Trabajar en grupo. ¿Lo odias? ¿O eres quizá de los que disfruta compartiendo esfuerzos, ideas y proyectos? Esta es una tarea que todos hemos llevado a cabo en más de una ocasión, ya sea en el colegio, en la universidad y por supuesto, en los propios entornos laborales.

El trabajo en grupo es la piedra filosofal de toda organización. Lo queramos o no, un conjunto de personas con distintos puntos de vista, habilidades diversas, enfoques y con creatividad, son capaces de alcanzar grandes logros. No obstante, hay quien resulta más productivo en soledad y no soporta este tipo de dinámicas en las cuales, solo siente la sensación de estar perdiendo el tiempo y además, chocando con las personalidades del resto.

Hoy en Supercurioso te invitamos a profundizar un poco en el tema de los trabajos en grupo. Te definimos cuáles son los principales comportamientos que suelen darse en estas dinámicas, invitándote como siempre a que nos des tu opinión.

¡Odio trabajar en grupo! ¿Te identificas?

En ocasiones, ni tan solo tienes oportunidad de elegir con quien puedes llevar a cabo ese proyecto. Quedas asignado a un grupo de trabajo y ya no hay vuelta atrás, toca sobrevivir como se pueda. Otras veces, dispones a tu alrededor de esas personas con las que te sientes cómodo y con las cuales, vuestras potencialidades se afinan al máximo.

trabajar en grupo

Sea como sea, es habitual encontrarnos con este tipo de comportamientos a la hora de llevar a cabo un objetivo: entregar un trabajo u ofrecer algo nuevo a tu empresa. Veámoslo.

El que lo dirige todo

Tal vez te identifiques con estos rasgos o puede, que sea el que más te incomoda. No obstante, en un grupo siempre suele aparecer alguien que es la voz cantante, el que propone, dirige y distribuye tareas sin que los demás le hayan dado derecho para tal autoridad.

A menudo, suele hacerlo con buena voluntad, es un rasgo de carácter que apenas puede evitar pero que a su vez, suele «chocar» bastante con el resto del grupo.

El que a todo le saca objeciones

¿Empezamos con brainstorming? Vale, pero eso nos va a hacer perder un poco de tiempo ¿no?- «¿Pasamos ya a limpio estas ideas y lo redactamos? –Vale, pero aún podríamos pensar más cosas ¿no?– «De este tema me puedo encargar yo», «Vale, pero a ti esas cosas no se te dan demasiado bien ¿no?».- ¿Qué os parece si hacemos el título en azul?- Vale, pero en rojo llamaría más la atención.

trabajar en grupo

Si te has encontrado en tus trabajos en grupo a este tipo de personas, puede que te hayan desesperado, pero en ocasiones, hasta nos sirven para ser más exigentes.

El que delega en los demás y nunca tiene tiempo para quedar

Proponéis un sinfín de momentos, de horas y de huecos en los que poder reuniros, pero esa persona en concreto es la más atareada del mundo, y a la mínima, termina desapareciendo.

Nos dice aquello de que todo le parece bien, que le asignemos qué parte es la que debe hacer y que así, facilita las cosas.

El que acaba haciendo gran parte del trabajo

En ocasiones, las reuniones son tan poco productivas y se llegan a tan pocos acuerdos y soluciones, que siempre aparece alguien al día siguiente con todo el proyecto redactado y casi finalizado.

No debería ser lo habitual, pero cuando el grupo no es armónico, estructurado y donde las ideas de los miembros no se tienen en cuenta o se discriminan, al final la tarea no se cumple. Y ello conduce a que algún «alma» caritativa lleve a cabo el trabajo por su cuenta para agilizar esfuerzos y evitar así más momentos incómodos. Al final, se añaden los nombres de todos los miembros y se da por finalizado.

trabajar en grupo

¿Te ha ocurrido alguna vez? Todos crecemos y aprendemos en estas experiencias, es algo positivo que merece la pena pasar y por supuesto, sufrir. No dudes en darnos tu opinión y recordar nuestro artículo: 3 personas que asumieron otra identidad con mucho éxito.