Todo el mundo sabe quién fue Mary Shelley, la autora de una de las más famosas novelas que se han escrito: «Frankenstein o el moderno Prometeo». Sin embargo, es posible que desconozcas que una de las mujeres consideradas pilares fundamentales del feminismo moderno fue también la progenitora de la famosa novelista. Aunque falleció de parto, es indudable que su estilo de vida poco ortodoxo, su defensa de la igualdad de la mujer y sus críticas al estilo de feminidad reinante en su época influyeron en la manera en que se desarrolló la vida de Mary Shelley. Acompáñanos en Supercurioso a conocer quién fue Mary Wollstonecraft, madre de Mary Shelley y del feminismo moderno.
Mary Wollstonecraft, madre de Mary Shelley y del feminismo
Como otras mujeres antes que ella, Mary defendía la necesidad de dar a las niñas una educación igual a la de los hombres y creía que sin cumplir esta premisa era imposible llegar a una sociedad justa. La falta de educación impedía a las féminas tener una profesión con la que ser independientes y, más allá de ser institutrices, pocos trabajos intelectuales podían desarrollar. Ella fue una de las primeras mujeres en sobrevivir gracias a su profesión de escritora.
1. Breve biografía de Mary Wollstonecraft
Mary Wollstonecraft nación en Londres, en Spitalfields, el 27 de abril de 1759 en seno de una familia burguesa propietaria de unas hilaturas. Sin embargo, su padre, alcohólico, violento y jugador, dilapidó la fortuna familiar, lo que los llevó a pasar penurias económicas. Fue la segunda de 7 hijos y pudo ver como su hermano mayor recibía una buena educación mientras que ella y sus hermanas apenas tenían conocimientos básicos de lectura y escritura. Mary fue fundamentalmente autodidacta.
Empezó a trabajar muy joven como señorita de compañía pero regresó a Londres para atender a su madre que murió en 1782. Tuvo dos amigas durante su juventud que marcaron su vida. La primera Jane Arden con quien leía libros y asistía a las clases del padre de su amiga, un filósofo y científico de pensamiento peculiar llamado John Arden y la segunda Fanny Blood. De su amiga Fanny dijo que le había abierto la mente y tuvieron numerosos proyectos de convivencia y profesionales. Junto con las hermanas de Mary fundaron una escuela, pero Fanny contrajo matrimonio y marchó a Europa con su esposo a fin de mejorar su maltrecha salud. Esta se deterioró tanto que Mary viajó a Lisboa para estar con su amiga que murió de parto. Al regresar a Londres tuvo que cerrar la escuela y buscar empleo de institutriz. Estando en Irlanda al servicio de lord Kingsborough escribió su único libro de literatura para niños «Relatos originales de la vida real».
Abandonó su empleo como institutriz y decidió dedicar su vida a la literatura lamentando las pocas oportunidades laborales que tenían las mujeres de clases acomodadas y poca fortuna. Escribió uno de sus libros más famosos «Pensamientos sobre la educación de las hijas» y una novela: «Mary: a Fiction». Con el apoyo del editor liberal Joseph Johnson pudo sobrevivir como escritora y trabajó como traductora y colaboradora en la Johnson’s Critical Reiew.
Escribió dos obras claves en su vida inspiradas en los acontecimientos de la Revolución Francesa: «Una vindicación de los derechos de los hombres» en 1790 y en 1792 «Una reivindicación de los derechos de la mujer», obra con gran éxito que fue traducida al francés y al alemán. Mary Wollstonecraft estaba en París cuando Luis XVI fue guillotinado huyendo de un desengaño amoroso con el pintor Henry Fuseli al que había propuesto una relación con ambos cónyuges que fue totalmente rechazada. En 1793 se enamoró de un estadounidense llamado Gilbert Imlay que la inscribió como su esposa en la embajada norteamericana para protegerla del sentimiento anti-británico de los franceses. Mary quedó embarazada en 1794, pero Imlay no pensaba casarse con ella. En Le Havre, dio a luz a su primera hija, Fanny. Desesperada por el rechazo del estadounidense, intentó suicidarse con opio pero fue salvada por un criado en el último momento. Éste la engañó enviándola a Escandinavia con la pequeña Fanny por unos negocios de su interés, pero cuando regresó a Londres se encontró que Imlay estaba con otra mujer. En un segundo intento de suicidio, Mary Wollstonecraft saltó al río Támesis, pero volvió a ser rescatada de la muerte. De su estancia en los países nórdicos publicó un nuevo libro «Cartas escritas durante una breve residencia en Suecia, Noruega y Dinamarca».
En 1796, Mary se reencontró con William Godwin, un afamado filósofo al que había conocido cinco años antes. Se enamoraron y ella quedó embaraza. Wollstonecraft y Godwin se casaron en marzo de 1797 y el 30 de agosto de 1797 dio a luz a su hija Mary, que pasados los años sería la autora de «Frankenstein», convirtiéndola en «abuela» de uno de los monstruos más famosos de la historia de la literatura. Sin embargo, Mary Wollstonecraft no superó el parto y falleció de fiebre puerperal el 10 de septiembre de 1797.
2. Mary Wollstonecraft y el feminismo moderno
Su esposo, William Godwin, escribió una biografía de Mary Wollstonecraft desde la admiración a su estilo de vida libre y a la vez comprometido. Sin embargo, sin proponérselo dio argumentos a sus detractores que destrozaron su reputación basándose en su trayectoria vital tan poco ortodoxa. Tuvo que esperar hasta finales del siglo XIX en que, al surgir el movimiento feminista, se redescubrió su figura y sus escritos cobrando la importancia que merece como precursora del feminismo moderno.
Mary Wollstonecraft fue contemporánea de mujeres consideradas también proto-feministas por sus escritos y su forma de ver el papel de la mujer en la sociedad de su época. Entre ellas destaca la francesa Olympe de Gouges, autora de la «Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana» de la que ya te hablamos en Supercurioso. ¿Sabías quién era Mary Wollstonecraft? ¿Conocías lo transgresora que fue su vida para el momento histórico en que vivió? Si quieres conocer el pensamiento de una de las mujeres a las que más influyó la obra de Mary Wollstonecraft no dejes de leer estas Frases de Virginia Woolf, una figura clave en la vanguardia feminista.