecnología, con algunas mejoras, en la exploración de otras dos pirámides, con lo que se contribuirá a develar varios misterios que han rodeado estas extraordinarias construcciones.
Esta tecnología también se está utilizando en vulcanología y promete ser una herramienta útil en otros campos de la geología y de la ingeniería. Pero hay algo hasta poético en que su primer uso conocido sea justamente para despejar misterios en las pirámides, que usemos rayos cósmicos para indagar en una de las estructuras más enigmáticas y fascinantes hechas por el ser humano, ¿no es cierto?
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