Los guanches, el pueblo aborigen de la isla de Tenerife, embalsamaba los cuerpos de sus difuntos y los dejaba en cuevas recónditas para preservarlos. Según la época y el estrato social, los métodos de embalsamamiento y conservación eran diferentes, pero en todo caso muy similares a las de otros pueblos de la antigüedad. En Supercurioso os hemos hablado de algunas momias famosas como las alucinantes momias de sal de Irán o las escalofriantes momias de Palermo, en esta ocasión te proponemos acompañarnos a conocer las Momias Guanches parecidas a las egipcias, según los historiadores.
Las Momias Guanches
Las pruebas de carbono 14 realizadas a las momias las han datado entre el siglo III y el siglo XV, data en que las Islas Canarias fueron conquistadas. Los hallazgos de momias se han hecho especialmente en Tenerife, aunque también han habido algunos en otras islas del archipiélago. Los historiadores han hallado especial similitud con las momias egipcias en aquellas que pertenecieron a sus reyes, llamados «menceyes». En éstas, además de extremar el cuidado y respeto en el proceso de embalsamado de todo el cuerpo, las vísceras eran retiradas y guardadas en un lugar a parte. También se procedía al rellenado de los lugares que habían quedado huecos introduciendo musgo y otras plantas en ellos. Por vía subcutánea se introdujo alguna sustancia para conservar el cuerpo y para preservar el exterior se aplicó algún tipo de resina preparada con minerales, grasa y plantas, antes de ser cubierto con pieles de animales.
La momia más importante que se conserva es la llamada «momia de San Andrés» ya que fue localizada en un lugar próximo a esa localidad. Estaba sobre una tabla de madera y a su lado tenía recipientes con ofrendas para el más allá.
Hay momias guanches al menos en los museos de 6 ciudades y es posible que existan muchas más repartidas por todo el mundo ya que, desde la conquista de las islas por los castellanos, miles de ellas fueron sacada de sus lugares de origen. Un grupo de ellas se encontraban en Berlín cuando estalló la Segunda Guerra Mundial y fueron destruidas durante los bombardeos.
Además del interés cultural que pudieran tener las momias guanches, el comercio con estos restos humanos se internacionalizó ya que se pagaban importantes sumas por ellas. Éstas eran adquiridas, si estaban bien conservadas, tanto por coleccionistas particulares como por museos y, si estaban deterioradas, se trituraban y se utilizaban para blanquear caminos, abonar la tierra o para fabricar «polvo de momia», como vimos en el artículo de Supercurioso sobre Ambroise Paré, padre de la cirugía moderna, que luchó contra la superstición que rodeaba a este falso fármaco.
Lamentablemente, en la década de 1930, fue saqueada una cueva en la que se encontraron más de 60 momias guanches en la isla de Tenerife. Sin embargo, si viajáis a las Islas Canarias, podréis ver algunas de ellas en el Museo de la naturaleza y el hombre de Tenerife, donde se conservan en las mejores condiciones 130 restos humanos pertenecientes a estas momias guanches.
Si quieres conocer otras momias importantes, te invitamos a leer el post:
–Las increíbles momias de Tarim
Imágenes: Wolfgang Sauber,
,