En la sociedad moderna, el hábito de cuidar nuestra alimentación, mantenernos en un peso saludable y tener un óptimo sistema cardiovascular, se hace cada vez más importante. Del boom de la comida chatarra, progresivamente hemos ido moviéndonos hacia un estilo de alimentación más saludable, en el que las verduras, las proteínas y las grasas saludables, suman espacios. En este sentido, los frutos secos surgen como un aliado ideal para lograr un plan de alimentación sano, completo y sustentable en el tiempo. Generalmente estamos habituados a consumir los más comunes: nueces, almendras o pasas. Pero en el universo de los frutos secos encontramos otros tipos que aportan a nuestra salud. Es el caso, por ejemplo, de los beneficios del piñón, que aunque poco conocido, está cargado de vitaminas, minerales y energía.

A la hora de decidir modificar nuestros hábitos y construir un estilo de vida saludable, son muchas las interrogantes que pueden presentarse. Todas nuestras acciones en este sentido, dependerán de los objetivos que queramos plantearnos. ¿Deseamos perder unos kilos y llegar a nuestro peso ideal? ¿Nuestra intención es sumar musculatura y aumentar nuestra fuerza física? ¿O sólo queremos mantenernos en un estado óptimo de peso y salud? Si bien los frutos secos han sumado puntos en las dietas de moda, es importante que los conozcamos a profundidad, descubriendo sus principales mitos. Solo así podremos disfrutarlos y emplearlos como un impulso al logro de nuestras metas.

Principales mitos sobre los frutos secos

Mitos de los frutos secos

Los frutos secos protegen al corazón

Este es uno de los mitos más ciertos en torno a esta clase de alimentos. Se trata de una gran fuente de ácidos grasos buenos. Al entrar en nuestro organismo, favorecen nuestro sistema cardiovascular, ayudando a disminuir y estabilizar los niveles de colesterol malo en la sangre.

Son ideales para los estudiantes

En efecto, entre los minerales que predominan en la composición de los frutos secos, están el fósforo y la lecitina. Estos componentes fortalecen el sistema nervioso, y también desarrollan nuestra capacidad de memoria.

Son una excelente fuente de hierro

Si presentas síntomas de anemia, los frutos secos son un alimento imprescindible para tu dieta. Sus componentes ayudan al organismo a producir glóbulos rojos, fortaleciendo la presencia de hierro en el cuerpo. Son especialmente recomendables para las mujeres que presentan ciclos menstruales muy intensos.

Ayudan a combatir el estreñimiento

En efecto, esta es otra de las bondades del consumo regular de frutos secos. Al tener un gran porcentaje de fibra en su composición, ayudan a regular el tránsito intestinal del organismo.

Son muy calóricos

¡También es cierto! Los frutos secos son un alimento sumamente saludable, lleno de grasas saludables, omega 3, fenoles vegetales, vitaminas, proteínas, minerales, fibras y un gran porcentaje de antioxidantes, pero también poseen un alto valor calórico. Esto, por supuesto, no implica que debas sacarlos de tu dieta si estás en un plan de pérdida de peso, pero si que aprendas a controlar las porciones. Lo recomendable es una porción de treinta gramos por día, en el desayuno o merienda. Esto equivale a un puñado pequeño, que entre en la palma de tu mano.

Consejos para consumir frutos secos

Consejos sobre los frutos secos

Este alimento, además de saludable, es delicioso. Esto puede hacer que perdamos un poco la noción sobre su aporte calórico. Excedernos con las almendras, nueces o piñones puede derivar en que no logremos bajar de peso, si es este el objetivo de nuestro plan alimenticio. Para aprovechar al máximo las propiedades de los frutos secos, te aconsejamos consumirlos de la siguiente manera.

  • Procura limitar tu porción diaria a un máximo de treinta gramos. Esta cantidad equivale a un promedio de 150 a 170 calorías, según el tipo que hayas elegido. Para que tengas una idea más concreta, considera que si deseas comer almendras, la porción ideal sería de unas veinticinco unidades. Si escoges las nueces, serían unas cinco unidades completas. Con el maní, la referencia serían unas treinta unidades, y con el pistacho, cuarenta.
  • Olvídate de la opción de los frutos secos confitados. Su sabor puede ser delicioso, pero en este formato pierden toda su condición de saludables. Escoge siempre frutos secos en su estado natural, sin adicionar sal o azúcar. Sabemos que esto puede resultar difícil, en especial con frutos secos como el maní o el pistacho, pero si te das la oportunidad de consumirlos en su estado natural, apreciarás su más auténtico sabor.
  • Aprovéchalos como merienda. Una de las principales potencialidades de los frutos secos, es que generan una gran sensación de saciedad. En este sentido, pueden ser una opción ideal como merienda, para disminuir la ansiedad antes del almuerzo o la cena, y lograr que no te excedas en las comidas principales.

Los frutos secos son una opción que la naturaleza nos regala para disfrutar del sentido del gusto, al tiempo que alimentamos nuestro organismo de una forma óptima. Con su efecto antioxidante, vitamínico y promotor de la salud cardiovascular, son una opción rica y variada, que bien vale la pena sumar a tus rutinas diarias.