La historia de Madge Oberholtzer es estremecedora. Su valentía y coraje consiguieron acabar con el Ku-Klux-Klan en el estado de Indiana donde tenía múltiples seguidores. Fue violada, torturada y murió asesinada por miembros de esa nefasta organización. Acompáñanos a conocer lo que le sucedió.
La violación y el asesinato de Madge Oberholtzer por un miembro del KKK
Madge Augustine Oberholtzer era una maestra estadounidense nacida en 1896 que tuvo la desgracia de salir durante un corto tiempo con David Stephenson Curtiss, «Gran Dragón» y uno de los miembros más odiosos del Ku Klux Klan.
Stephenson era ayudante del gobernador de Indiana y prometió ayudar a Madge en su tarea de alfabetización de adultos si consentía en salir con él. Tras una fiesta en la mansión de Stephenson, ella no quiso saber nada más del hombre. Él no pudo aguantar la negativa y un tiempo después la citó en su casa para ultimar unos detalles sobre el programa «Círculo de Lectura» que ella estaba impulsando y que, debido a recortes presupuestarios, pendía de un hilo. Debían verse esa misma noche, ya que él debía partir para Chicago.
Era el 15 de marzo de 1925. Madge pensó que su proyecto valía la pena y accedió a acudir a su casa. Uno de los guardaespaldas de Stephenson llamado «Gentry» la recogió y la llevó a la mansión. Una vez en ella fue llevada a la cocina y allí Sthepenson, Gentry, el chófer y otro guardaespaldas al que llamaban «Clenck», la obligaron a beber whisky hasta que prácticamente enfermó. Luego a punta de pistola la sacaron de la casa y en un coche la llevaron hasta la estación de ferrocarril.
En la estación estaba esperando el tren privado de Sthepenson. La subieron al vagón y allí Stephenson le quitó la ropa y la mordió y violó repetidamente. Las mordeduras fueron de tal calibre que el forense que examinó su cuerpo dijo que parecían hechas por un caníbal y afectaron su cara, el cuello, el pecho, las piernas, los tobillos, la espalda y la lengua. Madge, enferma por el alcohol que le habían obligado a ingerir, no pudo defenderse, pero cuando se repuso, lo amenazó con llevarlo ante la Ley. Él le contestó que no temía nada y dijo literalmente «Yo soy la ley en Indiana». Como miembro destacado del KKK, creía que podía actuar impunemente. El tren emprendió la marcha hacia Chicago y en una parada se llevó a la chica a un hotel donde la obligó a inscribirse como su esposa.
Madge desesperada decidió quitarse la vida, fingió claudicar y pidió que la acompañasen a comprar colorete. En la compra incluyó pastillas de cloruro de mercurio que ingirió al llegar al hotel. Al poco tiempo empezó a vomitar sangre, pero Stephenson se negó a llevarla a un hospital, a menos que primero pasaran por una iglesia y se casara con él.
El estado de Madge finalmente se agravó tanto que decidieron llevarla a su casa, pensando que no recuperaría el conocimiento antes de morir. Dijeron a sus padres que había sufrido un accidente automovilístico y huyeron.
Madge Oberholtzer no murió inmediatamente, el 28 de marzo hizo una declaración firmada a la policía explicando todo lo que le había ocurrido. Murió en el hospital el 14 de abril debido a la infección por estafilococos que le produjeron las mordeduras a lo que se añadió una insuficiencia renal por el envenenamiento con mercurio.
El Gobernador no apoyó a Stephenson y éste fue acusado de violación y asesinato en segundo grado. A pesar de los intentos de su abogado por defender lo indefendible, un jurado lo encontró culpable de secuestro, violación y asesinato en segundo grado, por lo que fue condenado a cadena perpetua.
El brutal ataque que sufrió Madge indignó a la mayoría de seguidores del Ku-Klux-Klan y les abrió los ojos ante lo que suponía realmente la nefasta organización y la abandonaron en masa. El propio Stephenson, al no conseguir el indulto que esperaba, denunció a sus correligionarios y destapó numerosas tramas de corrupción y abusos por todo el estado. De casi 500.000 afiliados al KKK, al cabo de tres años únicamente quedaron 4.000.
La declaración de Madge en su lecho de muerte sirvió por lo menos para que el KKK desapareciera prácticamente del estado de Indiana.
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