El desarrollo de la psicología y la psiquiatría desde mediados del siglo XIX hasta nuestros días, contribuyó a reducir a casos clínicos o a manifestaciones de patologías mentales situaciones y comportamientos que durante siglos en muchas culturas fueron consideradas como señales de posesión demoníaca.
Algunas religiones, como el catolicismo, han actualizado sus manuales o procedimientos de exorcismo a raíz de estos avances del conocimiento de la mente y sus perturbaciones, que han mostrado además que el mismo hecho de considerarse poseído podría ser una enfermedad.
¿Poseído? Tal vez padezcas de demoniomanía y no lo sepas
Escuchas voces que te ordenan hacer cosas malas, tienes convulsiones y accesos de violencia, sientes que tu cuerpo está siendo controlado por uno o más demonios, sensación de ahogo y de estarte quemando por dentro, alucinaciones y visiones de seres que no son de este mundo. Podrías estar poseído por un espíritu maligno, pero también podrías estar sufriendo episodios psicóticos, ser esquizofrénico, o ser un demoniomaníaco.
La demoniomanía es un trastorno disociativo en el que el paciente cree estar poseído o asediado por demonios, o poseído por una divinidad, y en la clasificación de la OMS, la Organización Mundial de la Salud, se incluye en los llamados trastornos de trance o posesión y los de identidad múltiple. También se le menciona como demoniopatía.
Las posesiones empezaron a estudiarse desde una perspectiva médica desde fines del siglo XVIII, aunque los principales avances se dieron en el siguiente siglo con el uso de la hipnosis para la curación de algunas posesiones, como un caso descrito por Pierre Janet sobre un individuo denominado “Aquiles”, que en 1890 se creía dominado por el demonio y fue curado a través de un tratamiento con hipnosis.
El primer médico en vincular las posesiones demoníacas con algunos síntomas de la histeria fue el neurólogo francés Jean-Martin Charcot (1825-1893), maestro y una de las grandes influencias de Sigmund Freud.
Sin embargo, la creencia en la autenticidad en las posesiones demoníacas o divinas (como en el caso de las religiones de raíz yoruba, como el vudú o la santería cubana, donde los dioses bajan y poseen a los participantes en los rituales) está muy viva en la humanidad, y son más los casos que van a manos de sacerdotes o chamanes que los que terminan en un consultorio médico.
Si a los síntomas mencionados al principio agregas la levitación y otros actos físicos imposibles, y cuentas con testigos, quizás debas invertir la pregunta de este artículo: ¿demoniomaníaco? Tal vez estés poseído y no lo sepas.
De cualquier manera, lee nuestro artículo sobre Gabriele Amorth, el exorcista más famoso del mundo que aún sigue exorcizando.