Manuelita Sáenz fue una de las mujeres más influyentes en una época marcada por la guerra de liberación nacional de américa del Sur y la actual Panamá. Lastimosamente, la libertadora es conocida por haber sido la amante de Simón Bolívar; pero, esta personaje contribuyó activamente en las luchas por la libertad y, como muchas otras mujeres, tuvo un papel clave pero demeritado por la historia. Por eso hoy en Supercurioso le dedicamos toda una entrada a la vida y actividad política de Manuelita Sáenz, la criolla libertadora.

La historia de Manuelita Sáenz, libertadora de América

1. Vida de Sáenz, la criolla independentista manuela1

Manuela Sáenz Aizpuru fue una conocida patriota nacida el 27 de Diciembre de 1797 en Quito. Ella es comúnmente conocida como “la libertadora del libertador”, ya que defendió fehacientemente a Simón Bolívar en uno de los atentados que le llegaron a hacer. Manuela quedó huérfana a la temprana edad de 6 años. Sin embargo, se sabe que  Juana del Campo y Larraondo, su madrastra, la trató con mucho afecto a lo largo de su vida. Fue en ese hogar donde Manuelita estrecha fuertemente sus lazos afectivos con su medio hermano José María Sáenz, quien sería una indudable influencia en sus ideales de independencia.

Manuelita recibió la mejor educación a la que una señorita de la alta sociedad podía tener acceso en esa época. Fue así como ingresó al monasterio de Santa Catalina de Siena (Quito), de la Orden de Santo Domingo para terminar de completar su educación. En el monasterio la libertadora aprendió inglés y francés, así como las tareas que se le atribuían tradicionalmente a la mujer: bordar y cocinar. Luego ocurrió un episodio del que Manuela prefería no hablar, la joven huyó del convento cuando tenía 17 años: al parecer se había enamorado perdidamente del oficial del Ejército Real Fausto D’Elhuyar, quien al poco tiempo la abandonó.

Cuando tenía 19 años conoce a James Thorne, un acaudalado médico inglés que le doblaba en edad. Un año más tarde, ella y el inglés estaban contrayendo matrimonio. Pese a ser una boda arreglada por el padre de Manuela, se dice que el doctor estaba muy enamorado de la hermosa joven y que gracias a esa fascinación le perdonó innumerables aventuras e infidelidades. ¡Toda una mujer independiente!

En ese período, Manuela se involucró de lleno en todas las actividades políticas en pro de la libertad, contribuyendo activamente en el cambio del Batallón Numancia hacia las líneas patriotas. Su adorado hermano, José María, era miembro activo de este batallón.  En 1821, San Martín le concedió el título de Caballeresa de la Orden El Sol del Perú, por sus múltiples aportes pro-independentistas. También por ese tiempo, Manuela y el doctor Thorne se separaron, quedando ésta completamente libre para poder seguir aventurándose por sus ideales de libertad.

2. Sáenz y Simón

Manuelita Sáenz

En 1821 Manuela regresa a Ecuador con su medio hermano para finiquitar el papeleo de la herencia de su abuelo materno, fue allí donde ocurre el primer encuentro entre el Libertador Simón Bolívar y Manuela Sáenz. En este sentido, Manuelita deja por escrito lo que sucedió la primera vez que se vieron con el libertador:

 

“Cuando se acercaba al paso de nuestro balcón, tomé la corona de rosas y ramitas de laureles y la arrojé para que cayera al frente del caballo de S. E.; pero con tal suerte que fue a parar con toda la fuerza de la caída, a la casaca, justo en el pecho de S. E. Me ruboricé de la vergüenza, pues el Libertador alzó su mirada y me descubrió aún con los brazos estirados en tal acto; pero S. E. se sonrió y me hizo un saludo con el sombrero pavonado que traía a la mano”.

Este acto de coquetería y sutileza de la época no es lo único interesante. Posteriormente, Bolívar y Manuela volvieron a encontrarse en un baile ofrecido en honor al Libertador, en donde éste le expresó:

“Señora: si mis soldados tuvieran su puntería, ya habríamos ganado la guerra a España”

A partir de allí, Manuelita Sáenz y Simón se convirtieron en amantes, relación que duró 8 años hasta 1830, cuando Bolívar murió. En el transcurso de esos 8 años, Manuela participó activamente en cuanto a las actividades independentistas se refiere, incluso, es ella quien salva la vida de Libertador, interponiéndose ante quienes lo buscaban para asesinarlo, tal intervención fue clave para que éste lograra escapar con vida.

Se sabe que en varias oportunidades el doctor James Thorne le pidió a Manuelita que volviera con él, cuestión que ella siempre rechazó. Después de la muerte de Bolívar, Manuela es desterrada de Colombia, por lo cual regresó a Ecuador, pero antes de poder llegar a Quito su pasaporte fue revocado. Por esta razón Manuelita Sáenz termina instalándose al norte de Perú, en el puerto de Paita.

Allí la libertadora sobrevive bordando y vendiendo tabaco, muere en 1856 a los 59 años por una epidemia de difteria, razón por la cual su cuerpo fue sepultado en una fosa común y gran parte de sus pertenencias incineradas. Entre estas se encontraban importantes documentos de la Gran Colombia y cartas de amor de su adorado Bolívar. Afortunadamente, Manuela le llegó a entregar a O’Leary gran parte de los escritos del Libertador para que éste pudiera hacer la biografía del mismo.

Manuelita Sáenz fue una mujer despreciada y humillada por gran parte de la sociedad colonial, quienes no veían con buenos ojos el que una mujer tuviese ese nivel de independencia. No obstante, con el pasar de los años su nombre ha sido reivindicado, colocándola como una de las mujeres más influyentes y cuya participación fue fundamental para la gesta libertadora.

Y, hasta acá ha llegado nuestro pequeño acercamiento a la vida de Manuelita Sáenz, una mujer inteligente, fuerte, independiente, con claras posiciones políticas y en resistencia no solo a España, sino a los mandatos sociales hacia la mujer. En Supercurioso nos gustó escribir esta entrada, pero quedamos a la espera de tus constructivos comentarios ¿Habías escuchado o leído Manuelita Sáenz? ¿Tienes más información importante o interesante sobre su vida? 😉