Los Museos Vaticanos son el hogar de numerosos tesoros invaluables. Desde hermosas piezas de arte clásicas, hasta antiquísimos manuscritos religiosos y entre los muchos empleados del Estado liderado por el Papa, que se aseguran de que todo funcione apropiadamente, destaca un hombre cuya responsabilidad es velar por la seguridad de los miles de llaves que abren las gigantescas puertas de la gran red de galerías. Conoce quién es con nosotros.
El hombre que resguarda los miles de llaves de los Museos Vaticanos
Los Museos Vaticanos son los que se encuentran dentro de los límites de la Ciudad del Vaticano. Dentro de sus salas se exhiben las obras que forman parte de la colección construida por los Papas a lo largo de los siglos, incluyendo algunas de las esculturas clásicas más renombradas y las obras maestras más importantes del arte renacentista en el mundo.
Fue a principios del siglo XVI que el Papa Julio II fundó los museos. La Capilla Sixtina, con su techo decorado por Miguel Ángel y el Stanze di Raffaello decorado por Rafael, está en la ruta de visita a través de los Museos Vaticanos, que anualmente son visitados por millones de personas. De hecho, se trata del sexto museo de arte más visitado del mundo. Hay 54 galerías en total, con la Capilla Sixtina, que destaca notablemente, siendo la última sala dentro del Museo. Con esta envergadura, se trata de uno de los museos más grandes del mundo.
Alrededor de 70.000 obras son conservadas por los Museos Vaticanos. De ellas, 20.000 están en exhibición, y actualmente 640 personas están empleadas por la institución, trabajando en 40 diferentes departamentos administrativos, académicos y de restauración.
Entre ellos la labor de uno en particular destaca. Gianni Crea se levanta todos los días antes de que salga el sol y camina por las calles del Vaticano, cargando un enorme manojo de llaves. Ante «las puertas del paraíso», las principales de los Museos, se detiene y las abre, en su proceso de preparación para recibir a los numerosos visitantes.
Gianni Crea es el protector de las 2.797 que abren todos los portones, puertas y ventanas de los más de 7 kilómetros y medio de salas y rincones más escondidos de los Museos. Bajo su dirección trabajan otros 10 claveros (del latín clavarius, término con el que designan a los custodios de las llaves de algún lugar).
Cada día, en plena madrugada, cinco de los claveros se dividen en cuatro sectores y los recorren abriendo todas y cada unas de las puertas y ventanas. Todo este periplo de aperturas les toma alrededor de una hora. Al caer la noche, los cinco claveros restantes hacen su ronda, cerrando todo lo que abrieron sus compañeros antes de empezar el día.
Gianni Crea, de 44 años de edad, abandonó sus estudios de derecho para dedicarse a servir en la Ciudad del Vaticano, lo que describe como «un privilegio» por tener la oportunidad de estar constantemente rodeado de las más sublimes obras de arte del mundo.
Durante 20 años ha desempeñado su labor de guardar y conservar las antiquísimas llaves, la mayoría con siglos de antigüedad y hechas de hierro. Después de que la Gendarmería vaticana desactive las alarmas, Crea saca su manojo de llave y ya de memoria ubica la primera, que abre el acceso principal a los Museos, la gran e imponente «puerta del paraíso».
Las otras más de 2000 llaves se conservan en un búnker climatizado por seguridad y para evitar que las llaves más antiguas se oxiden y se deterioren con el paso de los años.
¿Qué te parece? ¿Conocías las figuras de los claveros que se encargan de las llaves de los Museos Vaticanos?
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Imágenes: Oliver-Bonjoch (Museo del Vaticano),
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