La mitología griega esconde historias terribles de abusos. Recordemos a la terrorífica Medusa que fue castigada por Atenea por un hecho del que era la víctima y del que su verdugo, Poseidón, salió indemne o Dafne que prefiere convertirse en un laurel antes que resignarse a someterse a los furores de Apolo. Una de las más angustiantes y que reflejan la dureza de los hechos ocurridos es el mito de Cene: cambio de sexo tras una violación.
El mito de Cene: cambio de sexo tras una violación
Si recorres las historias de la mitología griega observarás con asombro que los dioses y otros personajes utilizan a las figuras de sexo femenino como si fueran objetos. Las raptan, persiguen, secuestran, acosan y violan y en la mayoría de los casos su crimen queda impune. El mito de Cene es absolutamente desgarrador e implica una renuncia a la feminidad por el miedo a que pueda repetirse en su persona un acto tan bárbaro y criminal como una violación.
Cene era una muchacha hija de Elatus, un caudillo lapita, y de Hippea. También se la conoce como Cenis o Caenis. Los lapitas eran un pueblo de Grecia que habitaba en la región de Tesalia. Cene estaba paseando un día cuando Poseidón la vio y sintió un vivo deseo por ella. Siguiendo su forma habitual de actuación el dios del mar griego la secuestro y la forzó. Cuenta el mito que tras la violación, Poseidón estaba tan satisfecho que decidió otorgarle un deseo. La chica le pidió que la convirtiese en un hombre para que lo que le acababa de ocurrir no pudiera volver a pasarle. El dios se lo concedió y además la dotó con una piel que era impenetrable a las armas. El mito de la violación y cambio de sexo de Cene acaba aquí, a partir de ese momento pasó a llamarse Céneo y fue uno de los argonautas que acompañaron a Jasón.
Céneo tuvo que aguantar las burlas del centauro Latreus que se mofó diciendo que no sabía luchar ya que había sido una mujer. El lapita consiguió vencer al centauro que no pudo ni herirlo gracias a su piel extraordinaria. Céneo o Caenus murió en la batalla que se entabló entre lapitas y centauros, que eran parientes. Los hombres caballo fueron invitados a una boda y borrachos intentaron violar a la novia y a todas las mujeres presentes.
Para acabar con él los centauros fabricaron una trampa con troncos que cayeron encima de Céneo. El argonauta quedó sepultado y falleció. Cuenta la leyenda que de debajo de los troncos surgió un ave dorada que portaba su alma. Virgilio relató que Eneas, el héroe, en su descenso al inframundo, lo vio en los Campos Elíseos donde moran los héroes y que el «destino» le había devuelto a su forma de mujer original.
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