¿Has leído o escuchado hablar del libro Viajes a varias naciones remotas del mundo, en cuatro partes. Por Lemuel Gulliver, primero cirujano, y luego capitán de varias naves? Tal vez no lo hayas leído en su versión original pero sí en alguna de sus adaptaciones a la literatura infantil, o en sus versiones cinematográficas (una de las más recientes, con la participación del humorista estadounidense Jack Black); y claro, estamos hablando de Los viajes de Gulliver, del escritor irlandés Jonathan Swift (1667-1745).
Irlandeses, lo mejor de la literatura inglesa
Quizá no se sepa tanto como debiera, pero muchos grandes autores de la literatura inglesa en realidad eran irlandeses, como James Joyce, Oscar Wilde, Laurence Sterne y el autor que nos ocupa en este texto, Jonathan Swift, nacido en Dublín y formado en esta ciudad hasta que pudo trasladarse a Inglaterra, a los veintidós años.
Swift fue clérigo, autor de panfletos políticos y también escritor de notables sátiras sobre la sociedad inglesa de su tiempo y las costumbres de la especie humana en general.
Entre los irlandeses es considerado como un patriota, en especial por un texto satírico que aún posee todo su poder, como es Una modesta proposición para impedir que los hijos de los pobres de Irlanda sean una carga para sus padres o para el país, en el que proponía que los bebés irlandeses se vendiesen como carne tierna a los ricos ingleses, en medio de una de las peores hambrunas por las que pasó este país.
Gulliver en Liliput
Sin embargo, Swift es recordado por otro de sus libros, conocido mundialmente por el título abreviado de Los viajes de Gulliver, publicado en 1726 y que de inmediato se convirtió en un éxito de ventas, aunque tal vez no por las razones esperadas por el autor.
El libro está estructurado en cuatro partes, cada una de las cuales narra un viaje a alguna región fantástica del mundo, que a su vez ironiza o se burla abiertamente de algún aspecto de la sociedad inglesa y de la humanidad de su tiempo.
Sin embargo, fue la primera parte del libro la que atrapó y fascinó a los lectores, y se convirtió posteriormente en un clásico de la literatura infantil.
En esta parte se cuenta la historia del naufragio de Lemuel Gulliver y de cómo llega a las costas de Liliput, un reino con seres humanos de quince centímetros de altura donde el viajero naturalmente es un gigante. Allí ayuda a los liliputienses a enfrentar a un pueblo enemigo, pero luego se niega a ayudarlos en un proyecto de conquista y es acusado de traición, por lo que debe huir de vuelta a Inglaterra.
Esta historia ha sido versionada y traducida a casi todas las culturas del mundo, porque de alguna manera sigue teniendo algo que decir a cada una de ellas en torno a la sinrazón y a la locura de la guerra y los odios por diferencias políticas y religiosas.
En el país de los Houyhnhnms
Pero como ya señalamos, el de Liliput no fue el único viaje de Gulliver, y el otro viaje que más se recuerda, aunque sin la celebridad y difusión del primero, es el cuarto y último del libro, que lo lleva al país de los Houyhnhnms, donde reinan los caballos, y los hombres, con el nombre de yahoos, se comportan como animales inferiores y sirven a estos nobles seres, cuyo nombre casi impronunciable, traducido del lenguaje equino significa “perfección de la naturaleza”.
Existen excelentes traducciones al español y te invitamos a sorprenderte y disfrutar de la fantasía, humor e inteligencia de este autor irlandés del siglo XVIII.
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