Gustave Flaubert era bastante denso de leer. Cuando nos encontramos con novelas como “Madame Bovary” no sabemos si era verdaderamente aburrido o si consiguió, magistralmente, traspasar al lector ese tedio que padecía Bovary. Así como han aparecido nuevas revisiones de novelas como “American Psycho” (también caracterizada por el hastío que provoca en el lector), nos preguntamos si aburrir al lector era el objetivo de sus autores. Sea como sea, esta novela ha dado lugar al término “síndrome de Madame Bovary”, una extraña condición que afecta, principalmente, a las mujeres y del que las referencias más modernas que tenemos proceden del ensayo “Madame Bovary: infieles e infelices” de Ediciones Algaida. ¿Qué habrá de cierto en él?

¿No eres capaz de ser feliz? El síndrome Bovary puede ser la razón

Como la protagonista de esta novela decimonónica, quien padece el síndrome Bovary vive en un estado de insafisfacción crónica a nivel social y emocional. La causa es sencilla: hay un desajuste entre las ilusiones que esta persona crea en su mente y la realidad. Mientras que sus deseos y ambiciones son elevados, la realidad es otra. No solo eso, la propia persona que padece el síndrome suele hacer más bien poco porque su situación cambie.

Síndrome Bovary

Este término fue acuñado por primera vez por el filósofo Jules de Gaultier, en su estudio “Le Bovarysme, la psychologie dans l’ouvre de Flaubert”, que data de 1892.

Características del síndrome Bovary

  • Adicción al romance: Es adicto al inicio de los romances y a la limerencia previa al compromiso. Vive en la búsqueda de un amor ideal y romántico. Un amor tan perfecto como ha visto y leído a lo largo de toda su vida.
  • Desajuste cognitivo: No son capaces de disfrutar de lo que tienen ni de lo que son,  porque viven centradas en una ilusión romántica que nunca llega a cumplirse.
  • Frustración y astenia: Después de cada momento de felicidad, se produce una insatisfacción. Las personas que tienen síndrome de Bovary nunca están satisfechas ni con lo que sienten ni con los sentimientos que producen en los demás.
  • Relaciones imposibles: Gustan de las relaciones imposibles porque son incapaces de vivir en una situación sentimental posible. Es por ello que pueden llegar a embarcarse en relaciones que pongan en riesgo todo lo que son y lo que tienen.

Este síndrome no aparece en el diccionario de la RAE, pero sí es habitual encontrarlo en enciclopedias de términos técnicos psicológicos e incluso se ha especulado acerca de las  causas que pueden provocarlo. En este sentido cabe destacar que muchas de las personas afectadas (principalmente, mujeres) han sido abandonadas o sobreprotegidas en la niñez, algo que las ha llevado a una necesidad de atención excesiva por parte de los hombres.

No debemos olvidar, no obstante, que el síndrome de Bovary también afecta a los varones

Como hemos mencionado anteriormente, la primera vez que se habló de este síndrome fue en 1892 y desde entonces se ha ido utilizando hasta el 2007. ¿Cómo es posible? La situación de la mujer a finales del siglo XIX y hasta hace apenas veinte años era muy diferente a la actual. Resultaba casi lógico que la mujer viviera en el mundo de las ilusiones con respecto a su vida sentimental, porque era el único sueño al que podía aspirar (ni carrera profesional, ni estudios superiores…). La realidad de un matrimonio no era lo que deseaba, pues en él sus ilusiones románticas quedaban reducidas  a bagatelas.

Síndrome Bovary

Por supuesto, el hombre también se encontraba con una situación completamente diferente a la actual. Esto es debido a que su educación estaba dirigida en una dirección diametralmente opuesta a la de la mujer. ¿Cómo reunir a dos psiques criadas con valores opuestos? Es la broma de la historia de la humanidad y, especialmente, con la llegada del amor romántico, no pactado, a la vida común. Por suerte, el siglo XXI está dando pequeños pasos a nuestro favor. ¿El inconveniente? Los síndromes que antaño solo afectaban a las mujeres (o a los hombres) ahora les influyen a ambos.

¿Qué te ha parecido el síndrome Bovary? ¿Lo padeces? ¿Conoces a alguien que sufra de infelicidad crónica? Si te interesa, puedes conocer estos consejos para ser más feliz.

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