Tras dos artículos de la serie Pequeñas joyas olvidadas de la televisión, volvemos a Supercurioso para mostraros cuatro maravillas de la pequeña pantalla.

Queremos recordar al lector que estos artículos no son una clasificación (de mejor a peor) de series de televisión, sino una forma de dar presencia a unas excelentes obras que fueron ninguneadas por la audiencia, a pesar de su altísima calidad. Dar las gracias, de nuevo, a aquellos que han propuesto series que comentar.

Esta vez os traemos Freaks and Geeks, Brön/Bröen, Paloma solitaria y Romanzo Criminale. ¡Vamos allá!

FREAKS AND GEEKS

Camino del nuevo siglo –y de la mano de Paul Feig y Judd Apatow – nos llega una dosis de realidad, que le da la vuelta a todo lo que creíamos conocer sobre historias de institutos americanos. Esta serie se come todos los tópicos, los mastica y te entrega 18 episodios sobre la trayectoria de unos adolescentes que atraviesan una época de cambios: controversias, disputas familiares, miedo al cambio, relaciones que se tambalean, primeros amores, dudas sexuales, desilusiones, momentos maravillosos y una mezcla de indecisión y ganas de vivir, que harán sentir al espectador que se ha colado en una experiencia tan realista como entretenida.

Debo decir que «Freaks and Geek»s, más que una serie, es un experimento social que acabó resultando bastante efectivo: en primer lugar, los actores tienen la misma edad que los chicos que representan. Sí, señores directores de Hollywood, ese es su principal secreto. Moraleja: no poner a actores y actrices de 30 años a representar a chicos/as de 16 es beneficioso.  En segundo lugar, la serie nos sitúa en un instituto entre los años 1980 y 1981. Los años 80 fueron una época de muchos cambios en USA – especialmente con la administración Reagan – lo que le da al conjunto sociocultural en el que se encuadra la serie, un toque de trascendencia que traspasa la pantalla. En tercer lugar, los actores eran el caldo de cultivo de una generación que hoy puebla nuestras pantallas: James Franco, Seth Rogen o Jason Segel son algunos de sus protagonistas.

En definitiva, una serie que hay que ver sí o sí.

Freaks and Geeks

BRÖN/BRÖEN (THE BRIDGE)

No quiero confundir al lector con el título. Existe una serie americana (bastante famosa) protagonizada por Demián Bichir y Diane Kruger titulada «The Bridge» que –pese a no ser mala en absoluto- no tiene parangón con su equivalente sueca (el remake es la versión americana, por supuesto).

La premisa es cuanto menos curiosa: un cuerpo aparece en mitad del puente que une Suecia y Dinamarca. Cuando los policías de los distritos de Malmö y Copenhague acuden al programa informático para ver en qué país se ha producido el asesinato, descubren que cada una de sus mitades se encuentra dentro del término de cada estado. A partir de ahí, dos policías totalmente incompatibles – el vividor danés Martin y la cuadriculada Saga – se ponen manos a la obra para atrapar a un asesino en serie que, con cada asesinato, pone de manifiesto un problema de la sociedad moderna.

Tensa serie policíaca que mantendrá al espectador agarrado al reposabrazos de su silla durante los 10 capítulos que dura su primera temporada. Me gustaría decir, no obstante, que acepto amablemente reseñas sobre su segunda temporada, ya que aún no he tenido tiempo de verla.

Brön Bröen

PALOMA SOLITARIA (LONESOME DOVE)

Pese al nombre de telenovela, nos encontramos, sin duda, ante uno de los mejores western de todos los tiempos. En realidad, su clasificación pertenecería al mundo de las miniseries, pero me voy a permitir el lujo de ponerla aquí por motivos sentimentales.

Augustus MCrae (Robert Duvall) y Woodrow McCall (Tommy Lee Jones) son dos antiguos rangers de Texas que, hartos de pelear contra un mundo cada vez más corrupto, deciden trasladarse a pasar sus últimos años a un pequeño rancho en la frontera entre México y Texas. Después de algunos años de paz y armonía, un antiguo compañero aparece en sus vidas para ponerlas patas arribas y ofrecerles viajar a Montana, donde todavía no habían sido diezmados los indios. Comienza así un viaje tan peligroso como épico en el que Augustus y Woodrow pondrán a prueba su amistad y la de los compañeros que les rodean.

Serie que obtuvo 7 emmys en 1989  (todavía el mundo de las series no estaba tan valorado como ahora). Una obra lírica de 6 capítulos, tan bella como necesaria,  que hará pasar al espectador por profundas fases de tristeza e inmensa alegría. Lanzo un reto al supercurioso que se aventure a ver esta maravilla: si durante los últimos 5 minutos de la miniserie no se os escapa una lagrimita, es que no tenéis corazón.

Lonesome Dove

ROMANZO CRIMINALE (ROMA CRIMINAL).

Llegamos a la última, pero no por ello la menos importante. La historia de cómo crece la Magliana – una banda callejera que se apoderó de Roma a principios de los 70 – es, sin lugar a dudas, una de las mejores series de la televisión.

Stefano Sollima y su pandilla deleitaron al espectador en 2008 con una historia sobre chicos malos, que explora los entresijos del mundo de la mafia, las bandas callejeras con las habituales dosis de violencia, sexo, drogas, prostitución, juego, venganzas, pasiones y traiciones de este grupo de desposeídos. Unas magnificas interpretaciones y una excelente lectura del director de la convulsa época (la muerte de Aldo Moro, las Brigadas Rojas, el resurgir de grupos comunistas y un largo etc) que atravesó Italia en la década de los 70.

Aunque quizás la propuesta no sea la más novedosa -ascenso, progreso y decadencia de una pandilla ambiciosa- su cuidado aspecto técnico compensará al espectador por cualquier Déjà vu que pudiera tener.

Y recuerda: “Yo también estuve en la banda del libanés”. ¿Qué significa esto, querido lector? Te invito a descubrirlo personalmente.

Romanzo Criminale

Si quieres saber más sobre series, te recomendamos el artículo Pequeñas joyas desconocidas de la televisión II.