La noche del 14 de abril de 1912 quedó marcada como la fecha en que ocurrió una de las más terribles tragedias de los mares que ha sido registrada en la historia. En su viaje inaugural, el mayor trasatlántico construido hasta el momento, y del que se dijo que ni Dios podría hundirlo, fue a dar al fondo del Océano Atlántico. Muchos de los misterios del Titanic quedaron por siempre sepultados bajo las frías aguas del mar, junto a los cuerpos de los 1.514 pasajeros del Titanic que murieron en el naufragio.
En el viaje que partió el 10 de abril desde el puerto de Southampton, Inglaterra, con rumbo a Nueva York, iban un total de 2.223 pasajeros. La mayoría de ellos eran personas de clase trabajadora, que buscaban en Estados Unidos de América nuevas posibilidades de vida. Pero el trasatlántico, que ostentaba el récord de ser el más grande y lujoso construido hasta el momento, también tenía entre sus pasajeros a algunas de las personalidades más importantes, adineradas o reconocidas de la época.
Si bien las pérdidas económicas y el revuelo informativo que generó el naufragio, fueron de gran relevancia, lo que verdaderamente generó el estremecimiento del mundo entero fue la asombrosa cantidad de pasajeros del Titanic que perdieron la vida. Aunque el hundimiento fue completamente inesperado, la cantidad de fallecidos estuvo determinada por muchos factores a los que se les restó importancia. Los botes salvavidas necesarios para cubrir el número de pasajeros, afectaban la estética de la cubierta, así que de los 64 necesarios, el barco sólo llevaba 20. Éste y otros hechos desafortunados marcaron el destino de todas las personas que vivieron esta fatídica experiencia. Acompáñanos en Supercurioso a profundizar en la verdadera historia de los pasajeros del Titanic.
La historia real de los pasajeros del Titanic
Sobre la historia de los pasajeros del Titanic se tejen las más increíbles y tristes leyendas. Toda clase de inmigrantes y trabajadores habían logrado subir al trasatlántico estrella del momento, pagando un boleto en tercera clase, de apenas 30 dólares. Por su parte, reconocidos empresarios, artistas y demás celebridades, habían pagado hasta 4.350 dólares por un lugar en el área de primera clase, y unos 1.750 dólares para la segunda clase.
El precio del boleto no sólo influyó en la experiencia que los pasajeros vivieron a bordo del Titanic en sus cuatro días de navegación, sino en su destino final en el naufragio, y es que tanto su nivel social como incluso su sexo, fueron factores que determinaron quienes pudieron subir a los pocos botes salvavidas, y hasta cuáles de los cuerpos serían rescatados y devueltos a sus familiares. En torno al acceso a los botes, la orden fue subir sólo a mujeres y niños. Justamente esta política permitió que muchos de los niños del Titanic sobrevivieran, para dar testimonio de lo vivido.
Sobre los cadáveres se manejan hipótesis verdaderamente terribles. Se conoce que fueron cuatro las embarcaciones enviadas a explorar la zona del desastre, con la misión de rescatar los cuerpos de los pasajeros del Titanic, y buscar a los sobrevivientes que pudieran haber quedado en el mar. El MacKay-Bennett, el Minia, el Montmagny y el Algerine fueron los barcos encargados de esta misión que, tres meses después del naufragio, sólo consiguió rescatar 328 cuerpos. De ellos, 119 estaban en condiciones tan deplorables que fueron arrojados de nuevo al mar.
De los 209 restantes, sólo 59 fueron recuperados, identificados y enterrados de la manera tradicional. Pero, ¿qué pasó con las otras 1.186 personas que murieron en el naufragio? Se dice que los rescatistas recibieron la orden desde el barco MacKay-Bennett, de subir a los barcos, embalsamar y resguardar en ataúdes, sólo a los cuerpos que, por cuya vestimenta, joyería o pertenencias, pudieran ser identificados como personas de primera o segunda clase. Los cadáveres de ropas humildes y sin ninguna pertenencia, se asumía que pertenecían a la tercera clase, y eran lanzados al mar.
1. Supervivientes y víctimas del hundimiento
Las víctimas del Titanic más célebres
Las más de mil quinientas personas que murieron en las frías aguas del Atlántico, dejaron tras de si una historia personal, y seres queridos lamentando una partida inesperada. Entre los pasajes del Titanic, se conocen los nombres de algunas víctimas que por diversos motivos, pasaron a la historia. Destaca la historia del primer pasajero en ser identificado tras el hundimiento, que era también el hombre más rico de la época. Se trataba en John Jacob Astor IV, un reconocido empresario norteamericano, que fue distinguido por sus iniciales, bordadas en su chaqueta, y el macizo reloj de oro que siempre llevaba.
También destacó entre los pasajeros del Titanic que perdieron su vida en el naufragio, el millonario playboy Benjamin Guggenheim, quien viajaba con su amante. Al salir a cubierta, se ocupó de subir a la mujer a uno de los botes, y después se quitó su chaleco salvavidas y se puso un frac, afirmando que estaba dispuesto a hundirse como un caballero.
