La posibilidad de que te “parta” un rayo es de 1 entre 10.000. Parece mucho, ¿verdad? Pero lo que te dice esta cifra es que es más probable que te caiga un rayo a que te ganes la lotería nacional.

«Y si no… ¡qué me parta un rayo!»

Los rayos, descargas eléctricas entre nubes, o entre las nubes y la tierra, son uno de los fenómenos más comunes y vistosos de la naturaleza; también uno de los más poderosos y aterradores, cuando se presentan demasiado próximos a nosotros, o literalmente nos caen encima.

Las descargas oscilan entre 30.000 y 300.000 amperios y, curiosamente, un alto porcentaje de los que han sufrido el impacto de un rayo han sobrevivido al evento, aunque no sin secuelas.

red de rayos

El porcentaje de supervivencia es de un 70%, y las posibilidades de que quedes en el 30% trágicamente restante tienen que ver con tus condiciones físicas o la velocidad con la que recibas atención médica.

No hace falta que te caiga un rayo directamente para sufrir las consecuencias, basta con que te encuentres en un perímetro de 120 metros del punto de impacto y los daños que puedes llegar a sufrir son los siguientes:

1. Rotura de los tímpanos, quemaduras en la piel y lesiones en la retina

Se trata de una explosión con un gran destello de luz, de allí estas primeras lesiones.

retina

2. Fuertes contracciones musculares, estallido de huesos y daños a los tejidos musculares

¿Recuerdan aquel experimento donde se aplicaba electricidad a una rana decapitada? Pues bien, la naturaleza en estos casos hace algo parecido con nosotros, pero en una escala extraordinariamente mayor.

3. Lesiones en el sistema nervioso, paro respiratorio y paro cardíaco

Y aquí ya estaríamos hablando de efectos mortales, que se presentan especialmente cuando hay un cuadro previo de salud delicada en el desafortunado que recibe el impacto del rayo.

frankenstein

A estos perjuicios habría que agregar el estrés postraumático causado por esta clase no tan inusual de accidentes.

Algunos datos y consejos a tomar en cuenta

Si vives en Latinoamérica las probabilidades de sufrir un accidente de este tipo se duplican en comparación con Europa. Lo mismo ocurre si vives en el hemisferio sur del planeta. Cuba y Panamá se encuentran entre los países con mayor porcentaje de riesgo, aunque el mayor número de casos se presenta en Brasil, debido también a que se trata del país más poblado.

dos rayos

Esto puede deberse al hecho de que hay más infraestructura en los países de Europa y del hemisferio norte, y también una mejor difusión de información preventiva sobre cómo actuar cuando hay una tormenta eléctrica.

Recordemos algunas medidas sencillas para mantenerse a salvo: Evitar zonas abiertas y altas durante la tormenta, no guarecerse debajo de árboles y alejarse de estructuras o herramientas metálicas como cañas de pescar, cercas, bicicletas, etc.

más rayos

Si seguimos estas sencillas medidas, las posibilidades de que nos parta un rayo serán infinitamente menores, y tal vez tengamos más tiempo para ganarnos la lotería nacional.

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