Dicen que los ojos son el espejo del alma y en Supercurioso hemos hablado de ellos en varias ocasiones. Son muchísimas sus curiosidades. En esta ocasión hemos investigado sobre un problema ocular que afecta a muchas personas: los orzuelos.
Por qué salen orzuelos
El orzuelo es una protuberancia de tono rojizo que sale en los párpados y no es más que la inflamación de las glándulas sebáceas del ojo. Suele producir molestias pero, si no se complica, lo normal es que desaparezca en 5 o 6 días.
Las supersticiones populares dicen que les salen a las embarazadas porque se les niega un antojo o a cualquiera que haya mirado algo que no debía ver. En realidad, como hemos dicho, es el resultado de la inflamación y posterior infección de una glándula sebácea.
La culpable suele ser una bacteria llamada Staphylococcus aureus que está en nuestra piel y en nuestra nariz. Cuando nos frotamos los ojos con las manos sucias las llevamos hasta las glándulas sebáceas de éstos, que se inflaman y quedan taponadas e infectadas. Cualquier acción sobre nuestros ojos, como pueda ser maquillarnos o rascarnos, si se realiza sin la higiene conveniente, puede ser la causa de un orzuelo. Los médicos especialistas añaden que cuando la persona se encuentra baja de defensas, ya sea por haber pasado una enfermedad, por estrés o por anemia, es más propensa a tener orzuelos. También los niños con problemas de visión, que no se han tratado correctamente, tienen una mayor propensión a tener orzuelos.
El orzuelo es altamente contagioso, por lo que en caso de padecerlo, se ha de evitar compartir toallas y otros útiles de aseo personal, así como extremar la higiene. No se debe presionar porque extenderíamos la infección. Si el orzuelo es externo, normalmente, drenará solo y se curará en pocos días, si es interno tardará más y puede necesitar el uso de algún medicamento antibiótico prescrito por el oftalmólogo. En algunos casos el orzuelo desparece pero queda una bolita de grasa, imposible de deshacer, que puede requerir una cirugía menor.
La medicina popular aconseja remedios que en principio parecen absurdos, como son el poner un anillo de oro o una llave calientes (no quemando) sobre el orzuelo, pero que tienen una base correcta. Al aplicar calor, el orzuelo drena la grasa acumulada más fácilmente. Aunque lo mejor, en vez de anillos y llaves que pueden estar sucios, es aplicar calor en el orzuelo con gasas esterilizadas empapadas en agua o en una infusión, por ejemplo, de manzanilla.
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