El famoso Capitán Edward Smith, también fue de los que alargaron la larga lista de fallecidos del Titanic. Este hombre no era en absoluto un inexperto. Por el contrario, se trataba de un auténtico lobo de mar, con 26 años de navegación en el océano. Se le llamaba el Capitán de los ricos, pues era muy popular en la primera clase. Se cuenta que la noche del naufragio, después de cenar en sociedad, se fue a dormir a las diez de la noche. También se le acusa de no haber reaccionado con precaución ante las alertas de icerbergs, quizás creyendo, como muchos, que el coloso de los mares era demasiado fuerte para que un bloque de hielo constituyera una amenaza real.
Y entre las historias de fallecidos más conmovedoras, está la de Isidor e Ida Strauss, un adorable matrimonio de sexagenarios, que al ver que el barco se hundía, subió a cubierta. A Ida se le insistió para que subiese a un bote salvavidas, pero Isidor no podría ir con ella, así que decidió quedarse, y así como habían vivido siempre juntos, morir de la misma forma.
En cuanto a historias de padres, se hizo popular la de Thomas Millar, un irlandés que abordó el Titanic para trabajar como ingeniero, poco después de enviudar. El hombre entregó a sus dos hijos, un centavo nuevo a cada uno, con la condición de que no podían gastar la moneda hasta que él regresara del viaje. Ambas monedas aún son conservadas por la familia, pues Thomas nunca regresó del Titanic.
Los supervivientes del Titanic
Ahora bien, no todas las historias de los pasajeros del Titanic tienen un final desgraciado. También destacan muchos sobrevivientes, cuyas experiencias fueron realmente extraordinarias. Es el caso de Violet Jessop, la última superviviente del Titanic, la célebre camarera que sobrevivió a los naufragios de las tres naves hermanas, el Olimpic, el Brittanic y el Titanic.
Y si eres de los que creen en el destino, hay casos de pasajeros del Titanic que parecieron vivir una auténtica revelación salvadora. Fue lo que le ocurrió a Axex MacKenzie, un joven de 24 años que había recibido el boleto para embarcar en el Titanic como regalo de sus padres. La fecha indicada, el joven empacó sus maletas y se dirigió al puerto, pero una extraña voz en su cabeza le previno de realizar el viaje. Decidió entonces abandonar la fila de embarque y regresar a su hogar, escapándose así de un destino trágico.
También destacó entre los pasajeros del Titanic que lograron sobrevivir, una dama de la alta sociedad llamada Edith Russell, quien regresaba a Nueva York luego de un viaje por París. En una carta que dejó a su secretaria, la mujer confesó que odiaba tener que dejar París, y que un extraño sentimiento de negatividad y tristeza la embargaba al pensar en el viaje. Logró salvarse subiendo a uno de los botes salvavidas, junto a su posesión más preciada, una caja de música.
Y entre las historias más afortunadas, se cuenta la del matrimonio Beane. Edward y Ethel habían abordado el trasatlántico en el viaje en el que celebraban su luna de miel. Cuando ocurrió el terrible accidente, tuvieron que separarse, y Ethel logró un lugar en uno de los botes. Edward, ante el inminente hundimiento, se lanzó a las aguas heladas y logró nadar hasta el bote donde estaba su esposa. Luego del rescate, la pareja pudo continuar su vida juntos.
Uno de los retrasos más afortunados de la historia, fue el sufrido por Robert Bacon, el embajador de Estados Unidos en Francia. El funcionario había reservado pasajes en el Titanic para viajar junto a su esposa, pero el diplomático encargado de sustituirlo en sus funciones, se retrasó en llegar. Bacon perdió el pasaje, salvando así su vida y la de su mujer.
Y a otros pasajeros del Titanic, los salvó el fanatismo. Fue el caso de Edgar Selwyn, un famoso actor, director y dramaturgo de Brodway, que ya había comprado su boleto para viajar en el Titanic. Sin embargo, la fecha coincidió con la primera lectura de la nueva novela cómica de Arnold Bennett, así que decidió quedarse para asistir. La pareja formada por Henry y René Harris, otros productores con los que Selwyn pensaba viajar, embarcaron. Sólo ella sobrevivió.
2. ¿Cuántas personas murieron en el naufragio?
Los pasajeros del Titanic, que antes de zarpar fue llamado «el buque de los sueños», vieron su realidad convertirse en pesadilla, cuando las heladas aguas del Atlántico empezaron a penetrar el barco. El insumergible se llevó dos años de construcción, navegó por cuatro días y medio, y se hundió por completo en menos de tres horas. Sobre la cantidad de fallecidos que dejó la tragedia, casi todas las fuentes coinciden en un número: 1.514 fallecidos, y 709 sobrevivientes.
La mayor parte de las víctimas del Titanic fueron viajeros de la tercera clase, cuyos cuerpos fueron sepultados en el mar. Entre los agravantes de la tragedia, se cuenta que en pleno naufragio se dio la orden de cerrar las rejas y compuertas que comunicaban al sector de tercera clase con la cubierta del barco. Esto se hizo para impedir el colapso en el abordaje de los botes salvavidas. Lo terrible del asunto fue que tras las rejas cerradas, quedaron atrapados decenas de seres humanos, que terminaron sus vidas ahogados y helándose. La historia del Titanic ha quedado grabada en la memoria colectiva, como una terrible tragedia que la acción y omisión humana, contribuyó a agravar. Si te interesa el tema de este mítico naufragio, te invitamos a leer estas frases del Titanic, la película que pasó a la historia y recreó con todo detalle e imágenes reales, el drama de esta tragedia.