Desde la más remota historia del hombre en el paleolítico, la piedra ha sido un elemento fundamental en la construcción de civilizaciones antiguas. Sin embargo, la adoración a la piedra de rayo o ceraunia ha sido, por mucho, una de las manifestaciones de adoración, culto o reverencia que puedan retratarse durante toda la historia de la humanidad.
Hasta el siglo XVII la ceraunia fue considerada divina y en toda Europa y Asia se recogían con devoción, pues se creía que tenían poderes mágicos. En Escandinavia eran adoradas como dioses familiares y se les hacían ofrendas en forma de cerveza o miel y se las ungía con mantequilla. Recibieron también nombres como «flechas de dios», «dardos de las hadas» o «hachas del cielo», su nombre latino es ceraunia, la misteriosa y divina piedra de rayo. En Supercurioso nos dimos a la tarea de contarte qué esconden las piedras de rayo, por qué han sido adoradas durante tanto tiempo… ¡Acompáñanos!
¿Qué es la piedra de rayo?
Durante mucho tiempo, las hachas fueron compañeras indispensables para los hombres de las antiguas civilizaciones; en las hachas podían encontrar un escudo de protección que impedía turbar el reposo o la paz de aquel que la portaba. Algunas de ellas, las más grandiosas y poderosas, estaban hechas de piedra. Esa piedra tenía una forma perfecta en triángulo pulido que, generalmente era encontrada en el campo. Al desconocerse su función o su origen, se pensaba que estas hachas eran objetos ligados a otros fenómenos diferentes a la fabricación humana. No cualquier mortal haría tan bellas herramientas. ¡Solo las fuerzas supranaturales o los dioses pudieron haberlas creado! y así se difundió la historia de la piedra rayo o ceraunia.
Siglos atrás, se pensaba que la piedra de rayo era arrojada desde el cielo por algún dios, para que sirviera de arma a los héroes o símbolo de protección a los valientes. Como muchas curiosidades de la historia, está tradición votiva hacía la piedra de rayo ha persistido hasta nuestros días. prueba de ello es la gran cantidad de colecciones de hachas prehistóricas, pulimentadas o no, que tienen varios países al rededor del mundo.
En Europa occidental estas son conocidas como centuria o piedra de rayo, en Islandia o en Japón como «mallas de Thur» (dios del trueno), en Suecia «flechas de Dios», en Hungría como «piedras de Ukko», en Finlandia son conocidas como «dietes de rayo» y en Siberia «dardos de hada». Como ves, la piedra de rayo es un elemento mundialmente conocido, pero… ¿A qué se le atribuye su poder?
El mito de la piedra de rayo, el hacha de la prehistoria
El origen celeste de esta piedra está relacionado con antiguos mitos que describían los astros o el propio cielo construido por piedras, las cuales podrían desprenderse aisladamente durante tempestuosas lluvias o tormentas, gozando de la sacralidad del cielo. Antiguamente se creía que las tormentas eran producidas por grandes piedras que cuando chocaban, producían relámpagos y que podían eventualmente desprender diminutas partes de la roca. Al día siguiente, en el lugar justo de la tormenta, con algo de suerte, podías encontrar pequeñas partes de la gran piedra de rayo o ceraunia que, te protegería de cualquier peligro, incluyendo ser golpeado por un rayo.
En el mundo grecolatino, Plinio habla de dos tipos de piedra de rayo; una negra y otra de color rojo intenso. Otro autor llamado Claudiano, del Siglo IV, relata que entre los dones ofrecidos a la emperatriz Serena se encontraban unas ceraunias que eran extraídas de las grutas de los pirineos. Ya en el siglo XII, Marbodio, un obispo de Rennes, describe el poder de la piedra de rayo y destaca que es indispensable para ganar los combates de guerra. Además, evita los naufragios y protege las casa y los pueblos de cualquier mal.
Debido a su popularidad como «piedra celeste», la piedra de rayo es considerada como un talismán dotado de amplios poderes, cuya fuerza puede extenderse a la protección de la colectividad como evitando o curando enfermedades humanas y defendiendo a los animales domésticos.
Poderes mágicos de la Ceraunia
Por todo el ancho y largo de occidente, se le atribuyen poderes mágicos a la ceraunia. En Suiza por ejemplo, cuando se acercaba una tormenta se hacía girar 3 veces ante la puerta de la casa y luego se lanzaba contra la puerta para que ésta no fuera alcanzada por un rayo. En Italia se colgaban del cuello de los niños para que los protegieran tanto de las enfermedades como del mal de ojo.
A su vez, en algunas ciudades de Francia creían que ayudaban a tener un buen parto, y en Suecia protegían contra los Elfos. En Birmania eran utilizadas para fines médicos como la prevención de apendicitis. Podríamos citar muchísimas más supersticiones en torno a la piedra de rayo y sus posibles funciones, pero quizá una de las curiosidades más importantes si poseías una, es que en Semana Santa, te facilitaría encontrar un tesoro.
No sólo entre las clases populares existían creencias sobre las piedras de rayo. En las iglesias cristianas de la Edad Media se pensaba que eran restos del armamento con el que los ángeles habían vencidos a las huestes de Satanás y por este motivo eran recogidas y veneradas.
Todo este folclor en torno a la piedra de rayo finalizó en el siglo XVII. La creencia de su origen divino se basaban en el desconocimiento de la existencia y las habilidades del hombre del paleolítico y el neolítico. Las herramientas talladas en piedra por los primitivos pobladores de Europa y Asia no se entendieron como tales, ya que el dominio de los metales las había dejado obsoletas.
A finales del siglo XVI, el físico italiano Michele Mercanti ya afirmó su origen humano, aunque sus escritos no fueron publicados hasta un siglo después. Posteriormente, especialmente durante el siglo XVIII, fueron catalogadas en este sentido por otros científicos. El naturalista francés Antonie de Jussieu publica un trabajo títulado Del origen y de los usos de la piedra de rayo, donde defiende el origen humano de la ceraunia. Esto objetos tan singulares actualmente se bifurcan en dos ramas: por una parte la científica, que se asocia con el trabajo humano prehistórico y por otro lado, con un ámbito estérico y mágico de larga tradición en pueblos de Occidente.
Aunque no tengan poderes mágicos, seguro que cualquiera de nosotros nos sentiríamos afortunados si cayera en nuestras manos una piedra de rayo finamente tallada, ¿no crees?. Si te ha interesado este artículo, te recomendamos leer cómo se construyeron las pirámides de Egipto, te aseguramos que el misterio ya está resuelto.