Desde la antigüedad y hasta nuestros días, son muchos los códigos y costumbres sociales que han cambiado de forma radical. La vida moderna permite a los hombres y mujeres, con ciertas variantes de acuerdo a la región geográfica en la que habiten, un ejercicio libre de su sexualidad. Pero hace algunos siglos las cosas eran radicalmente diferentes. El sexo en la Edad Media estaba atravesado por los moralismos religiosos, al punto de que solo podía ser practicado con el objeto de concebir hijos, y además era normado de una manera insólita. Es justo esa la época en la que se cree que se hizo popular un artilugio: el calzón de castidad medieval. Hoy en Supercurioso navegamos hacia los siglos pasados, para contarte qué es un cinturón de castidad y cuál es su historia.
¿Qué es un cinturón de castidad?
Son muchas las historias y leyendas que corren sobre este artilugio que, según la mayoría de historiadores, posiblemente jamás se utilizó durante la Edad Media, aunque de allí provienen las leyendas de su popularización. Su finalidad era, hipotéticamente, impedir las infidelidades femeninas cuando los esposos partían a las cruzadas o mantener vírgenes a las hijas hasta el matrimonio. Cuando hablamos de qué es un cinturón de castidad, nos referimos a un artefacto que envolvía la pelvis y la zona genital de la mujer, y que se distinguía por unos pinchos que impedían efectivamente la realización del acto sexual.
El meollo del asunto estaba en que el aparato solo podía ser abierto con una llave, que el marido llevaba siempre consigo. En definitiva, el punto básico que define el mito de qué es un cinturón de castidad, es el hecho de que solo el marido era dueño del ejercicio sexual de la mujer.
Los expertos creen que más allá de unos días habría resultado imposible llevarlo, ya que debido a las infecciones, abrasiones y laceraciones generadas por el contacto con el metal, la mujer lo más seguro es que acabase muriendo.
El calzón de castidad medieval, por lo tanto, no corresponde realmente a esta época histórica. Sin embargo, si fue utilizado un tanto después. Las mujeres se lo colocaban como una defensa contra violaciones durante tiempos de guerra, acuartelamientos, viajes y estancias en posadas.
También lo usaron las monjas y enfermeras que atendían heridos en el frente para evitar violaciones. La mayoría de cinturones de castidad que se exhiben en museos han sido retirados por haberse demostrado que son falsos. Su uso, como pronto, se remonta al Renacimiento, pero cuando se utilizó realmente fue en el siglo XIX y con la finalidad expuesta.
Luego de popularizarse el concepto de qué es un cinturón de castidad, su uso se diversificó, pasando de los modelos más rudimentarios hasta los más lujosos. Fueron creadas versiones del calzón de castidad medieval, de un lujo y sofisticación insólitos. Es por ejemplo el caso del cinturón de castidad que llevaba Carlota Aglae de Orleáns, casada con el príncipe de Módena. Alrededor de su pelvis se ceñía un cinturón forrado en terciopelo, que circundaba los muslos y las nalgas, y oprimía el sexo con una pequeña placa de plata a la que se le había hecho un agujero para la expulsión de la orina.
La historia del panadero parisino y su esposa
La historia del panadero y su esposa es una de las más llamativas en torno a qué es un cinturón de castidad y su peculiar uso. Los hechos ocurrieron en la década de 1930 en París y parecen más una leyenda urbana que una historia real, si no fuera por los 325 francos que tuvo que pagar el panadero por sus actos.
El 21 de enero de 1934, Henry Littière, de oficio panadero, compareció ante un tribunal de París acusado de crueldad y fue condenado a ocho días de arresto y una multa dineraria. La pena de prisión le fue conmutada, pero el dinero tuvo que pagarlo. El hecho fue recogido por un periódico de sucesos publicado en marzo de ese mismo año, así como por varios otros medios de la época.
Henry Littière declaró que todo había empezado un tiempo antes y el calzón de castidad medieval fue la única solución que se les ocurrió para acabar con los problemas que tenía su matrimonio. La esposa, Madame Littière era, según su esposo, patológicamente infiel. En pocos meses había tenido varios amantes y le confesó a su esposo que no podía resistirse a la actividad sexual con otros hombres. El señor Littière no sabía qué hacer, pero un día se topó con un artilugio. Allí se enteró el panadero de qué es un cinturón de castidad y lo vio como la única solución posible a los dramas de su matrimonio.
Fue en un museo donde Littière se encontró con aquel modelo de calzón de castidad medieval. Lo copió en una libreta con el mayor detalle que pudo y se lo llevó a un conocido que hacía prótesis de piernas y brazos para veteranos de la Primera Guerra Mundial. Le pidió que lo reprodujera, pero que lo hiciera lo más cómodo posible, explicándole que esa era la única manera en que su esposa no podría consumar sus infidelidades.
El artesano protésico recubrió el metal con terciopelo y según narró el esposo, Madam Littière lo probó y quedó satisfecha con la comodidad del invento. Los sucesos se precipitaron cuando un vecino escucho los comentarios del matrimonio Littière y se dio cuenta de que la esposa llevaba puesto un calzón de castidad medieval.
Rápidamente, se dirigió a la policía y puso una denuncia contra el panadero. Este fue juzgado por crueldad y condenado a la pena y multa que hemos comentado, que no fue mayor debido a que la mujer acudió al tribunal a declarar que le era imposible ser fiel y el protésico afirmó que la esposa había dado su consentimiento.
El calzón de castidad moderno
¿Alguna vez has escuchado aquello de que las modas son cíclicas y que siempre se repiten a lo largo de la historia? Pues al parecer, cuando hablamos de qué es un cinturón de castidad, no solo viaja nuestra mente hacia los mitos y leyendas de la Edad Media, sino que también encuentra referencias en la modernidad.
En efecto, el calzón de castidad medieval ha vuelto hasta nuestros días, para convertirse en un artilugio que agrega condimento a la sexualidad, especialmente la de las personas que realizan prácticas sadomasoquistas.
También tienen cabida los cinturones de castidad modernos para prevenir violaciones, pero los que más se han popularizado son aquellos que apuestan a la fantasía del control, de abrir y cerrar la sexualidad de otra persona a nuestro antojo.
Existen las tradicionales versiones femeninas, y también otras creadas para hombres. La versión moderna del calzón de castidad medieval nos pasea por una amplia variedad. Desde slips de acero que impiden el acceso manual a la zona genital, hasta jaulas para el pene y los testículos que se comercializan a medida. En fin… para cada gusto, hay una opción.
Y tú, ¿Sabías qué es un cinturón de castidad? ¿Habías imaginado que realmente no existió en la Edad Media, sino después? ¡Y más aún! ¿Imaginabas que se siguen usando? Anímate a dejarnos tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos deseando leerte! Por lo pronto, te dejamos con esta selección de las mejores frases para explorar tu sexualidad, viviéndola sanamente y a plenitud.