Todos conocemos las famosas sagas de la Enterprise, nos eclipsan todos esos avances y ese mundo teñido por las más increíbles tecnologías donde los personajes viven envueltos por grandes comodidades casi imposibles para nosotros.  Pero entre todas sus sofisticaciones hay una que siempre nos llama más la atención… ¡exacto! el teletransportador; ahí donde Spock y el capitán Kirk se desplazan de nave en nave con tranquilidad dejando sus cuerpos suspendidos por la magia de la teleportación cuántica. Pero ¿Será eso posible alguna vez? ¿Hay algún proyecto que esté trabajando en ello?

Pequeños avances, grandes sueños y muchos peligros

El físico japonés Michio Kaku nos da pequeñas esperanzas al señalarnos que esta tecnología tal vez sea real en los próximos 100 años, nosotros no lo veremos, desde luego, pero nos advierte igualmente que hay muchas barreras que aún debemos atravesar.

Michio Kaku Teletransportación

El teletransporte en sí ya existe, señala, en los últimos años ya han realizado teletransportes de fotones y átomos de celsio, habiendo obtenido un récord tras realizar un transporte de 1800 metros a través del Danubio. Parece casi imposible, pero los científicos se ven esperanzados al pensar que dentro de poco lo van a intentar de nuevo no solo con átomos, sino con moléculas, lo cual será un gran paso.

Tras realizar experimentos exitosos con estos elementos se intentaría poco a poco con otros elementos un poco más complejos, tales como cadenas completas de ADN e incluso virus. Pero de ahí a poder teletransportar 100 trillones de células que componen aproximadamente el cuerpo humano, es algo ya muy complejo ¿imposible?, no, sólo complicado.

El teletransportador de Star Trek funciona escaneando la figura de las personas obteniendo así toda la información de sus partículas, desintegrándolo después y llevándolo a otro sitio donde se ha transmitido la información para volver a reconstruirnos de nuevo. Suena increíble, de ahí que hoy en día nos encontremos únicamente experimentando con la unidad más pequeña, es decir, los átomos.

Además de ello existen otros muchos inconvenientes, y es que es muy complejo poder obtener toda la información de un cuerpo o un objeto, ya que según dice la física cuántica el principio de incertidumbre nos lo impide, es decir, nuestra propia naturaleza tiene un componente intrínsecamente “borroso”, nada es completamente estable para poder hacer esa copia exacta, y más si esa máquina, el teletransportador, tiene la obligación de ensamblar todos los átomos de nuestro cuerpo a la perfección y en tiempo récord, sin calentarse a más de 2 grados centígrados, ya que eso supondría experimentar un choque térmico fatal.

Y además de ello, deberíamos tener en cuenta otro factor, la importancia esencial de sacar las moléculas de aire de ese vacío durante la rematerialización, porque de no hacerlo, aparecerían burbujas en nuestros vasos sanguíneos, o incluso peor… se podrían fusionar nuestros núcleos atómicos. ¿Complejo, verdad? Desde luego, y peligroso, muy peligroso.

Tal vez tengamos que dejar a la ciencia avanzar por sí misma, aunque si nos basamos en lo que nos dicen en Star Trek, esta tecnología se conseguiría ya en el siglo 23… ¿Será posible?